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Elias y el poder sellador del santo sacerdocio
1 Reyes 17-2, Reyes 2
(5-1) Introducción
¿Qué pensarían de un hombre que tuvo el poder de levantar a los muertos, traer fuego del cielo, hacer que la lluvia no cayera y que una tinaja de harina no quedara nunca vacía?
Elias el Profeta fue un hombre así, un hombre de poder, de milagros; un profeta tan digno que fue trasladado y recogido de la tierra en un carro de fuego.
No es de maravillarse que Elias haya llegado a ser uno de los grandes personajes en la historia de Israel. No debe sorprendernos tampoco que en los hogares judíos se disponga lugar en la mesa para él en cada celebración de la Pascua, anticipando su regreso, tal como fue anunciado por el profeta Malaquías (véase Malaquías 4:5-6).
Este capítulo trata acerca de las razones por las que Elias es uno de los más grandes profetas de todos los tiempos y por las que fue rechazado por el pueblo de su propio tiempo.
COMENTARIOS SOBRE 1 REYES 17-2 REYES 2
(5-2) 1 Reyes 17:1. ¿Qué es un tisbita?
En este pasaje se llama a Elias "tisbita, que era de los moradores de Galaad". Algunos eruditos dicen que Elias era oriundo de Tisbé, en la región norte de Galilea (véase C. F. Keil y F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament, 3:1:234). Adam Clarke sugirió un lugar diferente. Dijo que Elias provenía de Galaad, más allá del Jordán en la tierra dada a la tribu de Gad (véase The Holy Bible… with a Commentary and Critical Notes, 2:452). Quienquiera que tenga razón, es evidente que el calificativo de tisbita se refiere al lugar del cual Elias provenía
(5-3) 1 Reyes 17:1. Elias selló el cielo para que no hubiera lluvia, y lo hizo mediante el poder del sacerdocio
El élder Joseph Fielding Smith encuentra un significado especial en el versículo 1:
"La primera aparición de Elias el Profeta de la cual nos enteramos se encuentra en el capítulo 17 de 1 Reyes, cuando se presentó ante el rey y dijo: 'Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra'. El énfasis que pongo sobre esto es para impresionaros con el poder de sellamiento mediante el cual Elias el Profeta podía cerrar los cielos, para que no hubiera lluvia ni rocío hasta que él hablara." (Doctrina de salvación, tomo II, pág. 95.)
(5-4) 1 Reyes 17:3. ¿Dónde está el arroyo de Querit?
"Nosotros no sabemos cuál de los afluentes del Jordán fuera el Querit, pero aparentemente era uno no muy conocido que estaba en un lugar aislado, donde Elias el Profeta pudo esconderse sin peligro de que los soldados, pastores o viajeros casuales lo descubrieran accidentalmente. Era también un lugar desolado en el que no había vida animal; por lo tanto, Elias dependía completamente del Señor para su sostén." (W. Cleon Skousen, The Fourth Thousand Years, pág. 336.)
(5-5) 1 Reyes 17:4, 6. ¿Quién alimentó a Elias?
Hay quienes insisten en que el vocablo cuervos es un error de traducción y que debería decir mercaderes o comerciantes. Otros eruditos no están de acuerdo con esto. Insisten en que el vocablo hebreo está bien traducido a nuestra lengua tal como lo tenemos. El hecho de que Elias estaba oculto hace improbable que mercaderes o comerciantes fueran hasta donde estaba, dos veces por día. Y el énfasis dado por el escritor sugiere que se trataba de un cuidado milagroso más que un intercambio entre Elias y otros hombres.
(5-6) 1 Reyes 17:9. La viuda de Sarepta
Sarepta estaba sobre la costa del Mediterráneo entre Tiro y Sidón, en lo que ahora es el Líbano; en aquel entonces se llamaba Fenicia y estaba situada fuera de los límites de Israel. La pobre viuda solamente tenía un poquito de harina con la cual hacer una torta para freír. Su tinaja probablemente era de barro y su vasija una botella de arcilla. Los recipientes de madera no sirven para guardar harina en el Medio Oriente porque no la protegen de los insectos.
La solicitud de Elias de que la viuda le preparara comida no fue una solicitud egoísta, sino más bien para probar la fe de la mujer. Por motivo de que pasó bien la prueba, la promesa de Elias de que la tinaja de harina y la vasija de aceite no quedarían vacías durante el período de escasez se cumplió. Esta viuda no solamente proveyó lo necesario para sus propias necesidades en un período de gran dificultad, sino que dio a otros un ejemplo de gran fe. En un intento para abrir los ojos de sus coterráneos llenos de prejuicios, Jesús habló de esta mujer sidonita que obedeció el mandamiento de Dios y suplió las necesidades físicas de su profeta: "En verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elias, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elias, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón" (Lucas 4:25-26).
(5-7) 1 Reyes 17:17-24. Elias levanta al muerto
Este es el cuarto milagro mencionado en este capítulo. Lo efectuó Elias mediante el poder del sacerdoció. Primero acarreó el hambre (véase vers. 1); luego fue alimentado por los cuervos (véase vers. 6); después milagrosamente consiguió que la provisión de la viuda se renovara continuamente (véase vers. 13-16). Luego efectuó un portentoso milagro mediante el poder de Dios. El clamor de la viuda (vers. 18) fue más un ruego de ayuda que una crítica. En realidad estaba diciendo: "Pensé que por haber cobijado a un profeta tendría bendiciones y protección; en cambio, la tragedia ha golpeado mi casa".
(5-8) 1 Reyes 18:1-16. Elias fue enviado a encontrarse con Acab
Abdías era el chambelán del rey, o gobernador de la casa del rey. Como tal, era responsable de disponer las entrevistas del monarca. Por esta razón es que Elias le dijo a Abdías que quería tener una entrevista con el rey Acab. El hecho de que el rey y su principal mayordomo tuvieran que buscar agua y hierba ellos mismos muestra que el hambre se había tornado grave (véase vers. 5-6).
Acab sabía que Elias había acarreado esta dificultad, de manera que lo buscaba. Aparentemente Acab tenía mucho poder y autoridad entre las naciones vecinas, porque les pidió que le aseguraran de que no estaban escondiendo a Elias o que no sabían de su paradero (véase vers. 10). Sin embargo, a veces alguien informaba haber visto al profeta, pero cuando Acab llegaba al lugar, Elias ya había desaparecido. Acab entonces mataba a la persona que había dicho haberlo visto. El temor de Abdías de que Elias volviera a desaparecer se debía a que conocía este detalle: que Acab no vacilaría en nacerlo ejecutar si no le entregaba al profeta (véase vers. 12-16). Elias le prometió a Abdías que se presentaría ante Acab (véase vers. 15).
No sabemos si este Abdías, que "era en gran manera temeroso de Jehová" (vers. 3), era el mismo que escribió el libro que lleva su nombre en el Antiguo Testamento, aunque hay algunos que creen que sí.
(5-9) 1 Reyes 18:17-18. ¿Quién había turbado a Israel?
Estos versículos han sido inspiración de muchos sermones, pues los inicuos generalmente culpan de sus desventuras a otros. Elias no tenía poder por sí mismo para acarrear el hambre, sino que él solamente era el agente del Señor. Acab y su política eran la verdadera causa de la turbación de Israel, pero el rey rehusó aceptar esa responsabilidad.
(5-10) 1 Reyes 18:19. El Monte Carmelo
El Monte Carmelo es una cadena montañosa de varios kilómetros de extensión que corre de sudeste a noroeste. Sus elevaciones sudorientales están próximas al extremo noroeste del gran Valle de Jezreel, y su borde noroeste se proyecta al Mediterráneo sobre las costas septentrionales del moderno Israel. (Véase "Palestina del Antiguo Testamento", en la sección Mapas.) Elevándose abruptamente a unos 600 metros sobre el nivel del mar, resulta impresionante y llegó a ser sinónimo de belleza. Se le menciona en forma figurada en Doctrina y Convenios. (Véase D. y C. 128:19.)
(5-11) 1 Reyes 18:21. "¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?"
Clarke ofreció el siguiente comentario en cuanto a la indecisión de Israel: "Literalmente (la frase significa): '¿Cuánto tiempo estaréis saltando entre dos ramas?7 Es una metáfora tomada del hecho de que las aves saltan de rama en rama, no sabiendo en cuál quedar. Tal vez no hay que desestimar la idea de claudicar. Estaban claudicando y no podían andar rectamente; temían a Jehová y, por lo tanto, no podían abandonarlo totalmente. Temían al rey y a la reina y, por lo tanto, pensaban que debían abrazar la religión del estado. Su conciencia les prohibía lo primero; su temor al hombre los persuadía a hacer lo segundo. Pero en ninguna de las dos cosas se entregaban de corazón; y en este punto sus mentes parecían estar en completo equilibrio y esperaban una oportunidad favorable para tomar una decisión. Tal oportunidad se presentaba en ese momento mediante la misericordia de Dios." (Commentary, 2:457.)
(5-12) 1 Reyes 18:22-24. El desafío
El encuentro que propuso Elias debe haber atraído a los profetas de Baal dado que el dios de ellos, el "Dios-sol", ciertamente podría enviar fuego si es que alguien podía. Además de los cuatrocientos cincuenta sacerdotes de Baal, había cuatrocientos sacerdotes de la divinidad femenina compañera de aquel dios, Asera, o Venus, a la cual adoraba Jezabel. Elias comentó en cuanto al número de profetas de Baal en contraste con el número de profetas del Señor (véase vers. 22).
(5-13) 1 Reyes 18:25-29. ¿Cuánto tiempo estuvieron los sacerdotes de Baal llamando a su dios? ¿Por qué?
Las palabras de burla proferidas por Elias, en el versículo 27, fueron motivo para que los sacerdotes de Baal reiniciaran sus esfuerzos. Elias realmente estaba diciendo: "Gritad más fuerte; si es un dios, ciertamente puede oír. Pero, tal vez esté de viaje, o esté cazando o tal vez durmiendo". Tales comentarios mantuvieron a los sacerdotes de Baal en acción todo el día. Clarke comenta: "Desde la mañana al mediodía. Parece que los sacerdotes de Baal emplearon el día entero en sus ritos desesperados. El tiempo se dividió en dos períodos: 1) Desde la mañana al mediodía; período empleado en la preparación y ofrenda del sacrificio, y en total entrega a pedir fuego del cielo. Pero no hubo respuesta y al mediodía Elias comenzó a burlarse de ellos. Esto los incitó a comenzar de nuevo. Y, 2) continuaron desde el mediodía hasta la hora de ofrecer el sacrificio de la tarde, bailando, cortándose la piel con sus cuchillos, mezclando su propia sangre con su sacrificio, orando, suplicando y actuando en la forma más frenética." (Commentary, 2:457.)
(5-14) 1 Reyes 18:28. ¿Por qué los sacerdotes de Baal se producían heridas al clamar a su dios?
Aparentemente pensaron que este acto de autohu-millación los haría aceptables a su dios, que en esa forma les prestaría su atención y demostrarían su sinceridad. Un conocido escritor y viajero habló de extravagancias similares a ésas que observó en Gaza en tiempos modernos. Hablando de los galli, un grupo de hombres y mujeres automutilados semejantes a los sacerdotes de Asera, dijo:
" 'Un trompetista iba adelante de ellos anunciando su llegada a los pueblos, a las granjas, o a las calles, mediante estridencias de su instrumento, que era un cuerno retorcido. Los mendigos gallis venían detrás en fantásticos atuendos, siguiendo a un líder: un asno en medio de ellos, portando sus bolsas de pordioseros y una imagen de la diosa, cubierta por un velo. Estaban vestidos con ropas de mujer, de diferentes colores. Tenían los rostros y ojos pintados como los de las mujeres y la cabeza envuelta con turbantes de lino o de seda. Sus brazos estaban descubiertos hasta los hombros, y todos iban bailando por la calle al son de una música salvaje, sosteniendo enormes espadas y picas, con látigos para flagelarse y haciendo un ruido espantoso con cascabeles, pífanos, címbalos y tamboriles. Cuando llegaban al patio de una granja, comenzaban su delirio. Un grito espantoso abría la escena. Entonces comenzaban a saltar unos cerca de otros, con la cabeza inclinada hacia el suelo, lo más bajo posible, mientras se movían en círculos. Su cabello suelto se arrastraba por el polvo. Pronto comenzaban a morderse los brazos y después a golpearse con las espadas de doble filo… '
"Luego comenzaba una escena diferente: 'Uno de ellos, el caudillo de este frenesí, comenzaba a profetizar, con suspiros y gruñidos, lamentando en voz alta sus pecados que ahora vengaba mediante el castigo de su carne. Luego tomaba el látigo y se golpeaba la espalda, cortándose también con la espada hasta que corría la sangre'." (En la obra de Cunningham Geikie, Hours with the Bible, 3:399-400.)
(5-15) 1 Reyes 18:33-35. ¿Por qué Elias hizo empapar con agua el lugar del sacrificio?
Los sacerdotes de Baal eran tan inescrupulosos que arreglaron el fuego por debajo, para que pareciera encenderse espontáneamente. Un antiguo escritor dice que había visto "bajo los altares de los paganos, orificios cavados en el suelo con chimeneas saliendo de ellos que se comunicaban con aberturas sobre los altares. En los primeros, los sacerdotes escondían el fuego, el cual, conduciéndose por las chimeneas hacia los agujeros, encendían la madera y consumían el sacrificio con un fuego aparentemente milagroso." (En Clarke, Commentary, 2:459.)
Sin duda Elias hizo empapar el altar y el sacrificio tanto en razón de los sacerdotes como del pueblo. El quería convencerlos de que no habría trampas y al mismo tiempo mostrarles que el poder del Señor se pondría de manifiesto. Fue un acto osado y dramático que demostró su absoluta confianza en el poder del Dios verdadero.
(5-16) 1 Reyes 18:38. ¿Qué era el fuego del Señor?
"El fuego que procedía de Jehová no era un relámpago de la naturaleza, ya que éste no hubiera podido producir un efecto como el que resultó, sino un fuego milagroso que cayó del cielo y cuyo origen sobrenatural se puso de manifiesto en el hecho de que no solamente consumió totalmente el sacrificio con los leños que estaban sobre el altar, sino también las piedras del altar, la tierra que había sido preparada para formar el muro de contención y hasta lamió el agua que estaba en la zanja (véase 1 Crónicas 21:26; 2 Crónicas 7:1; Levítico 9:24). Mediante este milagro Jehová no solamente respaldó a Elias como su siervo y profeta, sino que demostró ser el Dios viviente al cual Israel debía servir. Así fue que todos los que estaban presentes cayeron sobre sus rostros adorando, tal como lo habían hecho en el pasado, es decir, al consagrar el altar [Levítico 9:24] y confesar 'Jehová es Dios'." (Keil y Delitzsch, Commentary, 3:1:249.)
(5-17) 1 Reyes 19:2-8. Elias huye de Jezabel
Estos versículos muestran cuán poderosa y corrupta era Jezabel. Aun después del fuego milagroso que bajó del cielo, lo único que sintió esta mujer fue ira, y juró que en venganza quitaría la vida a Elias. El profeta huyó, primero al territorio de Judá (en Beerseba) y luego al Monte Horeb (Sinaí), a unos 250 kilómetros más al sur.
Elias o ayunaba o recibía alimento proporcionado por el Señor durante este tiempo. Si Elias ciertamente estuvo sin alimento cuarenta días, como dice el versículo 8, entonces tuvo una experiencia semejante a la de Moisés (véase Exodo 24:18; 34:28; Deuteronomio 9:9-25) y a la del Salvador (véase Mateo 4:2). Y como Moisés en Sinaí, Elias también recibió allí revelaciones.
Debe haber sido un período de soledad para él. Los hombres buscaban quitarle la vida, él mismo creía que era el único profeta fiel que quedaba en Israel y se escondía en una cueva. El presidente Joseph Fielding Smith escribió lo siguiente: "Cuando llegó allí, el Señor lo llamó y le preguntó qué estaba haciendo en ese lugar; y en su pena, debido a la dureza de corazón del pueblo, le contó al Señor que sólo él quedaba y que lo buscaban para matarlo. Pero el Señor le mostró que había otros que permanecían fieles a El, aun 7.000." (Doctrina de salvación, tomo II, págs. 98-99.)
Los que prestan atención para oír la voz de Dios saben que ella no está en el poder que destroza las rocas y la tierra (véase vers. 11) ni en el fuego, sino en la voz suave y apacible que habla al corazón del hombre. Cuando Elias oyó esa voz, "salió" para conversar con el Señor (vers. 13). Animado, Elias regresó a pedido del Señor y llevó a cabo la misión que se le había asignado. El vocablo celo, tal como se emplea en los versículos 10 y 14, significa dedicación. El nuevo profeta elegido para tomar el lugar de Elias fue Elíseo.
(5-18) 1 Reyes 19:4-16. ¿Adonde llevaron a Elias sus continuos viajes?
El mapa que se incluye muestra los viajes de Elias desde la época en la que dejó el arroyo de Querit hasta llegar a Damasco, en Siria, donde ungió al rey de una nación extranjera. Así tenemos una idea de cuán extenso fue su ministerio.
(5-19) 1 Reyes 19:15. Jehová, el Dios de muchas naciones
Este versículo muestra que Dios y los profetas de Israel tenían influencia sobre otras naciones, aparte de Israel. Nada más se sabe con relación a las circunstancias que hicieron posible que Elias ungiera a un rey de Siria.
(5-20) 1 Reyes 19:17. ¿A quién mató Elíseo?
No hay ningún registro de que Elíseo haya dado muerte a alguien. Este pasaje podría significar que Elíseo estaba profetizando la muerte de algunas personas. Naturalmente, la historia contenida en la Biblia, tal como la tenemos hoy día, es fragmentaria, y los detalles del incidente al que aquí se hace referencia tal vez se hayan perdido.
(5-21) 1 Reyes 19:19-21. Doce yuntas de bueyes
Elíseo debe haber sido rico para haber estado arando con doce yuntas de bueyes, pues cada yunta tiraba de un arado y era dirigida por un siervo. El hecho de haber matado a dos bueyes también indica riqueza, y el haber quemado el arado simbólicamente representa el rechazo, por parte de Elíseo, de la riqueza mundana, al prepararse para seguir a Elias el Profeta y hacer el considerable sacrificio material que se requería al responder al llamamiento profético.
(5-22) 1 Reyes 19:19. ¿En qué consistía el manto que el profeta puso sobre Elíseo?
En la época de Elias se llamaba manto a un abrigo o túnica.
"Cuando Elias se dirigió hacia el arado al lado del cual estaba Elíseo, el profeta simplemente se quitó su rústico manto y lo puso sobre los hombros de Elíseo. El sorprendido Elíseo pareció entender el significado de este gesto. Elias lo estaba designando para el llamamiento de profeta y eligiéndolo como su futuro sucesor. No se empleó una explicación detallada ni la persuasión para inducir a Elíseo a aceptar el llamamiento. No fue necesario, pues él era uno de los 7.000 mencionados por el Señor, que no había doblado la rodilla a Baal, sino que había respetado el Santo Sacerdocio de Dios, y aceptó con entusiasmo la disciplina y obediencia requeridas para tal llamamiento." (Skousen, Fourth Thousand Years, pág. 359.)
A raíz de este sencillo acto, la frase "manto del profeta" ha llegado a significar el llamamiento y oficio del profeta.
(5-23) No se aplica
(5-24) 1 Reyes 20, 22. Batallas con Siria
Estos capítulos detallan dos batallas distintas entre Israel y Siria. Israel ganó la primera pero perdió la segunda.
(5-25) 1 Reyes 20:28. ¿Qué significa "Jehová es Dios de los montes, y no Dios de los valles"?
"Aquí parece hacerse referencia a la opinión prevalente entre todas las naciones paganas, de que las diferentes regiones de la tierra tenían divinidades distintas. Había dioses para los bosques, las montañas, los mares, los cielos y las regiones bajas. Los sirios parecen haber recibido la impresión de que Jehová era especialmente el Dios de las montañas, pero El les manifestó que reinaba en todas partes." (James M. Freeman, Manners and Customs of the Bible, pág. 165.)
(5-26) 1 Reyes 20:38-43. Se decreta la muerte de Acab
En su encuentro con el profeta del Señor, Acab imprudentemente decretó su propia muerte. La profecía se cumplió en la siguiente batalla con los sirios (véase 1 Reyes 22:34-35.) Esa fue su recompensa por no haber dado muerte a Ben-adad como el Señor había ordenado.
(5-27) 1 Reyes 21:2-24. La viña de Nabot
La oferta de Acab para comprar la viña de Nabot puede parecer justa a primer golpe de vista. Pero Nabot no podía vender, ya que su tierra había sido heredada, y la ley de Moisés no permitía la venta de la herencia, excepto en casos de extrema pobreza, y en ese caso solamente se permitía venderla o hipotecarla hasta el año de jubileo, cuando sería reclamada. Acab deseaba adquirir la propiedad en forma permanente. De ahí la respuesta de Nabot:
"Guárdeme Jehová" (vers. 3). El enojo de Acab al serle negado lo que quería (vers. 4) nos da a entender el carácter que tenía. El rey era dueño de más del noventa por ciento de la tierra de Israel, pero se sentía mal porque no podía obtener todo lo que quería.
Estos versículos también muestran cómo la esposa de Acab, Jezabel, disponía los asuntos de su marido sin ningún impedimento (véase vers. 16). La frase "hijos de Belial" era un término de aplicación general que se empleaba para designar a toda persona malvada: a los mentirosos, ladrones, asesinos. Se ve claramente que el castigo pronunciado sobre Acab y Jezabel era justo según el carácter de ellos (véase vers. 19, 23).
(5-28) 1 Reyes 21:27-29. Los pecados de los padres y de los hijos
Por motivo de la vida inicua de Acab, el Señor profetizó que el rey perdería su posteridad (véase 1 Reyes 21:21). Los versículos 27 al 29 muestran la relación entre el arrepentimiento y las consecuencias del pecado. Siendo que Acab se arrepintió, el "mal" se postergó hasta que el hijo de Acab ocupó el trono.
(5-29) 1 Reyes 22:2-16. Acab y Josafat
La amistad entre Acab, rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, pudo haber surgido porque Joram, el hijo de Josafat, se había casado con la hija de Acab, llamada Atalía. Esta amistad no agradó al Señor, y Josafat fue seriamente reprendido por fomentarla (véase 2 Crónicas 19:1-3).
Ambos reyes estaban considerando aliarse para luchar contra los sirios. Los falsos profetas de Acab, o sus consejeros, dijeron que sí, pero Micaías, profeta de Dios, dijo que no. Las palabras de Micaías contenidas en el versículo 15, "serás prosperado", fueron dichas con gran sarcasmo. Es como si Micaías hubiera dicho: "Todos tus falsos profetas han predicho éxito. Quieres que yo haga lo mismo, de manera que lo haré: 'serás prosperado' ". Esto lo dijo con desdén para hacer saber al rey que era contrario al consejo verdadero de Micaías. De ahí la respuesta del rey en el versículo 16.
(5-30) 1 Reyes 22:23-24. ¿Puso el Señor "espíritus de mentira" en los profetas de Acab?
El Señor no pone "espíritus de mentira" en ningún hombre. Como lo explicó Clarke, la expresión hebrea significa que el Señor "permitió" que un espíritu de mentira influyera en los profetas. Hay que recordar que las Escrituras repetidamente representan a Dios como autor de lo que, en el curso de su providencia, solamente permite que suceda. Nada se puede hacer en el cielo, o en la tierra, o en el infierno, sino mediante su inmediata energía o su permiso. Esta es la razón por la que las Escrituras dicen lo que se menciona anteriormente." (Commentary, 2:476.)
(5-31) 1 Reyes 22:34. ¿Qué son las junturas de la armadura?
Los antiguos guerreros se cubrían con armaduras. Para matar a un guerrero era necesario que la flecha pasara a través del espacio que quedaba donde una parte de la armadura se unía a otra.
(5-32) 2 Reyes 1:1. ¿Quiénes eran los moabitas que se rebelaron contra Israel?
Los moabitas ocupaban el territorio al oriente del Mar Muerto y eran descendientes de Lot (véase Génesis 19:37). Años antes David los había subyugado y también a sus parientes lejanos, los amonitas, que también eran descendientes de Lot y que ocupaban un territorio al norte de Moab. Los moabitas ahora veían la oportunidad de romper la relación con los israelitas y estaban decididos a sacar el mayor provecho. Su rey, un hombre llamado Mesa, estaba tan orgulloso por la rebelión de los moabitas que escribió acerca de la misma sobre una gran piedra negra que ha sido descubierta por los arqueólogos. En esta piedra se encuentran más detalles de esta rebelión que en la Biblia. Mesa escribió sobre la piedra el relato de cientos de ciudades que fueron añadidas a su reino y cómo él construyó cisternas o depósitos de abastecimiento de agua, acueductos y fortificaciones.
(5-33) 2 Reyes 1:3. ¿Quién es Baal-zebub?
"Este nombre dado a Satanás indica su posición como príncipe o caudillo de los demonios. Es el mismo nombre (Baal-zebub) dado a un antiguo dios de los paganos. (2 Reyes 1:3.) En su rebelión contra la luz, los antiguos judíos aplicaron el nombre de Baal-zebub a Cristo (Mateo 10:25), y también dijeron que echaba demonios mediante el poder de Baal-zebub (Mateo 12:22-30)." (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, pág. 75.)
(5-34) 2 Reyes 1:8. Descripción de Elias el Profeta
La declaración de que Elias era un hombre que llevaba puesto un vestido de pelo indica que llevaba una vestimenta rústica, probablemente hecha de pelo de camello o cabra. Es probable que haya empleado la piel del animal con el pelo todavía en ella (véase Hebreos 9:37).
(5-35) 2 Reyes 1:9-14. ¿Fue un acto de crueldad destruir a estos soldados?
"Hay quienes culpan al profeta por haber destruido a estos hombres, haciendo caer fuego del cielo sobre ellos. Pero quienes hacen eso no consideran que Elias no tenía más poder que ellos para atraer el fuego, solamente Dios pudo mandarlo, y puesto que Dios es justo y bueno, no habría destruido a estos hombres si no hubiera habido suficiente causa como para justificarlo. No fue para agradar a Elias, ni para gratificar un sentimiento vengativo que Dios actuó en aquella forma, sino para mostrar su propio poder y justicia. Ningún ruego de Elias podría haber inducido a Dios a efectuar un acto que fuera equivocado. Elias, personalmente, no se preocupó del asunto. Dios lo llevó sencillamente a anunciar estas cosas que El mismo había determinado hacer. Si yo soy varón de Dios (como diciendo, tan ciertamente como que soy un varón de Dios), descienda fuego,del cielo y consúmate con tus cincuenta. Este es el significado literal del original; y así vemos que las palabras de Elias fueron solamente declaratorias y no imprecatorias." (Clarke, Commentary, 2:482.)
(5-36) 2 Reyes 1:17. Joram y Joram
Hay dos individuos que llevaban el nombre de Joram y que eran contemporáneos: Joram, hijo de Acab, en el reino del norte; y Joram, hijo de Josafat, en el reino del sur.
(5-37) 2 Reyes 2. ¿Adonde fueron Elias y Elíseo en sus viajes?
En este capítulo está claro que Elias y Elíseo recorrieron grandes distancias durante este período. Estudie el mapa que aparece a continuación para conocer el recorrido de sus viajes.
(5-38) 2 Reyes 2-8. El cruce del Jordán con Elias el Profeta
Aquí encontramos un milagro efectuado mediante el sacerdocio de Elias. Dividió o quitó el sello a las aguas del Jordán. El trajo este mismo poder del sacerdocio, y las llaves para ejercerlo, a Pedro, Santiago y Juan en el monte de la transfiguración (véase Mateo 17:1-13; Enseñanzas del profeta José Smith, pág. 184).
(5-39) 2 Reyes 2:11. ¿Fue Elias realmente llevado al cielo?
El vocablo cielo tiene más de un significado. A veces se emplea para representar a aquella parte del espacio que parece formar una bóveda encima de nosotros; otras veces se refiere a la gloria celestial. Elias fue recogido de esta tierra como un ser trasladado, pero no necesariamente a la gloria celestial. El profeta José Smith enseñó lo siguiente:
"Muchos han supuesto que la doctrina de la traslación era un principio mediante el cual los hombres eran llevados inmediatamente a la presencia de Dios y a una plenitud eterna, pero ése es un concepto equivocado. Su lugar de morada es de orden terrestre, y es un lugar reservado para los personajes que el Padre mantuvo en reserva para ser ángeles ministrantes de muchos planetas y para los que todavía no han entrado en una plenitud total como los que han resucitado de entre los muertos. 'Otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección' (parte del versículo 35 del capítulo 11 de Hebreos).
"Y es evidente que había una mejor resurrección, o de lo contrario Dios no se lo habría revelado a Pablo. De ahí que se puede decir que hay, en efecto, una mejor resurrección. Se hace esta distinción entre la doctrina de la resurrección misma y la de la traslación: La traslación hace posible que la persona se libere de las torturas y sufrimientos del cuerpo, pero la existencia se prolonga en lo que respecta a las obras y esfuerzos del ministerio antes de que los individuos así afectados puedan obtener un gran descanso y gloria." (History of the Church, 4:210.)
(5-40) 2 Reyes 2:14. El manto de Elias el Profeta
La capa de Elias, o el manto, era símbolo de su autoridad. La posesión de la misma simbolizaba que la autoridad anteriormente en posesión de Elias ahora estaba en Eliseo. (Véase Comentarios sobre 1 Reyes 19:19.)
(5-41) 2 Reyes 2:20. ¿Sirve la sal para purificar el agua?
El empleo de la sal hace que éste sea un gran milagro dado que la sal normalmente echa a perder el agua en lugar de purificarla.
(5-42) 2 Reyes 2:23-24. ¿Debe Eliseo ser culpado por la muerte de estos "muchachos"?
Para intentar responder a esta pregunta, consideremos las interpretaciones siguientes:
-
El vocablo empleado en nuestra versión: "muchachos" indica juventud en contraposición a vejez, y puede ser traducido no sólo como muchachos (niños) sino también como jóvenes, indicando siervos, o jóvenes aptos para ir a la batalla.
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En el versículo 24 la idea llega al final. Este final está indicado por el punto después de "y los maldijo en el nombre de Jehová". Luego el versículo prosigue indicando que del monte salieron dos osos. No se puede justificar plenamente la idea de que Eliseo haya dirigido a los animales. Clarke sugirió lo siguiente: "¿No es posible suponer que estos cuarenta y dos eran un grupo de jóvenes infortunados que trabajaban en el bosque; se ocuparon en matar las crías de los osos que ahora los persiguieron y los despedazaron por el daño que habían hecho? Ya nos hemos enterado de la ferocidad de la osa cuando le roban a sus cachorros (véase 2 Samuel 17:8). La mención del oso añade colorido a la conjetura anterior, y, probablemente cuando estos muchachos insultaron al profeta, los osos que estaban buscando el rastro de los destructores de sus crías llegaron en medio de los insultos que proferían. La providencia de Dios ordenó que así ocurriera para que apareciera este efecto natural como una causa Divina. Si la conjetura es correcta, los osos fueron preparados por su pérdida para ejecutar la maldición del profeta, y la justicia de Dios los guió al lugar para castigar la iniquidad que se había perpetrado." (Véase Commentary, 2:486.)
RESUMEN ANALITICO
(5-43) Los profetas vivientes y los profetas muertos
Esta sección tiene que ver con dos profetas: Eliseo y Micaías. Este último aconsejó a Acab y a Josafat, pero Acab no quedó complacido con el consejo que les dio porque no le decía lo que él quería escuchar; además aborrecía a Micaías debido a que éste no lo adulaba (1 Reyes 22). Por motivo de que a Acab no le gustaba nada de lo que los profetas decían de él, optó por perseguirlos.
En la actualidad, sin embargo, Elias el Profeta es honrado por gente de todas partes: judíos, cristianos e islámicos, como uno de los grandes profetas de la historia.
¿Es más fácil creer en un profeta muerto porque su consejo se aplica más directamente a otra época? El élder Bruce R. McConkie dijo:
"Parece fácil creer en los profetas que han muerto y creer y seguir el consejo que éstos dieron a otra gente; pero, como ha sucedido en todas las épocas en que el Señor ha tenido un pueblo sobre la tierra, tenemos que afrontar la gran prueba de si prestaremos atención a las palabras de sus oráculos vivientes y seguiremos el consejo y las instrucciones que ellos dan para nuestros días.
" 'Hijos de Abraham somos, dijeron a Jehová los judíos;
a nuestro Padre seguiremos, su tesoro heredaremos.
Mas de Jesús nuestro Señor, el firme reproche recibimos:
Sois hijos de Aquel, a quien obedecer os proponéis;
si la simiente de Abraham fueseis, su camino seguiríais
y de la ira del Padre libraros podríais.
" 'A Moisés y a los profetas de antaño tenemos
como oro y plata; todas sus palabras atesoraremos.
Mas de Jesús nuestro Señor, la sensata palabra vino:
Si a Moisés os volvéis, a su palabra entonces oído prestad:
Sólo así valiosos galardones podréis esperar,
porque él de mi venida y de mis obras mucho os habló.
" 'A Pedro y a Pablo tenemos; sus pasos sigamos
al adorar a su Dios, dicen los cristianos.
Mas el Señor de vivos y muertos nos habla, diciendo:
En manos de estos profetas, videntes y reveladores,
que en vuestros días viven, mis llaves he depositado;
a ellos os habéis de volver, si queréis al Padre complacer. '
-Bruce R. McConkie."
(Liahona, nov. de 1974, pág. 31.)
En alguna forma los santos de estos tiempos caen en las mismas trampas en las que cayó el antiguo Israel. ¿Ha oído usted a algunas personas alabar las enseñanzas de José Smith el Profeta, y al mismo tiempo criticar a los líderes actuales de la Iglesia por declaraciones que hayan hecho o decisiones que hayan tomado y que están en oposición a las ideas personales del individuo o a sus preferencias? ¿Acaso no decimos que honramos a los profetas, pero al mismo tiempo no escribimos en nuestros diarios, no cultivamos nuestros huertos ni estudiamos las Escrituras? A algunos que leen el Antiguo Testamento les parece increíble y a la vez triste que aquellos pueblos fueran tan orgullosos y rebeldes. Pero el gran valor de estudiar esta obra está en que ella proporciona normas bien claras para medir nuestra propia conducta.
(5-44) ¿Quién turbaba a Israel?
¿Recuerda el diálogo entre Acab y Elias al final de la sequía de tres años? Acab preguntó al profeta: "¿Eres tú el que turbas a Israel?" Y Elias respondió: "Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales". (1 Reyes 18:17-18.)
Elias no tenía poder personal para producir una sequía, ni llamar fuego del cielo ni para acarrear el fin de la casa de Acab y su familia, así como tampoco para castigar o destruir a Israel. El solamente era un instrumento en manos del Señor. Fue la maldad de Israel la que creó el caos y la calamidad. En algunos casos el Señor intervino para castigar directamente. En otros sencillamente permitió que las leyes dadas al mundo (véase D. y C. 88:42) siguieran su curso. Elias sabía lo que tenía que profetizar solamente porque era el elegido para revelarlo. ¿Quién iba a pensar que la idolatría podía llevar a violar tantas leyes, como aconteció en los días de Elias?
Es fácil mirar retrospectivamente y ver cuán alocada fue la conducta de Acab, de Jezabel y de los israelitas que se hallaban entre dos opiniones. Pero, ¿qué podemos decir de hoy día? ¿Están los hombres inclinados a titubear entre servir a Dios y servir al diablo? ¿Quieren oír solamente cosas buenas respecto a sus malas elecciones? ¿Tienen la tendencia a echar la culpa a otros por los reveses de la vida? ¿O aprenderán que los hombres cosechan exactamente lo que siembran? "Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna" (Gálatas 6:8).
El élder Bruce R. McConkie dijo que "la gran necesidad del mundo en la actualidad no es un profeta enviado por el Señor para revelar su voluntad y su intención, pues ya tenemos tal profeta. Nos guían muchos hombres que tienen el espíritu de inspiración. La gran necesidad del mundo hoy en día es que los hombres presten oído atento y atención a las palabras que salen de la boca de los profetas". (Liahona, nov. de 1974, pág. 3.)