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Agradecido por el profeta
Me siento muy agradecido por el profeta y por poder leer sus mensajes en la revista Liahona. Estos artículos me permiten tomar buenas decisiones a fin de conservarme digno de las bendiciones del Señor, además de permitirme ser un buen ejemplo para los demás.
Allan Dublas Pamugas, Rama Aborlan, Distrito Narra, Filipinas
Un milagro en mi vida
La revista Liahona es un milagro en mi vida. Sus artículos son como un bálsamo sanador para el alma; fortalecen mi testimonio y mi fe y me ofrecen esperanza en los momentos difíciles. Concretamente disfruté del artículo “Todo tiene su tiempo”, del élder Dallin H. Oaks, aparecido en el ejemplar de octubre de 2003. Gracias por estos mensajes y por todos los que son una luz en mi vida. Sé que el Espíritu conmoverá el corazón de todo aquel que lea esta revista.
Johanna Recalde, Barrio Villa Elisa, Estaca Fernando de la Mora Sur, Paraguay
Mi corazón comenzó a hacerse receptivo
Antes de bautizarme los misioneros me dieron varios ejemplares de la revista Liahona para que los leyera. Aún recuerdo lo maravillada que me quedé después de leer el artículo “Jesús el Cristo: nuestro Maestro y más”, por el élder Russell M. Nelson, que aparece en el ejemplar de abril de 2000. Me di cuenta de que tenía un Salvador y que me amaba, y que Él era el único ejemplo perfecto que debía seguir.
Creo que desde el momento en que comencé a leer esta magnífica revista mi corazón comenzó a hacerse receptivo para que pudiera aceptar el Evangelio.
Me siento inmensamente agradecida al Señor hoy día (como le sucedió a Lehi en su época) por tener una Liahona que nos guía.
Roseana R. Santos, Rama Poções, Estaca Vitória da Conquista, Brasil
Consuelo y fortaleza
La revista Liahona es un don magnífico que el Señor da a los santos de esta dispensación. Nos brinda consuelo y fortaleza durante nuestras pruebas y nos permite sentir que no estamos solos. Me siento realmente agradecido por esta brújula actual. Sé que tenemos la verdad y que seremos bendecidos al seguir al Salvador.
Sergio Sierra Moctezuma, Barrio Las Joyas, Estaca Benito Juárez, San Luis Potosí, México
El Espíritu testificó
Quiero dar gracias hoy a nuestro Padre Celestial porque Su Iglesia está en la tierra y porque tenemos la revista Liahona. Me gustó mucho el artículo de la serie Clásicos del Evangelio, del ejemplar de diciembre de 2003 titulado “La divinidad de Jesucristo”, por el élder Orson F. Whitney. Al leerlo, sentí el Espíritu fuertemente y supe que las experiencias del élder Whitney eran verdaderas. Sé también que nuestro Padre Celestial tiene un propósito para cada uno de Sus hijos, que nos ama y que desea que cada uno regrese a su hogar celestial.
Katherin Priscila Terceros Vidal, Barrio Cala Cala, Estaca Universidad, Cochabamba, Bolivia