Mensaje de las maestras visitantes
Regocijémonos en comprender el propósito de la vida
Por medio de la oración, seleccione y lea de este mensaje los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.
El profeta José Smith: “El gran plan de la salvación es algo que debería ocupar toda nuestra atención y estimarse como uno de los mejores dones que del cielo ha venido al género humano” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 75).
¿Cuál es el plan de Dios para Sus hijos?
Moisés 1:39: “Ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre”.
La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles: “En la vida premortal, los hijos y las hijas espirituales de Dios lo conocieron y lo adoraron como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por el cual obtendrían un cuerpo físico y ganarían experiencias terrenales para progresar hacia la perfección y finalmente cumplir su destino divino como herederos de la vida eterna” (“La familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49).
Abraham 3:24–25: “Haremos una tierra sobre la cual éstos puedan morar; y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare”.
Élder Bruce C. Hafen, de los Setenta: “Esta tierra no es nuestro hogar; sino que estamos en una escuela intentando dominar las lecciones del ‘gran plan de felicidad’ para regresar a casa… Por necesidad, el plan tiene espinas y lágrimas: las de Él y las nuestras. Pero, puesto que Él y nosotros trabajamos en eso juntos, el ser ‘uno’ con Él para vencer toda oposición nos dará un ‘gozo incomprensible’. La expiación de Cristo está en el centro mismo de ese plan” (“La Expiación: Todo por todo”, Liahona, mayo de 2004, pág. 98).
Élder Henry B. Eyring, del Quórum de los Doce Apóstoles: “El propósito de las creaciones de Dios y el darnos la vida es permitirnos tener aquellas experiencias que precisamos aprender para volver a Él y vivir con Él en vida eterna. Esto sólo es posible cuando nuestra naturaleza cambia mediante la fe en el Señor Jesucristo, el verdadero arrepentimiento y la realización y observancia de los convenios que Él nos ofrece” (“Education for Real Life”, Ensign, octubre de 2002, pág. 16).
¿En qué forma el regocijarme en el plan de Dios puede ayudarme en mis pruebas?
Élder Neal A. Maxwell (1926–2004), del Quórum de los Doce Apóstoles: “El tratar de comprender las pruebas y el significado de la vida sin antes entender el maravilloso plan de nuestro Padre Celestial en su totalidad es como tratar de entender una obra de teatro de tres actos y ver sólo el segundo. Afortunadamente, nuestro conocimiento del Salvador Jesucristo y de Su Expiación nos ayuda a soportar nuestras pruebas, a darnos cuenta del propósito que tiene el sufrimiento y a confiar en Dios con respecto a lo que no comprendemos” (“Si lo sobrellevamos bien…”, Liahona, abril de 1999, pág. 10).
Susan W. Tanner, presidenta general de las Mujeres Jóvenes: “La Expiación de Jesucristo es el único camino para soportar las pruebas. Después de todo lo que podamos hacer, debemos confiar en Su fuerza… Cuando lo buscamos con humildad, Él contesta nuestras oraciones” (“How Will They Know Unless We Teach Them So?”, discurso pronunciado durante una actividad de puertas abiertas de las Mujeres Jóvenes, otoño de 2003).