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Los frutos de mis esfuerzos
Me dio mucho gusto ver en la página 32 del ejemplar de la revista Liahona de septiembre de 2008 a un grupo de jovencitos y jovencitas enfrente del Foro Romano. En 1971 presté servicio en una misión en Italia, y mientras nos encontrábamos haciendo proselitismo en Roma, mi compañero y yo enseñamos el Evangelio a dos niños maravillosos, Alberto y Massimo De Feo, quienes se bautizaron más tarde. Imaginen la alegría que sentí al ver a Denise De Feo en ese artículo y enterarme de que es hija de Massimo, quien actualmente es presidente de la Estaca Italia, Roma. Me enteré también que Alberto es presidente de una rama en Canadá. Estoy agradecido al Señor por las experiencias de mi misión y por ver los frutos de Su evangelio.
Oscar Blanc, Argentina
Gozo para mi alma
Durante momentos de tristeza, muchas veces acudo a la revista Liahona para leer los mensajes del profeta y de los apóstoles. Sus palabras brindan consuelo y gozo a mi alma. ¡Gracias por esta revista! Me hace sentir el amor de mi Padre Celestial y de mi Redentor Jesucristo.
María Elsy Waltero Orjuela, Colombia