Preguntas y respuestas
“Mis padres no son miembros de la Iglesia. ¿Cómo puedo compartir el Evangelio con ellos sin ofenderlos?”
Recuerda el mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12). Al mismo tiempo que respetes sus deseos, procura traer el Evangelio a tu hogar. Por ejemplo, podrías pedirle a tus padres que te ayuden con el Progreso Personal o con Mi deber a Dios, a fin de que se enteren de los buenos programas que tiene la Iglesia. Podrías invitar a amigos de la Iglesia a tu hogar y hablar con ellos acerca del Evangelio; esto podría dar pie a que tus padres te pregunten acerca de tus creencias. Por encima de todo, diles a tus padres lo agradecido que te sientes por ellos y por el Evangelio.
Cuando sientas que es el momento propicio, con espíritu de oración y sin presionarlos, invita a tus padres a orar contigo, a asistir a las reuniones o a una actividad de la Iglesia, o a efectuar la noche de hogar, por ejemplo. Si no desean hacerlo, respeta su postura. Si no están preparados para recibir el Evangelio en estos momentos, podrían estarlo en el futuro. Ora y mantén la esperanza de que llegue ese día.
Esfuérzate siempre por reconocer las virtudes de tus padres. Si los amas, la puerta de la oportunidad permanecerá abierta. Procura vivir el Evangelio lo mejor que puedas. Es posible que tus padres se interesen más al ver tu buen ejemplo y la forma en que el Evangelio te bendice.
Utiliza los pósteres de Liahona
Antes de mi bautismo en 2006, había estado asistiendo a otra iglesia a la que mis padres pertenecían. Al principio tenía miedo de hablar acerca de la Iglesia a mi familia porque tenía miedo al rechazo. No obstante, cuando comencé a colgar los pósteres de Liahona en varios lugares de nuestra casa, mis familiares empezaron a preguntar: “¿De qué trata esta imagen? ¿Qué significa?” Estas preguntas me facilitaron la tarea de hablar acerca de lo que la Iglesia ofrece a las familias. Por este medio, mi hermana menor se bautizó y, ahora que estoy en la misión, mi padre y mi madre me escriben para decirme lo mucho que les encanta ir a la Iglesia.
Élder Almeida, 20 años, Misión Brasil São Paulo Este
Vive el Evangelio
Mediante tu manera de vivir, comunícales a tus padres que la Iglesia es muy importante para ti y lo mucho que te aporta en la vida. Para ello, sigue el consejo de las Autoridades Generales y vive el Evangelio. Sé constante en tus oraciones, en la lectura de las Escrituras, en asistir a la Iglesia, en guardar los mandamientos, en vivir las normas que se encuentran en Para la fortaleza de la juventud, en esforzarte por alcanzar tus metas y en seguir al Espíritu Santo. También puedes orar y ayunar por tus padres y pedir la guía del Espíritu. Además, creo que debes expresarles el amor que sientes por ellos.
Andrew B., 14 años, Nevada, EE. UU.
Difícil, pero no imposible
Yo oraría y le pediría a Dios que, al hablar con mis padres, pusiera en mi boca las palabras apropiadas que debo decir para no ofenderlos. También le pediría Su Espíritu para que ellos puedan sentir mi sinceridad y mi amor. Les compartiría un pasaje de la Biblia que apoye el Libro de Mormón; compartiría mis experiencias y también mis sentimientos. Les diría que el Evangelio, el amor de Dios y la oración nos acercan a la paz espiritual que todos deseamos tener. La obra del Señor es difícil, pero no imposible. Confía en el Espíritu.
Jonathan E., 19 años, Veracruz, México
Explícales cómo te sientes
Si te da temor compartir el Evangelio, comienza diciéndoles lo que sientes al orar y al leer las Escrituras; explícales que tienes un testimonio y la razón por la que te gusta el Evangelio. Si lo pones en esa perspectiva, ellos podrán comprender y no se ofenderán.
Madison N., 14 años, Illinois, EE. UU.
Háblales con amor
Mi padre no es miembro, y a veces esto resulta difícil, pero he aprendido varias cosas. Primero, cuando le hablo con amor y no de manera condescendiente, le es difícil rechazar lo que le estoy diciendo. Papá siente ese amor, aunque no siempre estemos de acuerdo. Segundo, el Evangelio es sencillo. No tenemos por qué endulzarlo ni alterarlo, sino declarar verdades sencillas. Por último, recuerda que somos llamados a ser testigos de Cristo.
Paige I., 19, Utah, EE. UU.
Un cambio de corazón
Puedes dar un ejemplo positivo a tus padres al seguir las normas de la Iglesia y guardar todos los mandamientos, especialmente la Palabra de Sabiduría, y al mostrarles amor y obediencia en tus acciones. Esto tal vez los haga reflexionar sobre tu comportamiento y los ayude a venir a la Iglesia del Señor. Tengo la certeza de que, en tus oraciones personales, puedes pedir al Padre Celestial que lleve a cabo un cambio en el corazón de ellos.
Sharmila S., 18 años, Karnataka, India
Sé un ejemplo
Pablo nos enseñó lo siguiente en 1 Timoteo 4:12: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza”. Si muestras un buen ejemplo, abrirás la puerta para la conversión de tus padres, lo que creará un ambiente propicio y oportunidades para compartir tu testimonio del Evangelio. El tener fe, el no temer y el ser un ejemplo podrían ser de utilidad para cambiar su manera de pensar y bendecir la vida de ellos y la tuya.
Élder Tonumaipea, 20 años, Misión Filipinas Cauayan