Tiempo para compartir
Recordaré a Jesucristo
“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25).
Cuando Jesús estuvo en la tierra, anduvo haciendo bienes.
Aunque Jesús no había pecado, sufrió y murió por los pecados de toda la humanidad. Después de tres días, resucitó. Jesús llevó a cabo la Expiación por medio de Su sufrimiento, Su muerte y Su resurrección.
Todos los domingos, cuando tomas la Santa Cena en la iglesia, debes recordar la expiación de Jesucristo y también las promesas que le haces al Padre Celestial cuando te bautizas. La Santa Cena es un momento para pensar en lo mucho que te aman Jesucristo y el Padre Celestial; es un momento para arrepentirte y para pensar en lo que puedes hacer para llegar a ser más como Ellos.
Mientras cantas el himno sacramental, escucha la letra; presta atención a las oraciones de la Santa Cena y piensa en lo que aprendes y en lo que sientes.
Actividad
Saca la página A12 de la revista y pégala sobre cartulina gruesa. Dobla el cuadernillo de la Santa Cena por las líneas punteadas. Cuando escuches el himno sacramental en la capilla, presta atención a lo que dice la letra acerca de Jesucristo. Cada semana, cuando llegues a tu casa, escribe en el cuadernillo algo que hayas aprendido acerca de Jesús por medio del himno.
Ideas para el Tiempo para compartir
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Recuerdo a Jesucristo cuando participo de la Santa Cena. Cuente la historia de la Última Cena, la cual se encuentra en Mateo 26:17–30. Lean juntos Lucas 22:19 y pida a los niños que repitan las palabras: “Haced esto en memoria de mí”. Explique que el participar de la Santa Cena nos da la oportunidad de recordar al Salvador y Su expiación. Muestre bandejas de la Santa Cena y ayude a los niños a comprender que el pan nos recuerda el cuerpo de Jesús y el agua nos recuerda Su sangre. Escriba en la pizarra: “¿Qué pueden hacer para recordar a Jesús mientras participan de la Santa Cena?”. Escriba las respuestas en la pizarra. (Ejemplos: leer un pasaje de las Escrituras sobre Jesús, escuchar las oraciones de la Santa Cena, pensar acerca de la expiación de Jesús.) Inste a los niños a que, en la próxima reunión sacramental, pongan en práctica una de las sugerencias.
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Recordar a Jesús me ayuda a hacer lo correcto. De antemano, envuelva la lámina 240 de Las bellas artes del Evangelio (Jesús el Cristo) para que parezca un regalo de Navidad. Diga a los niños que dentro del envoltorio hay algo que representa el regalo más grande de todos. Pídales que hagan preguntas cuya respuesta sea “sí” o “no” para adivinar de qué se trata. Permita que el niño que lo adivine desenvuelva el regalo. Pegue la lámina de Jesús en la pizarra. De antemano, coloque las siguientes tiras de papel al azar en diferentes partes del salón: “Jesús fue bautizado”, “Jesús sirvió a los demás”, “Jesús oró al Padre”, “Jesús anduvo haciendo bienes”, “Jesús nos ama”, “Jesús aprendió a trabajar” y “Jesús honró a Su madre”. Divida la pizarra en dos columnas; en la parte superior de una de ellas, escriba “Recordar a Jesús”; en la parte superior de la otra columna escriba “Me ayuda a hacer lo correcto”. Entregue a cada clase una referencia de las Escrituras que cuente una parte de la vida de Jesús. Ejemplos: Mateo 3:13–17—Jesús fue bautizado; Juan 13:4–15—Jesús sirvió a los demás; 3 Nefi 17:15—Jesús oró al Padre; Juan 15:12—Jesús nos amó; Las bellas artes del Evangelio 206 (La niñez de Jesucristo)—Jesús aprendió a trabajar; 242 (Jesús y Su Madre)—Jesús honró a Su madre. Pida a los niños que lean el pasaje de las Escrituras o que observen con atención cada lámina para encontrar la tira de papel que la describa. Cuando cada clase escoja la tira de papel correcta, colóquela en la primera columna. Ayude a los niños a pensar en decisiones similares que ellos pueden tomar, como “Me bautizaré”. Escríbalo en la segunda columna a la misma altura de la tira de papel.