Servir al Padre Celestial
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Kevin observaba a su hermano y hermana mayores prepararse para ir al templo para hacer bautismos por los muertos. Kevin también quería ir.
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Papá, ¿puedo ir?
Todavía eres muy joven, pero me alegra que quieras ir. Cuando cumplas doce años, tú también podrás ir.
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Kevin ayudó a su hermana a preparar el bolso. Después ayudó a su hermano a escoger una corbata.
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Ellos se marcharon y Kevin se quedó en casa con su mamá y con su hermanita Erin.
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Cuando Erin empezó a llorar, Kevin le dio un osito de peluche.
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Sé que el Padre Celestial está contento por la manera en que lo estás sirviendo a Él hoy.
Pero yo no fui al templo.
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No, pero ayudaste a tus hermanos a prepararse y me estás ayudando a mí a cuidar a Erin.
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Cuando ayudas a otras personas, sirves al Padre Celestial.