Ideas para la noche de hogar
Este ejemplar contiene artículos y actividades que se podrían utilizar en la noche de hogar. A continuación figuran algunos ejemplos.
“Desastres naturales: No tenemos que temer”, página 30 : Lea el artículo con anticipación y medite en oración qué puede hacer su familia para prepararse mejor para los desastres naturales de su región. Luego, según sugiere el élder Ellis, use una noche de hogar para poner su plan en acción. Tal vez decida preparar sus bolsos de emergencia, reabastecer su almacenamiento o hablar de cómo estar preparados espiritualmente. Haga hincapié en el mensaje tranquilizador del élder Ellis de que “cuando estamos preparados, podemos hacer frente a cualquier tormenta”.
“Cómo conservar la fe en un mundo de confusión”, página 42: Piense en la posibilidad de compartir la experiencia que el Obispo Caussé tuvo en su clase y que se encuentra al comienzo del artículo. Luego, pregunte a los miembros de la familia qué habrían hecho en esa situación. Tal vez quiera repasar los principios que sigue el Obispo Caussé para mantenerse firme en su testimonio.
“¿Cómo sé que he sido perdonado?”, página 46: Comience preguntando a los miembros de la familia: “Después de que se han arrepentido, ¿cómo pueden saber que han sido perdonados?”. Después puede leer la respuesta del élder Callister en el segundo párrafo del artículo. Comparta otras partes del artículo que sean apropiadas para su familia.
“Aprender a servir a los demás”, página 66: Lea a su familia la historia de la niñez del presidente Monson. Quizás quiera realizar después las actividades correspondientes con los niños pequeños de la familia. Concluya testificando que Thomas S. Monson es el profeta viviente.
Una noche de hogar ideal
Siempre había soñado tener noches de hogar como las que se ven en las fotos de la Iglesia. Pero después de que mi esposo y yo adoptamos una hermosa niñita, ella no quería participar con nosotros. De modo que nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algunos cambios en la noche de hogar para poder incluirla.
Qué agradecida estoy por las ideas para la noche de hogar que se publican en la revista Liahona. Ahora mi hija es la primera que quiere tener la noche de hogar y desearía que la tuviéramos todos los días.
Una de las lecciones favoritas fue acerca de cómo el Espíritu Santo nos puede guiar. Le pedimos a nuestra hija que fuera a su cuarto. Después de contar hasta tres, ella podía regresar a la sala y tenía que buscar una ilustración del Salvador. Cuando se acercaba a la foto, le decíamos que estaba tibio, y cuando se alejaba le decíamos que estaba frío. Se puso muy contenta cuando encontró la lámina. Fue maravilloso verla comprender la importancia de ser obediente y seguir la guía del Espíritu para acercarnos a nuestro Salvador.
Para terminar, leímos Doctrina y Convenios 11:12. Al poner nuestra “confianza en ese Espíritu que induce a hacer lo bueno”, hemos encontrado que la noche de hogar es una bendición.
Moema Lima Salles Broedel, Brasil