La casa de Leute
Todas las noches, la familia de Leute se reúne en su tradicional fale samoano, una choza ovalada sobre zancos. Es de unos 4,6 m de largo por 3 m de ancho y no tiene paredes, aunque algunas veces colocan sábanas para tener privacidad.
Leute, que tiene diez años, y los miembros de su familia se sientan en un círculo en el suelo y llevan a cabo el estudio de las Escrituras. Cantan himnos y tratan temas familiares antes de irse a dormir.
Este rato que pasan juntos cada noche se llama sā, que quiere decir “sagrado”. Es un tiempo que la mayoría de las familias en Samoa pasan juntas.
Los profetas han enseñado que nuestros hogares deben ser sagrados como el templo. Sin que importe la apariencia de nuestra casa, hay cosas que podemos hacer para invitar al Espíritu Santo a nuestro hogar y para hacerlo un lugar hermoso y feliz, de paz y aprendizaje.