Una promesa profética
La senda de Cristo
“Cuando nos esforzamos por colocar a Cristo en el centro de nuestra vida al aprender Sus palabras, seguir Sus enseñanzas y recorrer Su senda, Él ha prometido compartir con nosotros la vida eterna, por la cual dio su vida. No hay mayor propósito que éste: escoger aceptar Su disciplina, llegar a ser Sus discípulos y hacer Su obra a lo largo de nuestra vida. Ninguna otra cosa, ninguna otra elección, podrá transformarnos en lo que Él nos puede convertir”.
Presidente Thomas S. Monson, “Examina la senda de tus pies”, Liahona, noviembre de 2014, pág 88.