Preguntas y respuestas
“¿Cómo puedo saber que Dios está escuchando mis oraciones?”
La oración es una gran bendición, y se nos promete que el Padre Celestial siempre está escuchando; pero reconocer Sus respuestas con frecuencia requiere algo de esfuerzo1.
Piensa en esto: o Dios te escucha, o no lo hace. Si no lo hace, evidentemente orar no tiene sentido. Pero si Él escucha (¡y lo hace!), debemos llegar a entender cómo comunicarnos realmente en oración con Él, reconocer respuestas y avanzar con fe.
Cuando sentimos que no nos escucha, tal vez necesitemos experimentar algún progreso personal. Podrías hacerte algunas preguntas: ¿Soy puro? ¿Son dignas mis intenciones? ¿Estoy dispuesto a hacer lo que Él me pide?2. Si la respuesta a cada una de estas preguntas es sí, puedes estar seguro de que “el Señor tu Dios… dará respuesta a tus oraciones” (D. y C. 112:10). Recuerda que, algunas veces, las respuestas llegan de maneras sutiles o inesperadas.
Si respondiste no a alguna de esas preguntas, ¡nunca es demasiado tarde! Realiza los cambios necesarios en tu vida a fin de que puedas tener el Espíritu. Está dispuesto a actuar conforme a las impresiones que recibas.
No olvides que cada persona recibe respuestas de distinta manera. Ora para que el Espíritu Santo te enseñe el modo en que tú puedes reconocer las respuestas. Tal vez al principio no sea fácil reconocerlas, pero es como cualquier otra habilidad: la práctica hace al maestro. Ten fe y confía en que el Padre Celestial siempre escucha.
Escucha al Espíritu
Procura escuchar al Espíritu Santo. La gente escucha al Espíritu Santo de diferentes maneras, por lo que puede que esperes oír una voz suave y apacible cuando la impresión tal vez llegue como un sentimiento. Sé que el Espíritu Santo te dirá todo lo que necesitas saber; solo tienes que escuchar.
Elise G., 13 años, Alberta, Canadá
Búscalo
En una ocasión me preguntaba si Dios podía escuchar mis oraciones, y entonces sentí la respuesta en mi corazón. Oí a una persona dar testimonio acerca de la oración y pude sentir el Espíritu Santo. Mi otro consejo sería que preguntaras a tus padres, a tu obispo o a otros miembros de tu barrio. ¡Incluso podrías orar para recibir ayuda en cuanto a este tema!
Joshua S., 13 años, Oregón, EE. UU.
Recuerda quién eres
Sé que Dios nos escucha porque la oración me produce un sentimiento de paz, alivio y amor en el corazón. Veo que Él me libra de muchos peligros de la vida cotidiana, y que protege a mi familia, y siento que Él me ama. Antes de ir a la escuela, siempre recito el lema de las Mujeres Jóvenes; eso me ayuda a recordar que soy hija de un Padre Celestial que me ama.
Nicol M., 19 años, Lima, Perú
La oración de un niño
Sé que el Padre Celestial escucha mis oraciones gracias a estas palabras de la canción de la Primaria “Oración de un niño” (Canciones para los niños, nro. 6): “Padre Celestial, dime, ¿estás ahí? ¿Y escuchas siempre cada oración? Creo que el cielo muy cerca está, pues lo siento cuando empiezo a orar”. Cuando recuerdo esa canción, sé que Él está escuchando porque siento el Espíritu y Su infinito amor por mí. Al recordar que Él me ama, siento consuelo y sé que Él escucha mis oraciones.
Elaine B., 16 años, Carolina del Norte, EE. UU.
Confía en Él
El Padre Celestial siempre escucha nuestras oraciones, pero a veces parece que no las contesta porque tal vez no lo haga de la manera o en el momento que nosotros queremos. Debemos estar dispuestos a someter nuestra voluntad a la Suya, y tener fe en que Él sabe lo que es mejor para nosotros. El Padre Celestial nos ama y siempre tratará de ayudarnos a aprender y a progresar a medida que dé respuesta a nuestras oraciones.
Mosíah M., 17 años, Utah, EE. UU.
Respuestas en la Iglesia
En una ocasión tenía muchas dudas acerca de si debía salir con una persona que no era miembro de la Iglesia. Un domingo, en la reunión sacramental, una hermana dio un discurso que parecía estar dirigido especialmente a mí. En ese momento recibí la confirmación de que el Señor había contestado mi oración. Antes me había sentido confusa en cuanto a lo que debía hacer, pero recibí consuelo del Espíritu Santo que llenó mi corazón de gozo y valor. Dios nos responde mediante sentimientos, pensamientos, las Escrituras, ¡y hasta las personas que discursan en la Iglesia!
Karen V., 19 años, Minas Gerais, Brasil
Pedid y recibiréis
En las Escrituras se nos enseña que Dios siempre escuchará nuestras oraciones y las contestará si nos dirigimos a Él con fe y verdadera intención. Sentiremos en nuestro corazón la confirmación de que Él sí nos escucha, un sentimiento de paz y sosiego. También podemos sentir que todo estará bien si hacemos la voluntad del Padre. Si dudamos que Él nos escucha, debemos procurar guía en las Escrituras, y entonces preguntar si las cosas que leemos son verdaderas.
Constanza L., 20 años, Bío Bío, Chile
Ora con sinceridad
Después de orar, presta atención a los sentimientos y los propósitos que te lleguen al corazón. Uno de ellos puede ser la respuesta a tu oración. Cuando oramos con verdadera intención y un corazón sincero, nuestro Padre Celestial responde conforme a la fe que tenemos en Él. Él no responde simplemente para satisfacer nuestra curiosidad.
Jean-Claude N., 16 años, Kasaï-Central, República Democrática del Congo
No se den por vencidos
“Sean obedientes, recuerden las veces que hayan sentido el Espíritu en el pasado y pidan con fe. Su respuesta llegará, y sentirán el amor y la paz del Salvador. Puede que no llegue tan rápido ni en la forma en que la desean, pero la respuesta llegará. ¡No se rindan!”.
Élder James B. Martino, de los Setenta, “Acudan a Él y las respuestas llegarán”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 59.
Siguiente pregunta
“¿Cómo puedo pedir a mis amigos que no hablen de forma cruel o inapropiada de otras personas?”
Envía tu respuesta y, si lo deseas, una fotografía de alta resolución antes del 15 de mayo de 2017 a liahona.lds.org (haz clic en “Envía un artículo”) o por correo electrónico a liahona@ldschurch.org.
Por favor incluye la siguiente información: (1) nombre completo, (2) fecha de nacimiento, (3) barrio o rama, (4) estaca o distrito, (5) tu autorización por escrito y, si tienes menos de 18 años, la autorización por escrito de tus padres (es admisible por correo electrónico) para publicar tu respuesta y fotografía.
Es posible que las respuestas se modifiquen para abreviarlas o darles más claridad.