¿Cómo puedo estudiar con la mente y con el corazón?
Descubre lo que puedes hacer cuando tengas preguntas.
¿Qué debes hacer cuando tengas una pregunta sobre cuestiones doctrinales, históricas o personales? ¿Cómo encuentras una respuesta? El Señor promete: “… hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo” (D. y C. 8:2). ¿Cómo utilizas la mente y el corazón para reconocer la inspiración? Estas son algunas ideas.
Mente
Estudia, ora y escucha
El élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que cuando tomamos “decisiones importantes… el Padre Celestial espera que usemos nuestro albedrío, que estudiemos la situación en la mente de acuerdo con los principios del Evangelio y que le presentemos una decisión a través de la oración” (“El Espíritu Santo”, Liahona, mayo de 2016, pág. 105).
Es igual para cualquier pregunta. Cuando estudies, ora con sinceridad en cuanto a las respuestas que halles durante el proceso. El Espíritu Santo te dará impresiones —ya sea a través de ideas, palabras a tu mente u otros recordatorios personales— para guiarte a otras respuestas que necesitas.
Utiliza recursos
Escudriña las Escrituras, incluso la Guía para el Estudio de las Escrituras y otras ayudas para el estudio. También puedes buscar otros recursos SUD, como discursos de la conferencia general, Temas del Evangelio, revistas de la Iglesia, el proyecto “Los documentos de José Smith”, y más. (Consulta la página 54 para encontrar una lista de recursos útiles de la Iglesia).
Habla de ello
No tengas miedo de pedir ayuda. El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Les voy a dejar un desafío… Tienen que pensar en alguien [que pueda ayudarles a encontrar respuestas] —un amigo en quien confíen, un progenitor, un abuelo, un maestro, un miembro del obispado [o] un asesor— y tienen que tener respuestas a esas preguntas” (Transmisión Cara a Cara, 20 de enero de 2016). ¡Inténtalo! Habla con alguien en quien confíes acerca de tus preguntas y encuentren respuestas juntos.
Corazón
Estudia, ora y escucha
Estos pasos son importantes para meditar con la mente y el corazón. El presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, dijo: “Si quieren reconocer una verdad espiritual, deben usar los instrumentos correctos. No pueden llegar a un entendimiento de una verdad espiritual con instrumentos que no la pueden detectar” (“Cómo recibir un testimonio de luz y verdad”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 22). El Espíritu Santo es el instrumento mediante el cual aprendemos las cosas que son espirituales. De modo que, al orar y escuchar al Espíritu, con el tiempo podrás encontrar respuestas.
Sé paciente
El presidente Uchtdorf explicó también: “Cuanto más volcamos nuestro corazón y mente hacia Dios, más luz celestial se destila sobre nuestra alma… Gradualmente, las cosas que antes parecían confusas, oscuras y lejanas se vuelven claras, brillantes y conocidas para nosotros” (“Cómo recibir un testimonio de luz y verdad”, pág. 22). El buscar respuestas pude ser un proceso largo, pero si estás dispuesto a escuchar las respuestas las encontrarás, aun cuando requiera tiempo.
Practica la manera de reconocer las impresiones
Cuanto mejor reconozcas las impresiones y estés dispuesto a actuar cuando el Espíritu te susurre al corazón, más fácil te resultará reconocer otras impresiones en el futuro. Podrás “[sentir] que está bien”, o experimentar un “estupor de pensamiento” si está mal (véase D. y C. 9:8–9). También podrías sentir un recordatorio sutil, un sentimiento de paz u otra sensación específicamente dirigida a ti. El Señor te conoce y Él sabe la manera en la que entenderás al Espíritu. Te brindará una guía amorosa que es exclusiva para ti. Así que continúa escuchando y continúa practicando.