Mensaje de las maestras visitantes
Para que sean uno
Estudie este material con espíritu de oración y busque inspiración para saber lo que debe compartir. ¿En qué forma el entender el propósito de la Sociedad de Socorro preparará a las hijas de Dios para las bendiciones de la vida eterna?
“Jesús logró una unidad perfecta con el Padre al someterse, tanto en cuerpo como en espíritu, a la voluntad del Padre”, enseñó el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“… No cabe la menor duda de que no seremos uno con Dios y con Cristo hasta que logremos que la voluntad y el interés de Ellos sean nuestro mayor deseo. Esa sumisión no se logra en un día, pero mediante el Espíritu Santo, el Señor nos ayudará si estamos dispuestos, hasta que, con el tiempo, podamos decir con certeza que Él es en nosotros como el Padre es en Él”1.
Linda K. Burton, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, enseñó cómo esforzarnos por lograr esa unidad: “El hacer y el guardar convenios es una expresión de nuestro compromiso de llegar a ser como el Salvador”. Lo ideal es esforzarnos por lograr la actitud mejor expresada en algunas frases de un himno favorito: ‘a donde me mandes iré… lo que me mandes diré… y lo que Tú quieras, seré’”2.
El élder Christofferson también nos recordó que “Al esforzarnos día a día y semana tras semana por seguir el camino de Cristo, nuestro espíritu afirma su preeminencia, la pugna interior decrece y las tentaciones cesan de causar preocupación”3.
Neill F. Marriott, Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, testifica de las bendiciones de esforzarnos por alinear nuestra voluntad con la voluntad de Dios: “He luchado para eliminar el deseo mortal de que las cosas sean a mi manera, finalmente dándome cuenta que mi manera es tan deficiente, limitada e inferior a la manera de Jesucristo. ‘[El camino de nuestro Padre Celestial] es el sendero que lleva a la felicidad en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero’”4. Esforcémonos humildemente por llegar a ser uno con nuestro Padre Celestial y con Su Hijo, Jesucristo.
Escrituras e información adicionales
Juan 17:20–21; Efesios 4:13; Doctrina y Convenios 38:27; reliefsociety.lds.org