Solo para versión digital: Jóvenes adultos
Cómo, por qué, cuándo y dónde ahorrar dinero
Artículo preparado con el asesoramiento del doctor E. Jeffrey Hill, investigador de finanzas familiares
Ya sea que consideres el dinero como enviado del cielo o como un simple mal necesario, definitivamente es necesario. Sin embargo, como jóvenes adultos, con frecuencia sentimos que nunca tenemos suficiente incluso para las necesidades diarias, ¡y mucho menos para emergencias imprevistas! Es por eso que es tan importante tener ahorros.
Con la finalidad de ayudarte, enseguida se encuentran cinco consejos para que con tiempo comiences a ahorrar y de ese modo puedas disfrutar de las bendiciones de la estabilidad financiera más adelante.
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¿Cómo? Para comenzar, crea un presupuesto. Planifica cuidadosamente qué cantidad de tu ingreso destinarás para pagar tu diezmo y otras necesidades (cuentas por pagar, alimentos, deudas, etc.). El dinero que te quede te dará una idea de la cantidad que puedes ahorrar cada mes y cuánto sobra para gastar en las cosas que quieras.
Consulta con tu institución financiara en cuanto a las opciones que facilitan el ahorro, como poner automáticamente cierto porcentaje de tus ingresos en tu cuenta de ahorros cada mes. De esa manera, ¡ni siquiera tienes que pensarlo! Y asegúrate de aprovechar cualquier tipo de plan de ahorro para la jubilación que tu empleador te pudiera ofrecer.
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¿Cuándo? ¡Ahora mismo! O por lo menos comenzar al recibir tu próximo sueldo. Tal vez al ver tu presupuesto sientas que no tienes la capacidad de ahorrar en este momento, pero al ahorrar, aunque sea un poco cada mes, ¡crearás un hábito que te bendecirá en el futuro!
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¿Cuánto? Ahorra todo lo que puedas dentro de tu presupuesto. Si tienes poco dinero o deudas, tal vez quieras ahorrar solo el 5 % cada mes. A medida que tus ingresos aumenten, puedes elevarlo al 10 o 15 % o incluso a un porcentaje mayor con el paso del tiempo. Una buena meta sería tener por lo menos un suministro de dinero de emergencia para al menos un mes. Después, comenzar a ahorrar lo suficiente para cubrir de 3 a 6 meses y seguir aumentando.
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¿Dónde? Es buena idea poner tus ahorros en una cuenta independiente; eso permitirá que no te sientas tentado a usarlo en otras cosas. Si estás ahorrando para algo específico, trata de crear una cuenta especial que puedas nombrar (como “sofá” o “computadora portátil”) para recordarte en cuanto a tu meta.
Si todavía tienes dudas, reúnete con un asesor financiero. Ellos pueden ayudarte a establecer metas de ahorro de acuerdo con tu situación financiera.
Sobre todo, ¡recuerda que el primer paso para la seguridad financiera es pagar tu diezmo en primer lugar! Confía en la promesa del Señor de que Él “abrir[á] las ventanas de los cielos y derramar[á] sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10; 3 Nefi 24:10). En ocasiones esperamos que esas bendiciones nos lleguen como una lluvia de dinero, pero ten en cuenta que estas pueden incluir bendiciones espirituales (véase David A. Bednar, “Las ventanas de los cielos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 17–20).
El Señor ha declarado que “es [Su] propósito abastecer a [Sus] santos” (Doctrina y Convenios 104:15). Ahorrar dinero puede parecer difícil, especialmente como joven adulto, cuando tantos aspectos de tu vida tal vez no parezcan estables, pero puedes lograrlo poco a poco. El Padre Celestial te ayudará a cambiar tus hábitos y prioridades para que llegues a ser autosuficiente y seguro económicamente.