2020
El llamamiento misional sorpresa
Julio de 2020


Ejemplos de valor

El llamamiento misional sorpresa

The Surprise Mission Call

Edwin Dharmaraju sonrió al salir del aeropuerto y caminar hacia la luz del sol. Podía ver las palmeras alineadas a lo largo de las calles y oler las especias de un mercado cercano. ¡Él y su esposa, Elsie, estaban de regreso en India! Habían estado viviendo en Samoa, pero ahora volvían a casa.

No obstante, Edwin y Elsie no iban solo de visita. Habían sido llamados a servir como misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Edwin se sentía algo nervioso, pero sabía que el Padre Celestial los ayudaría. El Padre Celestial ya les había ayudado mucho.

Edwin y Elsie nacieron en India, pero la primera vez que Edwin oyó acerca de la Iglesia fue cuando estudiaba en la universidad en los Estados Unidos. Allí asistió una vez a la Iglesia e incluso leyó el Libro de Mormón, pero, cuando regresó a India, se olvidó de la Iglesia.

Unos años después, Edwin y Elsie sintieron que debían mudarse a Samoa. Edwin se especializaba en el estudio de los insectos y aceptó un trabajo de investigación en la isla. Allí fue donde Edwin y Elsie conocieron a los misioneros. Cuando Edwin leyó el Libro de Mormón de nuevo, sintió algo especial. Elsie también leyó el Libro de Mormón y ambos decidieron bautizarse junto con sus hijos e hijas.

Después de unirse a la Iglesia, lo que más deseaba Edwin era que su familia en India conociera el Evangelio. ¡El problema era que no había misioneros en India para enseñarles! Edwin y Elsie escribieron una carta a las Oficinas Generales de la Iglesia en la que pedían que enviasen misioneros a India.

Lo que sucedió a continuación fue una gran sorpresa. ¡El presidente Spencer W. Kimball los llamó a ellos a prestar servicio como misioneros en India!

Y allí estaban.

La primera parada en India fue la casa del hermano de Edwin, en la que estaban sus padres y sus hermanos y hermanas también. Edwin y Elsie comenzaron inmediatamente a enseñarles. Su familia estaba feliz por aprender acerca del Evangelio.

Unas semanas después, Edwin y su familia se reunieron alrededor de una piscina en el patio de su hermano. La piscina se había limpiado, pintado y llenado de agua dulce, y todos estaban vestidos de blanco. Las mujeres llevaban saris sueltos que les cubrían los hombros, y los hombres vestían anchas camisas y pantalones al estilo hindú.

Edwin entró en la piscina con su padre. “Samuel David”, dijo Edwin, “habiendo sido comisionado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Edwin se sintió feliz al bautizar a su padre, y más feliz todavía cuando, a continuación, bautizó a su madre. Al final del día, ¡Edwin había bautizado a dieciocho personas!

Al día siguiente, Edwin y Elsie viajaron seis horas en tren. Visitaron a otros parientes y les enseñaron el Evangelio. Edwin bautizó a otros cuatro miembros de su familia en un río cercano.

Finalmente, Edwin y Elsie viajaron dieciséis horas en tren para visitar a los padres de Elsie. El padre de Elsie era un líder en otra iglesia. Él no se bautizó, pero pensó que el Libro de Mormón era un buen libro y ayudó a traducir el Libro de Mormón al telugu, una de las lenguas que se hablan en India.

Cuando Edwin y Elsie acabaron su misión, había el número suficiente de nuevos miembros para crear una de las primeras ramas de la Iglesia en India. Edwin y Elsie regresaron felices a Samoa. Estaban agradecidos al Padre Celestial por haberles enviado a una misión.