Imaginar a los pioneros de la India
Conocer a los miembros pioneros de la Iglesia de la India ha cambiado la forma en la que imagino a los pioneros.
En la canción de la Primaria decimos: “Al pensar en los pioneros, pienso en hombres y mujeres valientes”1. Siempre me han inspirado los relatos sobre los pioneros Santos de los Últimos Días que abrieron caminos de fe. Cuando era una joven madre, los relatos sobre las pioneras me recordaban mis bendiciones de estos últimos días. ¡Pude dar a luz en un hospital en vez de en un carro de mano!
La definición de “pionero” como “alguien que va adelante a fin de preparar o abrir el camino para que otras personas lo recorran”2 describe a los pioneros Santos de los Últimos Días en carromatos y con carros de mano que iban a congregarse a Sion. No obstante, también describe a los pioneros modernos y los senderos de fe que estos forjan a lo ancho de todo el mundo.
Una vez que todos mis cinco hijos estuvieron inscritos en la escuela, comencé mis estudios de posgrado sobre historia religiosa. Como tema de mi tesis doctoral, decidí investigar sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la India. Mi investigación en la India ha cambiado la forma en la que imagino a los pioneros.
Pilares de la Iglesia
Años antes, en 1986, mientras era una joven alumna universitaria, había viajado a Asia Meridional con los Young Ambassadors [Jóvenes Embajadores] de la Universidad Brigham Young. Fue una experiencia que me cambió la vida, e incluyó pasar un día en Calcuta (que ahora se llama Kolkata) con la madre Teresa. Igual de emocionante fue conocer a los Santos de los Últimos Días que eran pioneros modernos en la India y Sri Lanka.
Uno de tales miembros era Raj Kumar, quien halló la Iglesia al asistir a una presentación de los BYU Young Ambassadors en 1982. Cuando lo conocimos, acababa de regresar de su misión en Fresno, California, EE. UU. Todavía llevaba la placa misional y continuaba enseñando a toda persona de Delhi que quisiera escuchar. Raj era uno de los aproximadamente seiscientos miembros de la India en ese momento, aunque para mí, parecía un solitario Santo de los Últimos Días en un mar de cientos de millones de personas.
El ejemplo de Raj Kumar me inspiró a decidir servir en una misión. Raj también abrió un sendero de fe para algunos de los primeros misioneros originarios de la India que sirvieron en el país. Suvarna Katuka, así como otros que también eran misioneros, habían recibido algo de capacitación misional en Chennai. Su presidente de misión, que residía en Singapur, asignó a Raj para que les diera capacitación adicional en Delhi.
Suvarna Katuka recuerda cómo cambió su labor misional debido al ejemplo y a la capacitación de Raj Kumar. Pudieron reemplazar los sentimientos de temor por más fe y valor. Suvarna explicó: “Fue entonces que creo que comenzó mi verdadera conversión. Sentí el Espíritu Santo, y fue entonces cuando decidí ayudar a edificar el Reino aquí en la India”3.
Suvarna se había unido a la Iglesia en Rajahmundry; él, junto con cinco hermanos y una hermana, fue bautizado en 1984. El día de su bautismo, a Suvarna se le ordenó presbítero y se le apartó como segundo consejero de la presidencia de rama. También se le prometió en una bendición que si se mantenía fiel, sería un “pilar de la Iglesia en la India”.
Sarala, hermana de Suvarna, también sirvió en una misión. Antes de partir, le habló del Evangelio a su amiga Swarupa. Cuando Suvarna regresó de la misión, recibió las bendiciones de la labor misional de su hermana y se casó con Swarupa. Aquella pequeña rama de Rajahmundry ahora se ha convertido en una estaca. Muchos exmisioneros de Rajahmundry han llegado a ser líderes en la Iglesia a lo largo de toda la India.
Yo conocí a los hijos de Suvarna y Swarupa Katuka mientras dictaba clases en BYU en 2014. Josh Katuka acababa de terminar de servir en una misión en Bangalore, India, y su hermana Timnah acababa de recibir su llamamiento a la misma misión. Cuando pregunté a Timnah y a Josh si conocían a Raj Kumar, dijeron: “¡Sí! Es nuestro tío”. Raj Kumar se había casado con Sarala.
Agradezco a la familia Katuka por presentarme a varios otros pioneros mientras me ayudaban a viajar por la India. Para muchos de ellos, su sendero pionero se origina en el amor y el ejemplo de la familia Katuka. En cierto momento, Suvarna y Swarupa tuvieron la oportunidad de emigrar a Canadá; sin embargo, la rechazaron, ya que sintieron que el Señor necesitaba que permanecieran en la India y edificaran el Reino de Dios allí. Su servicio dedicado los ha hecho verdaderos pilares de la Iglesia.
Los miembros pioneros de Bengaluru e Hyderabad
Durante la segunda mitad del siglo XX, la Iglesia se ha establecido en diversas ciudades de la India a través de los miembros pioneros4. Cada relato atestigua la forma en la que el Señor ha conducido a las personas al Evangelio restaurado.
Michael Anthoney, un miembro pionero de Bangalore (que ahora se llama Bengaluru), entabló relación con un miembro de la Iglesia de una manera milagrosa en 1970. Cuando Delwin Pond, que era obispo en Utah, acudió a un quiropráctico por un dolor de espalda, vio un artículo en una revista en el consultorio de este sobre una organización sin fines de lucro que patrocinaba alumnos en la India, y sintió la fuerte impresión de apoyar a uno de dichos alumnos. Aquello condujo a mantener correspondencia de forma anónima durante diez años, lo que culminó cuando la familia Pond se comunicó con Michael y compartió el Evangelio con él. Michael fue bautizado en 1981 y sirvió en una misión en Salt Lake City en 1982. Regresó a casa de modo anticipado porque su madre estaba gravemente enferma, así que sirvió los últimos tres meses de su misión en Bangalore, donde enseñó a varios de sus amigos y a otras personas que llegaron a ser miembros de la primera rama del lugar5. Ahora hay planes en marcha para construir un templo en Bengaluru.
Elsie y Edwin Dharmaraju se unieron a la Iglesia en Samoa y el presidente Spencer W. Kimball los llamó a regresar a casa en Hyderabad como misioneros para con su familia. En 1978, veintidós de los miembros de la familia de Elsie y Edwin fueron bautizados, y a partir de allí se organizó la primera estaca del país en Hyderabad, en 20126.
Hoy en día, los miembros de la Estaca Hyderabad se consideran a sí mismos como pioneros de los últimos días. Sus celebraciones de estaca del Día de los Pioneros han conmemorado tanto el viaje de los primeros pioneros como las travesías de los pioneros modernos. Dichas celebraciones han incluido bailes de cuadrillas, caminatas conmemorativas e incluso paseos en carros de mano.
En la celebración del Día de los Pioneros de 2014, colocaron bloques de hielo en fila detrás de la Iglesia, e invitaron a los miembros a quitarse los zapatos y caminar sobre el hielo, e imaginar cómo los primeros pioneros cruzaron los ríos congelados. Al concluir la celebración, se instó a los miembros de la Estaca Hyderabad a recordar el espíritu de los primeros pioneros y que “todos ellos son pioneros para su familia”7.
También escucharon a John Santosh Murala, que entonces servía en la presidencia de la misión, hablar en cuanto a cómo su tía Elsie y su tío Edwin Dharmaraju fueron a Hyderabad a enseñar el Evangelio a su familia. John fue el menor de los veintidós miembros pioneros que se bautizaron en 1978.
Cuando visité Hyderabad en 2014, John Murala me narró su historia y gran parte de la historia de la Iglesia que ha estado recabando diligentemente. Además, me presentó a su esposa, Annapurna, quien me contó uno de los relatos sobre pioneros de los últimos días más elocuentes que he oído.
Annapurna tenía doce años de edad en 1991, cuando dos misioneros enseñaron el Evangelio a su hermano Murthy en Hyderabad. Los padres de Annapurna no permitían que ella escuchara a los misioneros ni asistiera a la Iglesia. Sin embargo, Murthy le proporcionó un Libro de Mormón y un flujo constante de literatura de la Iglesia para que leyera. Durante siete años, Annapurna estudió el Evangelio por su cuenta y obtuvo un firme testimonio de su veracidad. Soñaba con bautizarse, servir en una misión y casarse en el templo, pero no tenía el permiso de sus padres.
Annapurna afrontó una difícil decisión en su vida cuando le presentaron a John Murala; este se había mantenido firme en su testimonio desde su bautismo en 1978 y buscaba una miembro de la Iglesia para casarse. Tras una reunión muy breve en la que Annapurna compartió su testimonio del Evangelio, John quedó convencido de que había conocido a su futura esposa. Annapurna sabía que si se casaba con John, podría bautizarse y, algún día, sellarse en el templo. Sin embargo, casi al mismo tiempo, los padres de Annapurna planificaban para ella un matrimonio arreglado.
Annapurna tomó la difícil decisión de dejar su casa y casarse con John; sentía que era la única manera de unirse a la Iglesia. Dijo que estaba “totalmente desolada” por dejar a sus padres; pero incluso hoy afirma: “Tuve que dar ese paso para salvación de todos, […] por mi posteridad y por mis padres y sus antepasados, a fin de efectuar la obra del templo por ellos”8.
John y Annapurna agradecen que sus padres ahora hayan aceptado su matrimonio. Muchos miembros de la India han hecho sacrificios, tal como los primeros pioneros, a fin de ser miembros de la Iglesia. No obstante, estos santos han avanzado con fe porque se ven a sí mismos como pioneros y como eslabones que unen a sus familias a ambos lados del velo. Atesoro las muchas historias de fe, sacrificio y valor que he escuchado de los miembros que abren caminos en las nuevas fronteras del Evangelio. Todavía pienso en los pioneros que tiraban de carros de mano y cruzaban ríos congelados, pero ahora puedo imaginar a los pioneros modernos de la India y de todo el mundo.
A fin de cuentas, todos los caminos pioneros los han abierto personas que siguen los pasos del Salvador Jesucristo. En el Nuevo Testamento, a Cristo se le llama el pionero de nuestra salvación (véase Hebreos 2:10, New Revised Standard Version, en inglés). Jesucristo ha preparado el camino para que regresemos a nuestro hogar celestial. Los verdaderos pioneros siguen a Cristo y nos conducen a Él, Quien dirige esta obra maravillosa y este prodigio en los últimos días.