Jóvenes adultos
Por qué el Padre Celestial quería que obtuviera una formación académica
Independientemente de cuáles sean tus deseos justos, el Padre Celestial te proporcionará una forma para lograrlos.
Desde que era pequeña, siempre quise que mi Padre Celestial y mi actual y futura familia se sintieran orgullosos de mí. Quería obtener toda la formación académica que pudiera para mejorarme a mí misma y mi vida.
En mi país, Perú, una buena formación es muy cara y, en algunas regiones, totalmente inaccesible. Mi familia tampoco tenía todos los recursos para sufragar los gastos de mi formación. Sin embargo, mis padres me enseñaron que trabajar arduamente, ser diligente y pedirle ayuda al Padre Celestial pueden contribuir a que nuestros deseos justos se hagan realidad. Hice planes para trabajar arduamente.
En la escuela primaria y secundaria, fui diligente en mis estudios para poder mejorar cada año. Después de la escuela secundaria, me admitieron en la mejor universidad de Perú y recibí una buena beca. Mientras estuve allí, trabajé con varias organizaciones, incluso en una pasantía en una organización mundial, y tuve oportunidades de liderar muchos tipos de proyectos distintos.
Durante esa pasantía, consideré que sería una gran oportunidad obtener una formación académica en inglés, por lo que decidí trasladarme a la Universidad Brigham Young–Idaho. Era intimidante, pero sabía que el Padre Celestial me ayudaría a lograr esa meta; simplemente debía confiar en Él y hacer mi parte.
Cambio de planes
Estaba lista para ir a BYU–Idaho, pero durante el proceso para solicitar admisión, sentí la fuerte impresión de que debía servir en una misión antes de trasladarme ahí. De modo que seguí la voluntad del Padre Celestial y fui llamada a servir en Trujillo, Perú. Cuando volví a casa, tenía la intención de volver a la universidad en Perú porque pensé que allí podría obtener un título más rápido. No obstante, descubrí que habían revocado mis becas porque había interrumpido mis estudios durante más de un año para servir en mi misión.
Estaba desolada y perdida. No sabía qué hacer. No sabía por qué había sentido la impresión de que debía servir en una misión si eso significaba perder la oportunidad de obtener un título universitario.
Pero un día, recordé que mi presidente de misión nos contó acerca de BYU-Pathway Worldwide. Nos había invitado a mejorar nuestro inglés y a aprovechar esa oportunidad al regresar a casa, ¡y lo hice!
Mi trayectoria con BYU-Pathway Worldwide
Sabía que no era coincidencia que mi presidente de misión me contara sobre BYU-Pathway. Cuando empecé el programa Pathway, tenía que viajar casi tres horas a la semana para reunirme con mi grupo. Sacrifiqué mucho, pero sabía que obtener una formación académica era importante tanto para mí como para el Señor. Y esos sacrificios llevaron a muchas bendiciones.
BYU-Pathway Worldwide era la oportunidad que yo estaba buscando. Me dio acceso a una formación académica a un costo asequible, me dio tiempo para mantener un empleo y me ayudó a obtener una formación en inglés. Y a través de todo, encontré grandes amigos que me alentaron a ser valiente y continuar trabajando para lograr mis metas. Me siento más fuerte espiritualmente y he llegado a ser una mejor discípula de Jesucristo.
Con el tiempo, fui la primera estudiante internacional en recibir un título universitario mediante BYU-Pathway Worldwide. La formación académica me ha brindado oportunidades increíbles. Ahora soy especialista de bienestar y autosuficiencia del Área Sudamérica Noroeste de la Iglesia, y también soy misionera voluntaria para BYU-Pathway en Perú. Veo mucho potencial en cada estudiante y los animo a seguir adelante, tal como me animaron mis amigos durante mis estudios. A lo largo de esta travesía, me he dado cuenta de que el Padre Celestial ha estado conmigo en cada paso del camino.
El Padre Celestial desea que tengamos éxito
Mi trayectoria ha fortalecido mi testimonio acerca de la formación académica. Todavía tengo planes de seguir creciendo y aprendiendo al máximo cada día. Estamos en la tierra para progresar, para ser probados, para crecer, para demostrar nuestra obediencia y para confiar en el Salvador a fin de ser dignos de regresar a nuestro Padre Celestial. Para Dios, “todas las cosas son espirituales”, incluso la formación académica (véase Doctrina y Convenios 29:34). Todas las experiencias que tengamos y el conocimiento que obtengamos en la tierra nos ayudarán a ser más semejantes a nuestro Salvador y nos prepararán para tomar mejores decisiones, servir mejor en el mundo y ser mejores instrumentos en Sus manos.
La formación académica proporciona una manera de obtener conocimiento y luego actuar, defender la verdad y lo correcto, y vivir una vida que nuestro Padre Celestial desea para nosotros; una vida llena de gozo.
Sé que nuestro Padre Celestial bendice nuestros esfuerzos, especialmente cuando el deseo de nuestro corazón es progresar y servirle a Él y a Sus hijos. Sé que cuando Él les da instrucciones a Sus hijos, “[les prepara] una vía para que cumplan lo que les ha mandado” (1 Nefi 3:7). ¡Él quiere que tengamos éxito!
Cada uno de nosotros debería aprovechar cada oportunidad de obtener formación académica y crecimiento que el Señor pone en nuestro camino, ya sea mediante BYU-Pathway o cualquier otra oportunidad educativa. Él nos ama y siempre nos guiará. Él quiere que aprendamos todo lo que podamos aquí en la tierra, y sé que podemos experimentar grandes milagros cuando trabajamos con alegría y diligencia y confiamos en Su guía. Yo los he experimentado.