Hay más de una manera de estudiar las Escrituras

Por Marissa Widdison

Revistas de la Iglesia

Aunque no te guste leer, hay muchas maneras de estudiar las Escrituras.

Me encanta mi llamamiento actual como pianista de la Primaria. Hace unas semanas, los niños estaban practicando una canción. Sentí el Espíritu mientras cantaban:

Debo escudriñar,
meditar y orar, 
por medio del Espíritu
sé que ellas son la verdad1.

Pero también acudió a mi mente una pregunta. ¿Qué pasa si no te “gusta leer las Escrituras” (como sugiere la primera estrofa de la canción)? Supongo que el tema de la lectura ha estado en mi mente últimamente porque varios amigos me han dicho que tienen dificultades con una discapacidad para leer. Y a mucha gente que conozco simplemente ¡no les gusta leer! ¿Hay alguna manera de que, aun así, tengan una experiencia significativa con las Escrituras y desarrollen un testimonio de que “son la verdad”?

Parece que las personas aprenden mejor cuando la información se presenta de muchas maneras distintas, como visual y verbalmente, y las lecciones se repiten a lo largo del tiempo. Con eso en mente, traté de pensar en tantas maneras distintas de estudiar las Escrituras como pude. Ahora bien, es cierto que no todo lo que figura en esta lista contaría como el estudio de las Escrituras a fondo y serio que los profetas han enseñado que es vital para nuestro testimonio —algunas de estas son simplemente ideas rápidas y divertidas—, pero pensé que al menos podrían despertar algunas de tus propias y nuevas ideas. Prestemos nuestro mejor esfuerzo al estudio del Evangelio para que, como dice la canción, “así [podamos] entender” juntos.

Ideas para el estudio de las Escrituras

Localiza las palabras que se repiten en tu bendición patriarcal y busca esas mismas palabras en las Escrituras.
Mientras estudies, haz dibujos sobre tus pensamientos en un diario de estudio o en los márgenes de tu manual Ven, Sígueme.
Construye una maqueta de un relato de las Escrituras.
Llama a un familiar que se encuentre lejos y lean juntos por teléfono.
Escribe una lista de preguntas que tengas para Dios y luego busca las respuestas mientras leas.
Mira un video de BookofMormonVideos.org o BibleVideos.org.
Abre las Escrituras por cualquier capítulo y empieza a leer.
Canta un himno y luego busca los pasajes de las Escrituras que aparecen al final de la canción.
Visita topics.ChurchofJesusChrist.org y estudia algo que te interese.
Busca en Internet obras de arte que representen el relato de las Escrituras que estés estudiando.
Lee solamente los encabezamientos de los capítulos o de las secciones de un libro.
Escucha música instrumental suave mientras lees en voz alta.
Busca las formas en que cada capítulo de las Escrituras se relaciona con el templo.
Si normalmente estudias las Escrituras en formato digital, trata de leer ejemplares impresos, o viceversa.
Pinta o dibuja una escena o relato de las Escrituras.
Imagina que te asignaron hablar sobre un tema en la Iglesia, y estúdialo.
Después de leer uno de tus capítulos favoritos de las Escrituras, vuelve a escribirlo con tus propias palabras.
Sigue las notas a pie de página de uno de tus versículos favoritos, luego sigue las notas a pie de página de los versículos a los que te dirija, después sigue las notas de esos, etc.
Túrnate con amigos para leer versículos de las Escrituras en voz alta y para hablar sobre lo que hayan leído.
Usa la Guía para el Estudio de las Escrituras para estudiar una sola palabra o tema.
Busca todas las Escrituras que figuran en las notas al final de un discurso de la conferencia general.
Coloca un pasaje de las Escrituras en algún lugar que veas todos los días y trata de memorizarlo esta semana.
Escribe en tarjetas pasajes reconfortantes de las Escrituras para darlas a otras personas.
Utiliza la Biblioteca del Evangelio para escuchar en voz alta la lectura de las Escrituras.
Haz un diagrama de la cronología de los eventos a medida que lees el Libro de Mormón.
Encuentra un amigo que lea las Escrituras contigo y cada mañana envíense un versículo por medio de un mensaje de texto.
Empieza por el último capítulo del Libro de Mormón y lee hasta el principio.
Lee pasajes de las Escrituras en las que se exprese un testimonio, y después escribe tu propio testimonio.
Si tocas algún instrumento, trata de escribir una canción que capte el sentimiento de un versículo.
Pregunta a familiares o amigos acerca de sus versículos favoritos de las Escrituras.
Mientras lees, dibuja los objetos allí descritos, como el arco roto de Nefi.
Lee y memoriza los versículos que se usan para enseñar las lecciones misionales que se encuentran en el capítulo tres de Predicad Mi Evangelio.
Lee un libro de la Biblia que no hayas leído nunca.
Investiga la vida de un héroe de las Escrituras y escribe un informe biográfico.
Haz una dramatización de un relato de las Escrituras como parte de una noche de hogar u otra actividad de la Iglesia.
Encuentra una cita de un líder de la Iglesia que tenga que ver con cada capítulo que termines.
Lee las ayudas para el estudio de las Escrituras, como la Introducción al Libro de Mormón o la Guía para el Estudio de las Escrituras.
Pasa tiempo en la naturaleza y piensa en cómo lo que ves se relaciona con el Evangelio, después encuentra un versículo sobre lo que aprendiste.

¿Tienes tus propias ideas? ¡Compártelas con tus amigos!