2020
¿Cómo puedo orar como enseñó el Salvador?
Octubre de 2020


Ven, sígueme: Libro de Mormón

¿Cómo puedo orar como enseñó el Salvador?

3 Nefi 17–19

(28 septiembre – 11 octubre)

How can I pray as the Savior taught

Cuando Cristo visitó a los nefitas, oró con ellos once veces. Por medio de la palabra y del ejemplo, les enseñó cómo debían orar. Los profetas, videntes y reveladores de los últimos días continúan enseñando lo que el Salvador enseñó acerca de la oración. A continuación se indican algunos ejemplos:

Lo que el Salvador enseñó

Lo que enseñan los profetas, videntes y reveladores de los últimos días

Oren por los demás (véase 3 Nefi 17:14, 17, 21; véase también 3 Nefi 18:23)

“… [E]l orar por los demás con toda la energía de nuestra alma aumenta nuestra capacidad para oír y prestar atención a la voz del Señor”1.

“… vela[d] y ora[d] siempre” (3 Nefi 18:15)

“… Es por medio de la oración sincera y genuina que podemos recibir las bendiciones y el apoyo necesarios para seguir adelante en este a veces difícil y desafiante trayecto al que llamamos vida terrenal” 2.

“Orad […] en vuestras familias” (3 Nefi 18:21; véase también 3 Nefi 17:3)

“… Si […] [participan en] la oración familiar diaria […], recibirán las bendiciones prometidas por el Señor para criar una posteridad recta”3.

No multipliquen muchas palabras (véase 3 Nefi 19:24; véase también 3 Nefi 13:7)

“… Nuestras oraciones deben ser simples, directas y sinceras” 4.

“Seguid orando” (3 Nefi 19:26)

“… [O]ren con frecuencia; oren en su mente y en su corazón; oren de rodillas. La oración es su llave personal para los cielos; la cerradura está del lado suyo del velo”5.

Notas

  1. David A. Bednar, “Ora siempre”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 43.

  2. Thomas S. Monson, “Tres metas para guiarte”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 119.

  3. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Howard W. Hunter, 2015, pág.241.

  4. Dallin H. Oaks, “El lenguaje de la oración”, Liahona, julio de 1993, pág. 19.

  5. Boyd K. Packer, “La oración y las impresiones del Espíritu”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 46.