2021
Con prisa para llegar a la reunión sacramental
Marzo de 2021


Con prisa para llegar a la reunión sacramental

Pensé que, una vez más, nos habíamos perdido la Santa Cena.

loaf of bread

Fotografía de Getty Images.

Cuando nos mudamos de Estados Unidos a Vietnam, mi esposo y yo estábamos decididos a nunca faltar a la Iglesia. Luego de un año, no habíamos faltado ni a una sola reunión dominical, pero a menudo llegábamos tarde y muchas veces nos perdíamos la Santa Cena. Nuestra reunión sacramental comenzaba a las 8:30 h. Con tres niños pequeños, prepararnos para llegar puntualmente a la Iglesia parecía imposible.

Como familia, decidimos que debíamos llegar a la Iglesia temprano constantemente y participar de la Santa Cena. Fue difícil, pero llegamos a la Iglesia a tiempo cuatro domingos seguidos. Me di cuenta de la diferencia que nuestros esfuerzos marcaban. Teníamos más experiencias espirituales durante la semana.

Al domingo siguiente, sin embargo, nos levantamos tarde. Ya eran las 7:30 h. Le dije a mi esposo que era inútil intentarlo, pero luego pensé en que seríamos bendecidos si dábamos nuestro mejor esfuerzo para prepararnos de todos modos. Así que, ¡nos apresuramos!

Llegamos a la Iglesia veinte minutos tarde y sentí que habíamos fracasado. Cuando entramos, escuchamos que estaban cantando, y cuando abrí la puerta, alguien estaba a punto de ponerse de pie para orar.

“¿Ese fue el primer himno?”, susurré al misionero que estaba junto a la puerta.

“Sí”, me contestó. “Hoy comenzamos tarde”.

Quedé atónita. Pensaba que habíamos fallado otra vez, ¡pero llegamos a la Iglesia justo a tiempo! Me corrieron lágrimas por las mejillas al sentir el amor del Padre Celestial por mi pequeña familia y por mí.

Más tarde nos enteramos de que cuando los misioneros llegaron a la Iglesia ese domingo, se dieron cuenta de que nadie había llevado el pan para la Santa Cena. No había tiendas cerca, y el pan puede ser algo difícil de encontrar en Vietnam. Tras un momento de pánico, los élderes recordaron que tenían pan en casa.

Unos días antes, habían ido a cenar a nuestra casa, y esa noche yo les había preparado pan casero. ¡La Iglesia había comenzado tarde ese domingo debido a que los élderes fueron corriendo hasta su casa para buscar el pan que yo les había preparado!

Dios ve nuestros esfuerzos cuando tratamos de guardar Sus mandamientos. Aunque a veces fallamos, Él nos ama y prepara maneras para que tengamos éxito, aun cuando solo se trate de llegar a la Iglesia a tiempo.