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¿Quién recibe revelación para la Iglesia?
15 – 21 marzo
En agosto de 1830, Hiram Page, uno de los Ocho Testigos del Libro de Mormón, afirmó que había recibido dos revelaciones sobre la futura ubicación y organización de Sion valiéndose de una piedra vidente negra. Esas revelaciones contradecían las revelaciones anteriores que se dieron a José Smith, pero muchos miembros las creyeron.
La revelación para la Iglesia
Cuando José oró en cuanto a las revelaciones de Hiram, el Señor enseñó: “… nadie será nombrado para recibir mandamientos y revelaciones en esta iglesia sino mi siervo [el profeta]” (Doctrina y Convenios 28:2). El Señor declaró que “las cosas que [Hiram] ha escrito mediante esa piedra no son mías, y […] Satanás lo engaña” (Doctrina y Convenios 28:11).
Con el tiempo, Hiram dejó de lado sus revelaciones y todos los miembros ratificaron de manera unánime que el Profeta era el único revelador para la Iglesia de Cristo.
¿Por qué es importante saber que solo el profeta viviente puede recibir revelación para toda la Iglesia? ¿De qué modo el saber eso nos protege del engaño?
Confiar en el profeta y en los apóstoles
El presidente M. Russell Ballard, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos previene:
“Mantengan la vista fija en la Primera Presidencia y en el Cuórum de los Doce Apóstoles. Nosotros no los llevaremos por mal camino; no podemos [hacerlo]…
“Si alguien les dijera que ha recibido revelación que ni la Primera Presidencia ni los Doce han recibido aún, apártense de tal persona”1.