2022
Conceder a la fe el beneficio de la duda
Abril de 2022


Jóvenes adultos

Conceder a la fe el beneficio de la duda

Cuando tenemos preguntas sin respuesta, podemos escoger la fe.

Una joven lee las Escrituras al aire libre

Fotografía por Judith Ann Beck

Hace unos años, me arrodillé a orar por primera vez en mi vida. Ese mismo día había tenido mi primera reunión con los misioneros, que compartieron el mensaje de la restauración del evangelio de Jesucristo y me dieron un Libro de Mormón.

Ante la primera oportunidad que tuve de hacerle a mi Padre Celestial cualquier pregunta, no le pregunté si algo de lo que había oído o leído era verdadero. Tampoco le pregunté sobre los rumores confusos e inquietantes que había escuchado sobre la Iglesia y que provenían de la cultura popular.

Por el contrario, supliqué al Padre Celestial que me bendijera con el deseo de saber que lo que los misioneros me decían era verdad.

Por medio de esa oración, fui guiada a la verdad: que el Evangelio y la Iglesia de Jesucristo realmente habían sido restaurados sobre la tierra de nuevo.

Profundizar la fe

El presidente Russell M. Nelson describió la fe como “el poder más grandioso que tenemos a nuestro alcance en esta vida” 1 . Independientemente de cuándo nos hayamos unido a la Iglesia de Jesucristo, es probable que hayamos tenido preguntas o indicios de dudas que hayan interferido en nuestra capacidad de lograr acceso a ese poder de la fe que describió el presidente Nelson.

No obstante, las preguntas no tienen por qué limitar nuestra fe. Las preguntas pueden convertirse en maravillosos componentes espirituales que fortalezcan nuestro testimonio si los aceptamos como oportunidades de profundizar y ejercer nuestra fe.

Estos son cinco pasos que me han ayudado a conceder a la fe el beneficio de la duda cuando he tenido preguntas:

1. Todo comienza con tener el deseo

La oración que ofrecí después de reunirme con los misioneros fue la primera, pero definitivamente no fue la última. La pregunta que hice marcó la diferencia en mi búsqueda de la fe; comenzó con mi simple deseo de creer. Orar para tener el deseo de creer aumenta nuestra fe en que nuestras preguntas pueden ser y serán contestadas (véase Alma 32:27).

2. Comprende tu identidad

La verdad más importante que debemos saber cuando buscamos respuestas y una mayor fe es que nuestros padres celestiales nos aman profundamente. Dios quiere lo mejor para nosotros; Él desea guiarnos. Entender nuestra relación con el Padre Celestial y Jesucristo nos ayuda a querer unir nuestra voluntad a la de ellos y saber qué preguntas hacer.

3. Ten paciencia

He hecho muchas preguntas por medio de la oración y he recibido respuestas a cada una de ellas, aunque las respuestas fueran solamente mensajes sencillos y reconfortantes del Espíritu que me decían que tuviera paciencia. Es posible que no recibamos respuestas directas de inmediato o incluso en esta vida. A veces quizás necesitemos tiempo para progresar antes de estar listos para escuchar las respuestas. Sin embargo, “no necesitamos encontrar respuestas a todas las preguntas para recibir un testimonio y ser testigos de la verdad” 2 . El Padre Celestial dará respuestas en Su momento perfecto.

4. Da poder a la fe, no a las dudas

En los meses siguientes a mi primera reunión con los misioneros, afronté oposición y preguntas que amenazaban mi frágil testimonio. Oré para tener el deseo no solo de creer en Dios, sino de creerlo a Él. En lugar de centrarnos en nuestras dudas o preguntas, el Padre Celestial puede darnos oportunidades de “ejercit[ar] un poco de fe” (Alma 32:27). Esas oportunidades solo pueden llegar si tenemos fe y confiamos voluntariamente en Él, en lugar de buscar razones para dudar de Él. Tal como enseñó el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “[D]uden de sus dudas antes que dudar de su fe” 3 .

5. Elige creer

Si tienes preguntas que te inquietan, no las dejes para más adelante. Actúa con fe y busca respuestas de manera activa. El presidente Nelson aconsejó: “Si tienen dudas […], elijan creer y permanezcan fieles. Lleven sus preguntas al Señor y a otras fuentes fidedignas. Estudien con el deseo de creer […]. Dejen de aumentar sus dudas repitiéndolas con otros incrédulos. Permitan que el Señor los guíe en su trayecto de descubrimiento espiritual” 4 .

Ten la disposición a dejar que Él te guíe. Tal vez tengas que esperar las respuestas o aceptar respuestas del Padre Celestial que no sean del todo lo que esperabas, pero independientemente de dónde te encuentres en tu trayectoria de fe, el Padre Celestial te guiará y te brindará gozo a medida que sigas escogiendo creer.