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Él me dará lo que a mí me falta
¡Hola, mi nombre es Doménica Muñoz y soy de Ecuador! La verdad, nunca estuvo en mis planes servir una misión. El Padre Celestial me permitió poner en pausa mi vida por la pandemia y fue un tiempo de reflexión. Al darme cuenta de mis bendiciones, sentí muchos deseos de intentar agradecerle y le pedí que me ayudara a saber cómo. Mi familia influyó mucho en mí, especialmente mi hermano.
Desde abril de 2020 comencé a sentir deseos de servir en una misión. Estaba a la mitad de mi carrera y me encantaba mi trabajo. Si renunciaba, sabía que no iba a poder regresar a la empresa y no me sentía preparada para ser representante de Jesucristo.
En septiembre de 2021, asistí a una conferencia para líderes y el élder Benalcázar habló acerca de los sentimientos que podemos experimentar al ser llamados para servir en algún llamamiento. Muchas veces podríamos considerarnos inadecuados, pero que, por medio de Su gracia, Él me dará todo lo que me falta.
Antes de que iniciara la Conferencia General de octubre de 2021, oré bastante y le pedí a Dios que me ayudara dándome una respuesta clara de si debía o no servir en una misión. Recuerdo que en los primeros discursos hablaron sobre el discurso del élder Holland llamado “Apacienta mis ovejas”. Al escuchar con atención los mensajes, pude sentir fuertemente que el Señor me estaba llamando y que era mi momento.
Cuando sentí esa confirmación, me olvidé del trabajo, la universidad y todo lo demás, porque estaba segura y confiaba en que Dios me prepararía el camino. He sido llamada a servir en mi país y estoy tan agradecida que el Padre haya confiado en mí para trabajar en Su obra como misionera y llevar el mensaje de amor de Jesucristo a todas las personas que conoceré.
Amo a mi Padre Celestial y a Jesucristo, sé que es una gran responsabilidad, pero si hago mi parte, me esfuerzo por ser obediente y trabajo con amor, Él me dará lo que a mí me falta.