“¿En verdad espera el Padre Celestial que seamos perfectos?”, Liahona, febrero de 2023.
Ven, sígueme
¿En verdad espera el Padre Celestial que seamos perfectos?
En el Sermón del Monte, el Salvador enseñó: “Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Pero ¿cómo es eso posible? Este mandamiento puede parecer abrumador, y podemos desanimarnos si no nos detenemos a recordar cómo y cuándo alcanzamos la perfección.
Actividad: Rompecabezas [puzle] de la perfección
Parte 1
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Nuestra única esperanza para tener la verdadera perfección está en recibirla como un regalo de los Cielos; no podemos ‘ganárnosla’”1.
Como familia o por su cuenta, busquen la definición de perfecto en la Guía para el Estudio de las Escrituras en la aplicación Biblioteca del Evangelio o en LaIglesiadeJesucristo.org. Lean las referencias de las Escrituras que acompañan a la definición. También podrían considerar leer el discurso del presidente Russell M. Nelson “La inminencia de la perfección”, de la Conferencia General de octubre de 19952.
¿Qué entienden por perfección ahora? Analice con su familia o escriba en su diario cómo cambia su comprensión de esos versículos con la definición del Evangelio de perfecto.
Parte 2
Como familia, confeccionen un rompecabezas [puzle] sencillo cortando una hoja de papel en varias piezas. Antes de armar el rompecabezas, quite una pieza para que esté incompleto al armarlo. Entregue a cada integrante de la familia las piezas restantes del rompecabezas y pídales que las etiqueten con cosas que pueden hacer para lograr la perfección.
Cuando las piezas estén etiquetadas, armen el rompecabezas sin la pieza que se quitó al principio. Una vez que el rompecabezas se haya armado, muestre la pieza final. Antes de colocarla, analicen maneras en que los miembros de la Trinidad nos ayudan a mejorar y escriban algunas de ellas en la última pieza.
Mediante el poder redentor de Jesucristo y Su expiación, podemos llegar a ser perfectos con el tiempo3.