“¿Qué pasa si creo que el abuso es culpa mía?”, Ayuda para las víctimas, 2018.
“¿Qué pasa si creo que el abuso es culpa mía?”, Ayuda para las víctimas.
¿Qué pasa si creo que el abuso es culpa mía?
Si es una víctima de abuso, no es responsable de lo que le ha pasado. No importa dónde estuviera usted, lo que dijera o hiciese, lo que llevara puesto o lo que sucediera de antemano. Hablando a las víctimas de abuso, el élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró: “Testifico solemnemente que tú no eres responsable ni debes sentirte culpable por los actos ajenos de violencia… contrarios a tu voluntad, que te hieren profundamente” (“Cómo sanar las trágicas heridas del abuso”, Liahona, julio de 1992).
No es culpa de usted
Aunque los demás hayan intentado asegurarle que el abuso no se produjo por culpa suya, todavía es probable que crea que tiene la culpa de lo que sucedió.
Algunas razones por las que las víctimas pueden sentirse culpables son las siguientes:
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Han sido acusados de mentir.
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Les dijeron que el abuso era su culpa.
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Piensan que podrían o deberían haberlo detenido.
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El agresor era un manipulador.
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El agresor hizo parecer que el abuso fue buscado o desencadenado por la víctima.
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Sienten que hicieron algo para alentarlo.
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Pensaron que el comportamiento era normal.
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No sabían que lo que estaba sucediendo era abuso.
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Se les condujo a creer que debían arrepentirse, como si de alguna manera hubieran pecado al sufrir el abuso.
No importa lo que pueda sentir o lo que le hayan dicho; no tiene la culpa de las acciones de los demás.
No es el responsable
En situaciones de abuso, el agresor ha utilizado su albedrío para hacerle daño. Usted no es el responsable de una elección hecha por otra persona.
En un discurso de un devocional de BYU, el profesor Benjamin M. Ogles hizo la siguiente analogía:
“Algunos se preguntan si hicieron algo malo para merecer esta circunstancia. Algunos cuestionan su propia conducta y se preguntan si hicieron algo para alentar a la otra persona a ignorar sus deseos, como si de alguna manera hubieran invitado a esa conducta. Especialmente si tomaron otras decisiones alrededor del momento del incidente que ahora consideran cuestionables, pueden pensar que de alguna manera son parcialmente responsables de lo que les sucedió. ¡Pero ustedes no son responsables de aquello a lo que no dieron su consentimiento! Esa es la esencia del albedrío.
“Permítanme ilustrar esa idea con una experiencia personal. En 1990, nuestra familia se mudó a una comunidad muy pequeña en el sureste de Ohio llamada The Plains. En la primera noche, alguien irrumpió en nuestro auto y tomó todo lo que quiso llevarse. Cuando descubrí el robo, varios pensamientos vinieron inmediatamente a mi mente:
“‘Si tan solo hubiera estacionado cerca de la casa y lejos de la calle’.
“‘Es culpa mía; debería haber cerrado las puertas del auto’.
“‘Qué ingenuo de mi parte pensar que estábamos seguros solo porque este es un pequeño pueblo rural’.
“‘Si hubiera estado más alerta, podría haber evitado que esto sucediera’.
“¿Ven cómo asumí la responsabilidad por un crimen cometido por otra persona? Sin importar dónde hubiera estacionado el auto, o lo ingenuo que hubiese sido, o si había cerrado las puertas o no, nadie tiene derecho a sacar cosas de mi auto sin mi permiso. No fui el responsable del robo. Sin embargo, automáticamente asumí la culpa porque podía imaginar cosas que pensé que debería haber hecho de otra manera” (“Agency, Accountability, and the Atonement of Jesus Christ: Application to Sexual Assault”, devocional de la Universidad Brigham Young, 30 de enero de 2018, págs. 5–6, speeches.byu.edu).
En el Libro de Mormón aprendemos: “… quien comete iniquidad, lo hace contra sí mismo; pues he aquí, sois libres” (Helamán 14:30; cursiva agregada).
Si es víctima de abuso, no es culpa suya. No tiene la culpa de las acciones de los demás, independientemente de las circunstancias, y la sanación es posible por medio del Salvador Jesucristo.
Recursos comunitarios y de la Iglesia
(La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no ha creado, ni mantiene ni controla algunos de los recursos que se enumeran a continuación. Si bien estos materiales están destinados a servir como recursos adicionales, la Iglesia no respalda ningún contenido que no esté de acuerdo con sus doctrinas y enseñanzas. Puede que algunos de estos recursos estén solo en inglés).
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“It’s Never Your Fault: The Truth about Sexual Abuse”, National Child Traumatic Stress Network
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“It Wasn’t Your Fault”, National Association for People Abused in Childhood
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“Cómo sanar las trágicas heridas del abuso”, Richard G. Scott, Liahona, julio de 1992
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“Agency, Accountability, and the Atonement of Jesus Christ: Application to Sexual Assault”, Benjamin M. Ogles, devocional de la Universidad Brigham Young, 30 de enero de 2018
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“Why Childhood Sexual Abuse can NEVER be your fault”, Proyecto Pandora: apoyo y recursos para sobrevivientes de violación y abuso sexual