Autosuficiencia
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“1: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional, 2020

“1: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional

Aprender — Tiempo máximo: 60 minutos

1. ¿Qué es la resiliencia emocional?

Leer:

Para llegar a ser como el Salvador, todas las personas tendrán que afrontar desafíos y dificultades durante esta vida. Lidiar con éxito con los desafíos de la vida requiere fe en Jesucristo y resiliencia emocional. La resiliencia emocional es:

  • La capacidad de adaptarse a los desafíos emocionales con valor y con la fe centrada en Jesucristo.

  • Ayudarse a sí mismo y a los demás lo mejor que pueda.

  • Buscar ayuda adicional cuando sea necesario.

Este curso se ha diseñado para fortalecerlo espiritualmente y enseñarle algunas habilidades básicas para lidiar con los desafíos y las desilusiones de la vida. También aprenderá de las experiencias y de la ayuda de otros miembros del grupo.

Meditar:

Pregúntese: ¿Por qué desea ser más fuerte emocionalmente? Escriba la respuesta a continuación.

2. Aceptar los desafíos como parte del plan que Dios tiene para nosotros

Leer:

Como Padre de nuestros espíritus, Dios es perfecto y omnipotente y sabe todas las cosas. Él nos ama a cada uno de nosotros y nuestro progreso es Su obra y gloria. Su plan para nosotros es que crezcamos y cambiemos hasta que lleguemos a ser como Él. El Señor permite que experimentemos desafíos y, si respondemos con fe, nos fortalecerá y nos ayudará a crecer para llegar a ser más semejantes a Él. Ser resilientes emocionalmente nos ayuda a ser pacientes y a progresar partiendo de esos desafíos.

“Ningún dolor que padezcamos, ninguna prueba por la que pasemos es en vano, ya que contribuye a nuestra educación y al desarrollo de virtudes como la paciencia, la fe, la fortaleza y la humildad. Todo lo que sufrimos y todo lo que soportamos, sobre todo cuando lo hacemos pacientemente, edifica nuestro carácter, nos purifica el corazón, nos magnifica el alma y nos hace más sensibles y más caritativos […]. Y no es sino a través de los pesares y el sufrimiento, de las dificultades y las tribulaciones, que adquirimos la educación que hemos venido aquí a adquirir” (élder Orson F. Whitney, citado en “Un día desastroso y horrible”, Liahona, septiembre de 2002, pág. 24).

Ver:

Está construyendo un palacio”, disponible en srs.ChurchofJesusChrist.org/videos [1:19].

Analizar:

¿Cómo lo han ayudado a crecer las experiencias difíciles de su vida?

3. Usar el albedrío para actuar con responsabilidad

Leer:

Aunque sucedan cosas malas a nuestro alrededor, podemos elegir la manera en que reaccionamos. Asumir la responsabilidad de nuestras reacciones, incluso cuando enfrentamos desafíos, brinda paz y poder.

“Los hijos y las hijas de nuestro Padre Celestial hemos sido bendecidos con el don del albedrío moral, la capacidad de actuar y de escoger independientemente. Habiendo sido dotados del albedrío, ustedes y yo venimos a ser agentes, y ante todo hemos de actuar y no permitir tan solo que se actúe sobre nosotros. El creer que alguien o algo podrá hacernos sentir ofendidos, irritados, lastimados emocionalmente o amargados disminuye nuestro albedrío moral y nos transforma en objetos sobre los cuales se actúa. Sin embargo, en calidad de agentes, ustedes y yo tenemos el poder de actuar y de escoger la forma en la que reaccionaremos” (véase David A. Bednar, “Y no hay para ellos tropiezo”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 90).

Los desafíos o los cambios inesperados pueden parecer injustos. Tal vez nos sintamos tentados a reaccionar de maneras improductivas y que no son cristianas, como las siguientes:

  • Culpar a los demás

  • Poner excusas

  • Rebelarse

  • Quejarse

  • Criticar

  • Dudar

  • Rendirse

  • Procrastinar

  • Enojarse

  • Compadecerse de uno mismo

  • Dejarse dominar por el temor

  • Justificarse

Llegar a ser resiliente emocionalmente implica reconocer esas reacciones en nosotros mismos y utilizar nuestro albedrío para elegir una respuesta más adecuada.

Analizar:

¿En qué ocasiones ha utilizado su albedrío para actuar con responsabilidad? ¿De qué manera lo ayudó esto?

Ver:

Alto me eleva”, disponible en srs.ChurchofJesusChrist.org/videos [5:05].

Analizar:

A pesar de sus desafíos, ¿qué hicieron las personas del video para permitir que el Señor las ayudara?

Leer:

“Tener fe en Jesucristo es confiar en que, gracias a Su sacrificio expiatorio, Él corregirá todas las injusticias, restaurará todo lo que se haya perdido y reparará todo lo que se haya quebrantado, incluidos los corazones. Él enmendará todas las cosas, sin descuidar ningún detalle” (Lynn G. Robbins, “Be 100 Percent Responsible”, devocional de la Universidad Brigham Young, 22 de agosto de 2017, speeches.byu.edu).

Analizar:

¿Cómo puede ayudarnos la fe en Jesucristo a sobrellevar bien los desafíos?

4. Las bendiciones del cambio

Leer:

“En algún momento, todos hemos escuchado de una forma u otra el conocido dicho: ‘Nada es tan constante como los cambios’. A lo largo de nuestra vida debemos hacer frente a los cambios; algunos son bienvenidos, otros no. Hay cambios en la vida que son repentinos, como la muerte de un ser querido, una enfermedad inesperada, la pérdida de bienes que atesoramos, pero la mayoría de los cambios se producen lenta y sutilmente” (Thomas S. Monson, “Encontrar gozo en el trayecto”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 84).

El Señor nos asegura que, si nos humillamos ante Él, puede ayudarnos a cambiar para bien: “y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos” (Éter 12:27).

5. Expresar gratitud a diario

Leer:

Durante estas reuniones de grupo, uno de sus compromisos cada semana incluirá escribir al menos una cosa por la que se siente agradecido cada día. Expresar gratitud no significa que niegue ni ignore los sentimientos de dolor o desánimo; significa que reconoce las bendiciones que el Padre Celestial le ha dado. Por ejemplo, podría ser una ocasión en la que alguien fue amable con usted o en la que apreció algo que vio, olió, oyó, tocó o probó.

Ver:

Agradecidos en cualquier circunstancia”, disponible en srs.ChurchofJesusChrist.org/videos [1:06].

Analizar:

¿En qué momento la gratitud lo ha ayudado a usted, o a otras personas, a experimentar felicidad?

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