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“3: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional, 2020

“3: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional

Aprender — Tiempo máximo: 60 minutos

1. Nuestro cuerpo es un don de Dios

Leer:

Su amoroso Padre Celestial le proporcionó el don de un cuerpo para albergar su espíritu (véanse Doctrina y Convenios 88:15; Abraham 5:7). Un cuerpo sano es importante para ser emocionalmente resiliente. A medida que cuide mejor su salud física, su salud emocional también mejorará, y viceversa. Algunas maneras en las que puede cuidar mejor el cuerpo que el Padre Celestial le ha dado incluyen el ejercicio regular, mucho descanso, higiene personal y una alimentación saludable.

2. Ejercicio regular

Leer:

El ejercicio regular puede beneficiar en gran manera su salud emocional. La actividad física estimula el cerebro y libera sustancias químicas que lo ayudan con sus emociones y la capacidad de ver las situaciones con claridad. El dedicar tiempo a estar activo puede hacer que se sienta más feliz, más relajado y menos ansioso. La actividad física también puede ser una oportunidad para usar su cuerpo y relacionarse con familiares y amigos en un entorno social y divertido.

Leer:

Si no ha hecho ejercicio desde hace mucho tiempo, tiene problemas de salud crónicos como enfermedades cardíacas, diabetes o artritis, o tiene otras dudas, consulte a un profesional médico antes de comenzar un nuevo plan de ejercicio.

3. Dormir y descansar

Leer:

A menudo nos olvidamos de la necesidad de dormir y descansar. El élder Jeffrey R. Holland dijo: “ La fatiga es un enemigo común para todos nosotros, así que disminuyan el ritmo, descansen, repongan energías y recobren fuerzas. Los médicos nos aconsejan que si no nos tomamos el tiempo para cuidarnos, lo más seguro es que después lo tomaremos cuando estemos enfermos” (“Como una vasija quebrada”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 41). Un sueño de calidad puede ayudar a proteger su salud mental, su salud física, su calidad de vida y su seguridad. Cuando está cansado, tal vez le resulte difícil tomar decisiones, resolver problemas, controlar las emociones y el comportamiento, y manejar los cambios.

Leer:

Descansar es algo más que dormir lo suficiente. El Libro de Mormón enseña: “… no se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten” (Mosíah 4:27). A lo mejor siente la presión de seguir el ritmo de un mundo acelerado. Tal vez se encuentra en una etapa de la vida que parece abrumadora, porque está criando a hijos pequeños o cuidando de un ser querido enfermo. También puede verse afectado por las dificultades emocionales que lo hacen sentirse cansado y desear dormir más de lo necesario. Permanecer demasiado tiempo en la cama puede ser perjudicial para su salud mental y emocional. El Señor lo ama y conoce sus circunstancias únicas. Él puede guiarlo a ideas y recursos que le resulten útiles para su situación.

Analizar:

¿Cómo influye la fatiga en nuestro bienestar espiritual, físico, social y emocional?

Leer:

Si con frecuencia duerme demasiado o muy poco, considere buscar ayuda médica.

4. Higiene personal

Leer:

Mostramos respeto por nuestro cuerpo cuando lo tratamos y hablamos de él de manera positiva. Dar prioridad a las cosas pequeñas, como lavarnos las manos, bañarnos con regularidad, cepillarnos los dientes y mantener limpia la ropa, mejorará nuestra salud y nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos.

Analizar:

¿Qué cambios observa en usted mismo cuando practica una buena higiene personal?

5. Comer de manera saludable

Leer:

El Salvador enseñó al profeta José Smith acerca de la vida saludable en 1833, en una revelación que llegó a conocerse como la Palabra de Sabiduría (véase Doctrina y Convenios 89). Esta revelación proporciona guía en cuanto a lo que debemos comer y beber y lo que debemos evitar. El Señor promete buena salud, energía, protección, conocimiento y sabiduría a quienes obedezcan la Palabra de Sabiduría.

En uno de sus últimos discursos de conferencia general, el presidente Thomas S. Monson dijo: “[C]uidemos de nuestro cuerpo y de nuestra mente al guardar los principios que están en la Palabra de Sabiduría, un plan dado por los cielos. Con todo mi corazón y mi alma, testifico de las gloriosas bendiciones que nos aguardan si lo hacemos” (“Principios y promesas”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 79).

Analizar:

¿Cuáles son algunas maneras en que podemos cuidar mejor del cuerpo que el Padre Celestial nos ha dado?

Leer:

Asegúrese de beber mucha agua potable a lo largo del día. Ingiera la cantidad de comida adecuada para alimentar su cuerpo y así obtener la energía que necesita para llevar a cabo sus tareas diarias. En general, valore comer más verduras, fruta, granos integrales, legumbres y frutos secos. Asimismo, considere reducir el azúcar refinado, la sal, las bebidas con azúcar y las grasas saturadas.

Si lo desea, hable con alguien que conozca acerca de sus hábitos alimentarios y analicen algunas maneras de alimentar mejor su cuerpo. Al esforzarse por llevar una vida más saludable, es posible que no vea resultados de inmediato, pero puede saber que está haciendo todo lo posible por cuidar del cuerpo que Dios le ha dado.

Leer:

Uno de los síntomas de un trastorno alimentario es centrarse en la comida y el ejercicio hasta el punto de no poder enfocarse en otros aspectos de su vida.

Si descubre que sus hábitos alimentarios limitan sus actividades o afectan a su salud, busque ayuda médica.

6. Comprender nuestras emociones

Leer:

Su cuerpo experimenta emociones fuertes. Llegar a ser emocionalmente resiliente requiere que reconozca, acepte y reaccione a sus emociones de un modo saludable. Las emociones son una parte normal de nuestra experiencia terrenal. A veces, sus emociones pueden ser fuertes y puede resultarle difícil responder a ellas. Cuando permite que sus emociones decidan su conducta, se rinde a esas emociones en lugar de usar el albedrío para controlarlas.

Analizar:

¿De qué manera el esforzarnos por controlar nuestras emociones nos ayuda a llegar a ser más semejantes a Cristo?

Leer:

El primer paso para controlar las emociones es tomar conciencia de ellas. Una herramienta que puede ayudarlo es llevar un diario de emociones, donde puede reflexionar sobre las emociones que ha sentido. En un diario de emociones, usted registra la emoción que siente, la situación en la que se encontraba y las acciones que llevó a cabo a causa de esa emoción. Medite en esos sentimientos y situaciones y luego anote sus ideas. Al hacer un seguimiento de sus emociones, busque patrones y tendencias. Considere escribir todos los días en su diario de emociones. Vea el ejemplo siguiente.

Emoción

Situación

Acciones efectuadas a causa de la emoción

Meditar

Emoción

Ejemplo

Hoy me sentí enojado y ofendido,

Situación

Tuve una fuerte discusión con mi padre.

Acciones efectuadas a causa de la emoción

Me molesté mucho, le grité y arremetí contra mis amigos, y me sentí mal por ello.

Meditar

Debería hablar con mi padre sobre cómo me siento en lugar de enojarme con él.

Emoción

Ejemplo

Hoy sentí gozo y amor.

Situación

Escuché una oración sincera que me conmovió.

Acciones efectuadas a causa de la emoción

Le agradecí al Padre Celestial Su amor y pensé en mi forma de orar.

Meditar

Deseo volver a sentirme así al tratar de conectarme mejor con el Padre Celestial por medio de la oración.

Leer:

El élder Richard G. Scott enseñó: “[C]eder a las emociones como la ira, el malestar o el ponerse a la defensiva alejará al Espíritu Santo” (“Cómo obtener revelación e inspiración en tu propia vida”, Liahona, mayo de 2012, pág. 45). Por supuesto, todos experimentaremos ira y nos sentiremos ofendidos en ocasiones. A veces, estamos incluso justificados al sentir esas emociones. Sin embargo, es importante que resolvamos esos sentimientos si queremos conectarnos mejor con el Señor y sentir el Espíritu.

El élder Scott también sugirió una manera en que la emoción puede ayudarnos a sentir el Espíritu y a ser más resilientes: “El buen sentido del humor ayuda a la revelación […]. El buen sentido del humor es una válvula de escape para las presiones de la vida” (“Cómo obtener revelación”, pág. 46).

Analizar:

¿De qué manera el aprender a controlar sus emociones puede ayudarlo a sentir más fácilmente el Espíritu?

7. Cuidado personal

Leer:

Cuando afronte desafíos, debe hacer todo lo posible por cuidarse. Hacer todo lo que pueda quiere decir utilizar los recursos que tiene a su alcance como apoyo ante cualquier desafío que enfrente. A continuación hay una lista de ideas para el cuidado personal.

  • Dormir una siesta

  • Pasar tiempo con un amigo

  • Aminorar el ritmo

  • Ducharse o bañarse

  • Hacer ejercicio

  • Leer un libro

  • Escuchar música

  • Crear algo

  • Orar

  • Dar un paseo

  • Hacer una lista de cosas por las cuales esté agradecido

  • Disfrutar de una buena comida

  • Bailar

  • Cantar

  • Usar técnicas de relajación (véanse la actividad del apartado 3 en la sección “Aprender” del capítulo 4 y la sección “Recursos” del capítulo 4)

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