Mi fundamento: Nuestra identidad y nuestro propósito divinos
“2: Mi fundamento: Nuestra identidad y propósito divinos”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional, 2020
“2: Mi fundamento: Nuestra identidad y propósito divinos”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional
Mi fundamento: Nuestra identidad y nuestro propósito divinos — Tiempo máximo: 20 minutos
Leer:
Las siguientes declaraciones de líderes de la Iglesia:
“Son hijos de Dios; Él es el Padre de su espíritu. Espiritualmente ustedes son de noble linaje, la estirpe del Rey de los Cielos. Graben esta verdad en la memoria y aférrense a ella” (véase Boyd K. Packer, “A los jóvenes”, Liahona, julio de 1989, pág. 67).
“Ten cuidado de cómo te defines a ti mismo; no te describas ni te definas a ti mismo valiéndote de alguna cualidad temporal. La única cualidad que debe caracterizarte es que eres hijo o hija de Dios. Ese hecho trasciende todas las demás características, incluidas la raza, la ocupación, las características físicas, los honores o aun las afiliaciones religiosas” (Dallin H. Oaks, “How to Define Yourself”, New Era, junio de 2013, pág. 48).
“Ustedes son muy especiales; son únic[o]s en su tipo, hech[o]s de una inteligencia eterna que les da la total posibilidad de alcanzar la vida eterna.
“No deben tener ninguna duda acerca de su valor individual. La intención primordial del plan del Evangelio es la de proveer a cada un[o] de ustedes la oportunidad de alcanzar sus más altos potenciales, los cuales significan el progreso eterno y la posibilidad de alcanzar la divinidad” (véase Spencer W. Kimball, “Privilegios y responsabilidades de la mujer de la Iglesia”, Liahona, febrero de 1979, pág. 145).
Analizar:
¿Por qué es tan importante recordar nuestra verdadera identidad y nuestro potencial?
Leer:
“No podemos calcular el valor de otra alma así como no podemos medir la extensión del universo. Toda persona que conocemos es de suma importancia para nuestro Padre Celestial. Una vez que lo entendamos, podremos comenzar a comprender cómo debemos tratar a nuestros semejantes” (Dieter F. Uchtdorf, “Ustedes son mis manos”, Liahona, mayo de 2010, pág. 69).
Analizar:
¿Por qué es importante ver a los demás como los ve Dios? ¿Cómo podemos desarrollar ese don espiritual?
Comprométase:
Esta semana pensaré en una manera de recordar mi identidad divina.