1. ¡Murió! El Redentor murió,
e Israel por Él lloró.
El mundo se obscureció;
la tierra de dolor tembló.
2. Venid, oh santos, y mostrad
a Él eterna gratitud.
Su santa sangre aceptad,
preciosas gotas de virtud.
3. ¡Cuán grande sacrificio fue!
Su gloria celestial dejó.
Cantad loor a vuestro Rey,
que vive aunque ya murió.
4. Jesús la tumba dominó;
un coro celestial bajó;
en alto a su Rey llevó;
con gloria se le coronó.
Letra: Isaac Watts, 1674–1748, alt.
Música: George Careless, 1839–1932.