1. Roca de eternidad, sé mi faro de verdad.
En la sangre que brotó de tu cuerpo que murió,
mis pecados lavaré y pureza buscaré.
2. Aunque obrara con piedad y llorase sin cesar,
por mis culpas y maldad no podría yo pagar.
Sólo puedes tú salvar; sólo en ti he de confiar.
3. Cuando tenga que morir y a tu morada ir,
tu presencia buscaré; en tu trono te veré.
Roca de eternidad, sé mi faro de verdad.
Letra: Augustus M. Toplady. 1740–1778.
Música: Thomas Hastings, 1784–1872.