1. Oh Dios de Israel, te rendimos loor
a ti, nuestro gran Redentor,
de día la sombra, de noche la luz,
del mundo eres Rey y Señor.
2. Sabemos que vienes tu grey a juntar,
la cual has de guiar a Sión.
En valle de muerte no nos dejarás,
ni en la vasta desolación.
3. Hemos errado mucho, clamando a ti,
extraños, en yermos del mal.
Los malos se gozan de nuestro pesar,
mas libre Israel quedará.
4. Nos regocijamos, oh hijos de Dios;
las señas presentes están.
Seamos valientes y fieles al Rey;
se vislumbra la gran redención.
Letra: William W. Phelps, 1792–1872; adaptación de Joseph Swain, 1761–1796.
Música: Freeman Lewis, 1780–1859.