1. Ya regocijemos; es día bendito;
ya no sufriremos pesar y aflicción.
El gran Evangelio se está proclamando
y viene la hora de la redención,
en que las promesas los santos reciban,
y libres de persecuciones estén.
La tierra tal como Edén será vista;
por Cristo reunido será Israel.
2. Amémonos siempre y no contendamos;
seamos unidos, dejando el error.
Y entre el temor y clamor de los malos
veremos el día de nuestro Señor,
en que las promesas los santos reciban,
y libres de persecuciones estén.
La tierra tal como Edén será vista;
por Cristo reunido será Israel.
3. Tenemos confianza en que Jesucristo
nos guíe en nuestro pesar y dolor,
y cuando la siega y prueba pasemos,
¡qué gozo habrá cuando venga el Señor!
Y toda promesa ya recibiremos;
con ángeles santos nos coronará.
La tierra tal como Edén será vista,
y Cristo y Su pueblo aquí morarán.
Letra: William W. Phelps, 1792–1872.
Música: Henry Tucker; apr. 1863.