Lección 13
El don del Espíritu Santo me puede ayudar
Objetivo
Que los niños comprendan que después de ser bautizados, recibirán el don del Espíritu Santo para que les ayude y les guíe.
Preparación
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Con la ayuda de la oración, estudie Doctrina y Convenios 49:13–14, 130:22, y los Artículos de Fe 1 y 4. Vea también Moroni 10:5; Doctrina y Convenios 9:8–9; 85:6; y Principios del evangelio (31110 002), capítulo 21.
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Recorte cinco flores de papel grueso o cartulina.
Escriba en cada flor una de las cinco preguntas que aparecen más adelante en la lección y pégueles un palito de unos 10 ó 15 cm de largo. Coloque las flores en un florero u otro recipiente.
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Haga los arreglos necesarios para cantar o recitar con los niños la letra de “Dios vive” (Canciones para los niños, pág. 8). La letra de esta canción se encuentra al final del manual.
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Materiales necesarios:
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Un ejemplar de Doctrina y Convenios.
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La lámina 2-19, Juan el Bautista bautiza a Jesús (Las bellas artes del evangelio 208; 62133 002).
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Haga los arreglos necesarios para las actividades complementarias que desee llevar a cabo.
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a un niño que ofrezca la primera oración.
Pregunte a los niños cómo les fue con la asignación de la semana anterior si recibieron alguna.
Podemos recibir el don del Espíritu Santo
Actividad para despertar el interés
Muestre la lámina 2-19, Juan el Bautista bautiza a Jesús. Haga un repaso de lo que aprendieron la semana anterior pidiendo a cada niño que escoja una de las flores. Haga una pregunta acerca del bautismo de Jesucristo que comience con la palabra que esté en la flor. Si el niño que escogió la flor no puede contestar la pregunta, permita que el resto de los niños de la clase le ayuden (procure no avergonzar al niño si no sabe responder).
Preguntas posibles:
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¿Quién bautizó a Jesucristo? (Juan el Bautista.)
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¿Dónde fue bautizado Jesús? (En el río Jordán.)
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¿Qué significa bautismo por inmersión? (Ser sumergido por completo en el agua.)
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¿Por qué se bautizó Jesús? (Para obedecer un mandamiento y darnos el ejemplo de cómo hacerlo.)
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¿Cuándo podemos bautizarnos? (Cuando cumplimos ocho años.)
Presentación por el maestro
Pida a los niños que le digan quiénes son las personas que se ven en la lámina 2–19.
• ¿De quién fue la voz que se escuchó después del bautismo de Jesús?
Recuerde a los niños que nuestro Padre Celestial estaba observando el bautismo de Jesús y se sentía complacido con Su Hijo. Explíqueles que también estuvo presente en el bautismo de Jesús otra persona muy especial que ayuda a nuestro Padre Celestial y a Jesús. A Él se le llama el Espíritu Santo.
Artículo de Fe
Pida a los niños que se pongan de pie y repitan con usted el primer Artículo de Fe.
Pasaje de las Escrituras
Explique que el Espíritu Santo es como nuestro Padre Celestial y Jesucristo porque nos ama y desea ayudarnos, pero que es diferente de ellos porque no tiene cuerpo de carne y huesos. Lea en voz alta Doctrina y Convenios 130:22, hasta donde dice personaje de Espíritu. Explíqueles que no podemos ver al Espíritu Santo, pero que Él nos puede ayudar a hacer lo correcto. Nos da un caluroso sentimiento de felicidad por dentro cuando escogemos lo correcto.
Pasaje de las Escrituras
Diga a los niños que después que se bauticen, vivirán otra experiencia especial. Dígales que algunos poseedores del Sacerdocio de Melquisedec pondrán las manos sobre su cabeza y les darán dos grandes bendiciones. Para que se den cuenta de cuál es una de esas bendiciones, lea en Doctrina y Convenios 49:14. Explíqueles que cuando dice “el que hiciere esto”, se refiere a la persona que se bautiza.
Artículo de Fe
Ayude a los niños a aprender de memoria la parte del cuarto Artículo de Fe que dice: “Creemos … [en la] imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo”. Dígales que el don del Espíritu Santo es una de las maravillosas bendiciones que podemos recibir después del bautismo.
Presentación por el maestro
Explique que cuando tenemos el don del Espíritu Santo, Él nos ayudará a reconocer lo verdadero y lo correcto. El Espíritu Santo nos puede ayudar aun antes de ser bautizados y confirmados, pero después de recibir este don, podemos tener Su compañía constante. Esto significa que siempre que nos esforcemos por hacer lo correcto, Su influencia permanecerá con nosotros.
Podemos ser confirmados miembros de la Iglesia
Presentación por el maestro
Explique que otra bendición que recibimos después del bautismo es ser confirmado miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A esto se le llama confirmación. Pida a los niños que repitan la palabra confirmación varias veces.
Relato con láminas
Relate la historia de “La confirmación de Marina”, que se encuentra al final de esta lección. Pida a los niños que se sienten cerca unos de otros para que puedan ver las figuras a medida que usted relata la historia.
Análisis
Después de contar el relato, haga las siguientes preguntas:
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¿Qué recibió Marina? (El don del Espíritu Santo.)
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¿Quién dijo la oración para dárselo? (Su papá.)
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¿Qué autoridad tiene el papá de Marina? (El Sacerdocio de Melquisedec.)
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¿Qué era la calidez que sentía Marina? (La influencia del Espíritu Santo.)
Dé la oportunidad a los niños de contar la historia otra vez. Invite a otro niño para que hable de cada lámina.
El Espíritu Santo nos ayudará a saber lo que es verdad
Presentación por el maestro
Explique que el Espíritu Santo nos ayudará a saber que la Iglesia es verdadera. A veces nos sentimos tan felices y tan agradecidos con nuestro Padre Celestial que tenemos deseos de dar a conocer esos sentimientos a otras personas. Esto sucede a menudo cuando expresamos nuestro testimonio durante la reunión de ayuno y testimonios.
• ¿Han expresado ustedes alguna vez su testimonio en una de estas reuniones?
Si lo han hecho, déles la oportunidad de explicar a los demás lo que hayan sentido.
Explique que algunas veces las personas están tan llenas del Espíritu Santo que hasta lloran un poquito; pero no son lágrimas de tristeza sino de felicidad. Dígales que algunas veces reciben un sentimiento cálido de paz durante la reunión de testimonios, cuando oran o leen las Escrituras, o prestan atención en la Iglesia. Este sentimiento de paz es el susurro del Espíritu Santo haciéndoles saber que lo que se dice es verdadero y correcto.
Canción
Cante o repita la letra de “Dios vive” con los niños.
Explique que el “Espíritu” del que se habla en esta canción es el Espíritu Santo, quien nos ayuda a saber que nuestro Padre Celestial es real y que nos ama.
El Espíritu Santo puede guiarnos y avisarnos de peligros
Relato
Cuente con sus propias palabras el relato de Sara Jane Jenne Cannon y pida a los niños que presten atención a lo que el Espíritu le susurró:
Sara Jane fue una niña pionera que hace muchos años atravesó a pie las llanuras de los Estados Unidos en busca de un nuevo hogar. Cuando llegó a Utah, se fue a vivir con su tía a una casa que estaba sin terminar. En lugar de techo había una lona que se extendía de pared a pared y que estaba sujeta en cada esquina con una piedra grande.
Un día Sara Jane estaba cosiendo cuando escuchó una voz que le decía: “Sal de allí rápido”. Estaba sola en la habitación, pero igual obedeció la voz; y antes de que hubiera llegado al otro lado de la habitación, una de las grandes piedras que sujetaban el toldo cayó en el cuarto. Si Sara no se hubiera movido, la piedra la hubiera golpeado (véase “Move Away Quickly”, de Remarkable Stories from the Lives of Latter-day Saint Women, comp. por Leon R. Hartshorn, 2 tomos, Salt Lake City: Deseret Book Co., 1973-1975, 2:34).
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¿Quién le habló a Sara Jane?
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¿Qué le dijo el Espíritu Santo?
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¿Qué hizo Sara Jane?
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¿Qué hubiera sucedido si Sara Jane no hubiera hecho caso?
Recuerde a los niños que el Espíritu Santo no siempre habla con una voz que podemos oír. Muchas veces nos da sentimientos acerca de las cosas que debemos hacer.
Resumen
Actividad de repaso
Pida a los niños que le digan lo que saben acerca del Espíritu Santo. Si lo desea, podría utilizar las flores con las preguntas otra vez como repaso. Podría hacer las siguientes preguntas:
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¿Qué don valioso pueden recibir después del bautismo? (El don del Espíritu Santo.)
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¿Quién es el Espíritu Santo? (Un ser que ayuda a Jesús y a nuestro Padre Celestial; un espíritu; alguien que nos da consuelo y ayuda.)
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¿Cuándo se nos da el don del Espíritu Santo? (Después del bautismo, cuando somos confirmados miembros de la Iglesia.)
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¿Dónde podemos sentir los susurros del Espíritu Santo? (En nuestras mentes y en nuestros corazones. Respuestas tales como “en nuestro hogar”, “en la Iglesia” o “en cualquier lugar en el que escojamos lo correcto” también son adecuadas.)
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¿Por qué mandó nuestro Padre Celestial al Espíritu Santo para acompañarnos? (Para ayudarnos y darnos consuelo; para guiarnos y avisarnos de peligros; para decirnos lo que es verdad; para darnos sentimientos de paz y felicidad.)
Testimonio
Exprese a los niños sus sentimientos acerca del Espíritu Santo y de cómo nos ayuda y nos guía. Si lo desea, puede relatar a los niños una experiencia personal en que el Espíritu Santo le haya testificado acerca de la veracidad de la Iglesia o haya recibido Su ayuda.
Anime a los niños a escoger lo correcto siempre para que puedan gozar de la compañía del Espíritu.
Pida a un niño que ofrezca la última oración.
Actividades complementarias
Elija de entre las siguientes actividades aquellas que sean de mayor beneficio para los niños de su clase. Puede utilizarlas durante la lección o como repaso o resumen. Para mayor información, vea la sección “El período de clase” en “Ayudas para el maestro”.
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Lleve a la clase algo que le hayan regalado que ya no tenga ningún uso o que esté roto o gastado, como un plato agrietado (resquebrajado), alguna prenda de vestir o una caja vacía de algún alimento.
Muestre a los niños el regalo que ya no tiene ninguna utilidad. Déles cualquier tipo de información interesante acerca del artículo como quién se lo dio, cuándo o por qué. Ayúdeles a comprender que a pesar de que ese regalo fue valioso para usted, ya no se puede utilizar porque está roto o gastado.
Explique que cuando usted fue bautizado y confirmado, recibió otra clase de regalo que también es muy valioso pero que no se puede gastar. Es un regalo que no tiene precio y que se vuelve más valioso a medida que se usa.
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¿Cuál es ese regalo?
Cuando los niños hayan adivinado (o usted les haya dicho) que el regalo del que les habla es el don del Espíritu Santo, dígales que ellos recibirán muchos regalos a lo largo de su vida, pero que el don del Espíritu Santo es el más valioso que recibirán mientras estén en la tierra.
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Repitan en voz alta la letra de “La voz quieta”.
Habla el Espíritu con quieta voz.
Me guía, me guarda y me lleva hacia Dios.
Si procuro bien obrar, Él me puede amparar
y guiarme, cuidarme y luz a mi alma dar.
Utilice los movimientos que se indican a continuación cuando diga la siguiente parte del verso:
Oye el Santo Espíritu cuando habla. (Mano a la oreja.)
Oye, oye esa quieta voz. (Lleve el dedo índice a los labios.)
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Juegue el siguiente juego con los niños para demostrarles que pueden ser guiados por un susurro apacible:
Muestre a los niños algún artículo pequeño que usted esconderá. Pida a uno de los niños que se aleje del grupo por un momento mientras usted esconde el objeto. Cuando el niño regrese, explíquele que debe escuchar con atención para encontrar el objeto. Utilice un sonido suave, tal como dar golpecitos con un lápiz, golpear suavemente las manos o tararear una canción, para indicar al niño hacia dónde debe ir para encontrar el objeto escondido. Dé un golpecito ligero cuando el niño mire en la dirección adecuada y golpecitos más rápidos (o tararee más fuerte) a medida que el niño se acerque al lugar en el que se encuentra el objeto. Continúe de esta manera hasta que encuentre el objeto. Repita la actividad tantas veces como lo desee, dando a otros niños la oportunidad de buscar el objeto escondido.
Explique a los niños que ellos pueden recibir guía en su vida si escuchan el susurro apacible del Espíritu Santo. Recuérdeles que el Espíritu Santo no siempre habla en voz alta sino que a veces nos da ideas o sentimientos tales como un sentimiento cálido cuando hacemos algo bien o un sentimiento incómodo cuando hacemos (o queremos hacer) algo que está mal. Debemos prestar atención para saber lo que el Espíritu Santo nos dice que hagamos.
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Ayude a los niños a trazar sus manos en una hoja de papel con lápices de cera de diferentes colores. Haga que quede una mano encima de la otra, para representar la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo. Escriba el nombre de cada niño en los dibujos.
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Canten o repitan la letra de “El Espíritu Santo” (Canciones para los niños, pág. 56). La letra se encuentra al final del manual.