Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Abraham y Lot


Lección 10

Abraham y Lot

Objetivo

Fortalecer en los niños el deseo de demostrar amor a los demás.

Preparación

  1. Con oración, estudie:

  2. Lectura complementaria:

  3. Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.

  4. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de la Biblia para cada niño.

    2. Una hoja grande de papel y un lápiz.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para captar la atención

Dibuje un círculo grande en la pizarra o en una hoja grande de papel y escriba la palabra Amor en el centro. Pida a los niños que le digan qué significa el amor para ellos. Escriba las respuestas que le den alrededor del círculo.

Pida a los niños que nombren a personas que ellos amen; escriba esos nombres dentro del círculo y llámelo el Círculo del Amor. Explique que a medida que nos volvemos más cristianos, aprendemos a amar y a prestar servicio a los demás de una forma mucho mejor y a incluir a más personas en nuestro círculo del amor. Diga a la clase que en esta lección aprenderán cómo el Profeta Abraham trató a las personas que amaba.

Relato de las Escrituras

Enseñe a los niños el relato de Abraham y de Lot de los pasajes de las Escrituras enumerados en la sección “Preparación”. (En “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII, encontrará varias sugerencias de cómo enseñar los relatos de las Escrituras.)

Preguntas para analizar y aplicar

Estudie las preguntas y las referencias de los pasajes de las Escrituras que se relacionan con cada uno de los relatos. Utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios en su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.

• ¿Por qué Abraham y Lot no podían vivir en el mismo lugar? (Génesis 13:5–7.) ¿De qué manera demostró Abraham su generosidad y amor por Lot? (Génesis 13:8–9; véase la actividad complementaria N° 2.) ¿Cómo podemos demostrar amor y generosidad cuando dividimos algo con el fin de compartirlo con otra persona?

• ¿Qué parte de la tierra parecía más deseable? ¿Cuál eligió Lot? (Génesis 13:10–12.)

• ¿Qué aprendemos del ejemplo que dio Abraham acerca del amor por un miembro de su familia? ¿Por qué a veces tratamos mejor a nuestros amigos que a los miembros de nuestra familia? ¿Qué podría suceder si tratáramos a nuestros amigos de la forma en que tratamos a nuestra familia? ¿Qué pasaría si tratáramos a nuestra familia como a nuestros amigos?

• Cuando Abraham se enteró de que Lot había sido capturado en las batallas de los reyes, ¿qué hizo para demostrar el amor y la preocupación que sentía por Lot? (Génesis 14:14–16.)

• ¿En qué forma demostró Abraham su amor por los demás cuando el Señor iba a destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra? (Génesis 18:22–24.)

• ¿Qué hicieron los mensajeros de Dios antes de destruir esas ciudades inicuas? (Génesis 19:12, 15–16.)

• ¿De qué manera demuestra la destrucción de Sodoma y Gomorra el amor que nuestro Padre Celestial tiene por Sus hijos? (Él destruyó a los inicuos para proteger a los justos de su mala influencia.)

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o más de las siguientes actividades:

  1. Con sus propias palabras, relate a los niños las siguientes historias verdaderas:

    1. La visita a otra Primaria:

      El hermano Black llevó a sus hijos a un viaje durante el cual visitaron otro barrio. Cuando se dirigía a la clase que le correspondía, el hermano Black vio que uno de los miembros del obispado llevaba de la mano por el corredor a su hijo más pequeño, que iba llorando.

      “Papá, cuando entré en el salón, me fui a sentar pero uno de los niños se acomodó en la silla y me dijo: ‘No te puedes sentar aquí; tú no perteneces a esta clase’. Entonces otro niño dijo: ‘¿Y qué haces aquí, de todos modos?’ Todos se rieron de mí, Papá. No quiero ir a esa Primaria”.

    2. Un muchacho pobre:

      “Tampoco podíamos comprar muchas prendas de vestir. Tenía un solo par de zapatos para ir a la Iglesia y no estaban en muy buenas condiciones. Tenían agujeros en la suela y yo les ponía plantillas de cartón… Podía de esa forma ir a la Iglesia y todo andaba bien hasta que esos zapatos se me gastaban. Entonces, no sabía que hacer… Fui a buscar una caja de zapatos que unos vecinos nos habían dado. Los revisé uno por uno pero sólo encontré un par que me quedó… Era un par de zapatos de enfermera. Entonces pensé: ‘¿Cómo voy a ponerme algo así? En la Iglesia se van a reír y burlar de mí’. De modo que decidí que no me los pondría y que tampoco iría a la Iglesia.

      “Pasó esa noche y a la mañana siguiente:… ¡Sabía que tenía que ir!… Entonces decidí qué hacer. Iría bien temprano y me sentaría cerca del frente antes de que nadie llegara. Pensé: ‘Pondré los pies debajo de la [banca] para que nadie los vea y luego esperaré hasta que todos se vayan…’ Corrí hacia la Iglesia media hora más temprano y todo dio resultado. Nadie había llegado. Puse los pies debajo de la banca. Casi enseguida comenzó a llegar todo el mundo y de pronto, alguien anunció: ‘Ahora nos separaremos para ir a nuestras respectivas clases’. Había olvidado que tenía que ir a clase… Me quedé sentado sin poder moverme… Parecía que la reunión entera se había detenido y estaba esperando a que yo me moviera; de modo que tuve que hacerlo. Me puse de pie y seguí a la clase por la escalera hacia el piso de abajo.

      “Creo que ese día aprendí la lección más grande que jamás he aprendido en mi vida. Bajé a la planta baja y la maestra nos pidió que nos sentáramos haciendo un medio círculo. Sentía como si mis zapatos tuvieran el doble de tamaño. Me es imposible describirles la vergüenza que sentía. Observé detenidamente pero, saben, ninguno de los niños de ocho y nueve años de esa clase se rió de mí… Nadie señaló mis zapatos. Mi maestra no los miró… Yo vigilaba a cada uno de ellos para ver si alguien me estaba mirando… Claro está que vieron los zapatos de enfermera que me tuve que poner para ir a la Iglesia, pero ellos tuvieron la fineza (cortesía) de no reirse” (Vaughn J. Featherstone, “Acres of Diamonds”, Speeches of the Year, 1974 [1975], págs. 351–352).

      • ¿De qué manera fueron diferentes los círculos de amor en esas dos clases?

      • ¿A cuál de ellas les gustaría pertenecer? ¿Por qué?

      • ¿En qué forma podrían ayudar a que nuestra clase fuera como la clase a la cual asistió el élder Vaughn Featherstone cuando era niño?

    Pida a los niños que relaten experiencias en las que hayan sido incluidos en el círculo de amor de alguien o cuando ellos hayan incluido a otra persona en el círculo de amor de ellos.

  2. Con el fin de ilustrar el amor que Abraham tenía por los demás, dibuje un círculo grande en la pizarra o en una hoja de papel y escriba el nombre de Abraham dentro del círculo. A medida que presente el relato de las Escrituras, vaya anotando los nombres de las personas que Abraham incluyó en su círculo de amor (los pastores, Lot y su familia, la gente que habitaba las ciudades de Sodoma y Gomorra).

  3. Haga un círculo en el piso con un cordel largo o una cuerda. Escoja a un niño para que se pare en el centro del círculo, al que llamará: “Círculo del amor”. Distribuya pequeños letreros entre los niños de la clase, los cuales representen a las personas que tal vez necesiten ser acogidas en el círculo del amor de ustedes (“Un bebé recién nacido”, “Un vecino anciano”, “Un visitante”, “Alguien que te ha ofendido”, “Un pariente que está solo”,

    “Un niño tímido”, “Una persona que causa problemas”, etc.). Pida al niño que esté dentro del círculo que elija a uno de los niños que esté afuera del círculo y que piense en algo que pueda atraer a ese niño al círculo de amor. Por ejemplo, el niño podría escoger al “Pariente que está solo” e invitarlo a una Noche de hogar. El niño elegido entra en el círculo, selecciona a otro niño y dice qué se podría hacer para atraer a esa persona al círculo de amor. Continúe hasta que todos los niños queden dentro del círculo.

    Indique que el círculo de amor de cada niño se hará cada vez más grande cuando él o ella demuestre amor y bondad hacia los demás. Ese concepto podría ilustrarlo al hacer el círculo bien pequeño alrededor del primer niño y luego ir agrandándolo a medida que haya más niños dentro.

  4. Entregue a cada uno de los niños una hoja de papel y pídales que dibujen un círculo y escriban Mi círculo de amor alrededor del borde de la circunferencia. Ínstelos a hacer sus círculos más grandes al incluir en ellos a alguien a quien quizás hayan dejado fuera del círculo. Exhorte a los niños a hablar con sus respectivas familias acerca del círculo de amor y que juntos piensen en una persona a la que no hayan demostrado amor. Sugiérales que escriban el nombre de esa persona afuera del círculo e ínstelos a tratarla con amor a pesar de la forma en que ella actúe o se comporte, como lo hizo Abraham con Lot, y vean si la semana entrante pueden poner el nombre de esa persona adentro de su círculo de amor. (Si utiliza esta actividad, asegúrese de averiguar la próxima semana si los niños han logrado su meta.)

  5. Haga que la clase participe en una lectura a coro con el fin de hacer hincapié en el valor que Dios da a todos Sus hijos. Comience leyendo en voz alta Génesis 18:23–24 mientras los niños siguen la lectura en silencio en sus Biblias. Después pida a los niños que lean juntos Génesis 18:26.

    Continúe todo el capítulo de esta manera, leyendo usted las preguntas de Abraham y, los niños, las respuestas del Señor.

  6. Canten o repitan la letra de las canciones “Contigo iré” (Canciones para los niños, pág. 78) (los niños pueden representar la letra de la canción), “Amad a otros” (Canciones para los niños, pág. 74) o “Yo trato de ser como Cristo” (Canciones para los niños, pág. 40).

Conclusión

Testimonio

Exprese el amor que siente por los niños y mencione algo bueno que usted haya notado en cada uno de ellos. Testifique que todos nosotros nos encontramos dentro del círculo de amor de nuestro Padre Celestial.

Sugerencias para que los niños hablen con la familia

Inste a los niños a hablar con la familia sobre una parte específica de la lección, tal como un relato, una pregunta o actividad, o que lean con ella las “Sugerencias de lectura” que tienen para estudiar en casa.

Sugerencias de lectura

Sugiera a los niños que estudien en casa Génesis 13:1–11 como repaso de la lección de hoy.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.

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