Bendiciones patriarcales
Los patriarcas ordenados dan bendiciones patriarcales a los miembros dignos de la Iglesia. La bendición patriarcal te declara el linaje que tienes en la casa de Israel y contiene consejos personales del Señor para ti.
Al estudiar la bendición patriarcal y seguir el consejo que contiene, se te brindará guía, consuelo y protección. Para saber cómo hacer para recibir una bendición patriarcal, habla con tu obispo o con tu presidente de rama.
Declaración de linaje
La bendición patriarcal incluye una declaración de tu linaje y declara que perteneces a la casa de Israel, que eres descendiente de Abraham y que perteneces a una tribu específica de Jacob. Por ejemplo, muchos Santos de los Últimos Días son de la tribu de Efraín, la tribu a la que se ha dado la responsabilidad primordial de dirigir la obra del Señor en los últimos días.
Puesto que todos tenemos muchas líneas de sangre que corren por nuestras venas, dos personas de la misma familia pueden pertenecer a distintas tribus de Israel.
No importa si tu linaje en la casa de Israel es mediante una línea de sangre o si es por adopción, puesto que, como miembro de la Iglesia, se te considera descendiente de Abraham y heredero de todas las promesas y bendiciones que se hallan en el convenio abrahámico (véase “Convenio de Abraham”, páginas 50–51).
Cómo aprender de la bendición patriarcal
Una vez que recibas la bendición patriarcal, debes leerla con humildad, con un espíritu de oración y de manera frecuente. Es una revelación personal de tu Padre Celestial, que conoce tus fortalezas, tus debilidades y tu potencial eterno. Mediante la bendición patriarcal, Él te ayudará a saber lo que Él espera de ti. Tu bendición puede tener promesas, amonestaciones y advertencias. Al pasar el tiempo, reconocerás el poder de la revelación que hay en ella.
Si sigues el consejo de tu bendición, será menos probable que tropieces o que seas engañado(a); pero, si no lo sigues, no podrás recibir las bendiciones prometidas.
Aunque la bendición patriarcal tiene consejos y promesas inspirados, no debes esperar que conteste todas tus preguntas ni que dé los detalles de lo que ocurrirá en tu vida. Si la bendición no menciona un acontecimiento importante, como por ejemplo, una misión de tiempo completo o el matrimonio, no debes suponer que no vas a tener esa oportunidad.
En forma similar, no debes suponer que todo lo que se mencione en tu bendición patriarcal se cumplirá en esta vida. Una bendición patriarcal es eterna y sus promesas pueden extenderse hasta las eternidades. Ten la certeza de que si eres digno o digna, todas las promesas se cumplirán en el debido tiempo del Señor. Las que no se cumplan en esta vida se cumplirán en la vida venidera.
Tu bendición patriarcal es sagrada y personal; puedes compartirla con los miembros más cercanos de tu familia, pero no debes leerla en voz alta en público ni permitir que otras personas la lean o la interpreten; ni siquiera el patriarca, ni el obispo ni el presidente de rama deben interpretarla.
Atesora en tu corazón las preciosas palabras de tu bendición patriarcal. Medita sobre ellas y vive de tal manera que seas digno(a) de recibir las bendiciones prometidas en esta vida y en la vida venidera.