Juegos de azar
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se opone a los juegos de azar, incluso las loterías patrocinadas por los gobiernos.
Los juegos de azar están motivados por el deseo de obtener algo a cambio de nada. Ese deseo es espiritualmente destructivo; aleja a los participantes de las enseñanzas del amor y servicio del Salvador y los acerca al egoísmo del adversario; mina las virtudes del trabajo y el ahorro y el deseo de poner un esfuerzo honrado en todo lo que hagamos.
Los que participan en los juegos de azar pronto se dan cuenta de la decepción que hay detrás del concepto de que pueden dar poco o nada y recibir a cambio algo de valor; se dan cuenta de que ceden grandes cantidades de dinero, su propio honor y el respeto de sus familiares y amigos. Engañados y adictos, a menudo juegan con fondos que deben usar para otros fines, como los que se deberían usar para satisfacer las necesidades básicas de su familia. Los jugadores a veces se vuelven tan esclavos y se ven en situaciones tan desesperantes por pagar las deudas del juego que recurren al robo, renunciando así a su buena reputación.
La Primera Presidencia nos ha instado a unirnos a otras personas a fin de oponernos a la legalización y el patrocinio por parte del gobierno de cualquier forma de juegos de azar en nuestras comunidades.