Tatuajes
Los profetas de los últimos días desaprueban el tatuaje del cuerpo. Los que no hacen caso de este consejo demuestran una falta de respeto por sí mismos y por Dios. El apóstol Pablo enseñó la importancia de nuestro cuerpo y el peligro de profanarlo a propósito: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 3:16–17).
Si tienes un tatuaje, llevas un constante recordatorio de un error que has cometido. Ten a bien considerar la posibilidad de quitártelo.