Milenio
Un milenio es un período de mil años. Cuando hablamos del “Milenio”, nos referimos a los mil años que seguirán a la segunda venida del Salvador (véase Apocalipsis 20:4; D. y C. 29:11). Durante el Milenio, “Cristo reinará personalmente sobre la tierra” (Artículos de Fe 1:10).
El Milenio será una época de rectitud y paz sobre la tierra. El Señor ha revelado que “en ese día la enemistad del hombre y la enemistad de las bestias, sí, la enemistad de toda carne, cesará” (D. y C. 101:26; véase también Isaías 11:6–9). Satanás será “atado, para que no tenga cabida en el corazón de los hijos de los hombres” (D. y C. 45:55; véase también Apocalipsis 20:1–3).
Durante el Milenio, todos los habitantes de la tierra serán buenos y justos, pero muchos no habrán recibido la plenitud del Evangelio; por lo tanto, los miembros de la Iglesia participarán en la obra misional.
En el transcurso del Milenio, los miembros de la Iglesia también participarán en la obra del templo. Los santos seguirán construyendo templos y recibirán las ordenanzas a favor de sus familiares muertos. Guiados por la revelación, prepararán los registros de sus antepasados hasta Adán y Eva.
Continuarán la rectitud y la paz totales hasta el final de los mil años, cuando Satanás “quedará suelto por una corta temporada, para reunir a sus ejércitos”. Los ejércitos de Satanás lucharán contra las huestes del cielo, quienes serán dirigidos por Miguel, o Adán. Satanás y sus seguidores serán derrotados y expulsados para siempre. (Véase D. y C. 88:111–115.)