2006
Preparados para afrontar lo que sea
Septiembre de 2006


Preparados para afrontar lo que sea

Los jóvenes de Tokio hablan sobre la forma en que responden ante las tentaciones difíciles.

Un día después de la escuela, las amigas de Yuriya Kitahara querían mostrarle una nueva revista de historietas. A Yuriya, una Laurel, sólo le tomó unos minutos darse cuenta de que no había nada divertido en esa revista, ya que se trataba de pornografía.

Aproximadamente al mismo tiempo, Junko Saijo, una Damita, estaba con sus amigas cuando una de ellas encendió un cigarrillo y se lo ofreció.

Poco después, en la escuela a la que asistía Sho Watanabe, arrestaron a un grupo de estudiantes por vender drogas a otros estudiantes.

Afortunadamente, Yuriya dejó la revista a un lado, Junko rehusó aceptar el cigarrillo y Sho, un presbítero, ha tratado de ser más cuidadoso al escoger a sus amigos.

Aunque la Iglesia está creciendo en Japón, estos jóvenes aún tienen que hacer frente a las tentaciones del mundo cada día. Eso es parte de la prueba por la cual hemos venido a la tierra. La pregunta es: ¿Estamos preparados para afrontar lo que sea? Y si no es así, ¿cómo podemos estarlo?

Rodeados de tentaciones

El quebrantar la Palabra de Sabiduría es una de las tentaciones más comunes en Tokio, según un grupo de jóvenes que son miembros de diferentes estacas y que se han reunido para hablar de los desafíos con que se enfrentan.

Al llegar a la adolescencia, varios de los jóvenes hicieron frente a la tentación del tabaco. Otros de ellos han tenido la suerte suficiente de evitarlo completamente hasta ahora. No todos se enfrentan a los mismos desafíos; sin embargo, el tabaco es una trampa común para los adolescentes de Tokio.

“Es muy fácil comprar tabaco aquí; es difícil para algunos no comprarlo”, dice Hikaru Watanabe, un diácono y hermano menor de Sho.

Otro de los problemas que se le presenta a muchos de los jóvenes, desde temprana edad, es el de las bebidas alcohólicas.

“Después de que termina una actividad de la escuela, todos los estudiantes generalmente van a algún lugar para hacer una fiesta”, dice Yuriya. “A veces, mis amigos me piden que vaya; no mencionan que van a tomar, pero para muchos jóvenes, asistir a una fiesta significa que van a tomar y no creen que eso sea malo”. El resto de los jóvenes asienten con la cabeza ya que se han encontrado en situaciones semejantes.

Los adolescentes también están de acuerdo en que la pornografía y la inmoralidad cunden de manera desenfrenada entre sus compañeros.

“La música también es cada vez peor”, dice Keiko Saijo, una Laurel y hermana mayor de Junko. “La letra de las canciones es terrible”.

Éstas son las tentaciones y los desafíos a que se enfrentan los adolescentes Santos de los Últimos Días en todo el mundo. ¿Qué hacen al respecto? Están aprendiendo que por medio del Evangelio pueden encontrar la fortaleza que necesitan para vencer todos esos desafíos.

Encontrando fortaleza

Los jóvenes reconocen que para vencer las tentaciones que se les presentan cada día necesitan la guía del Espíritu Santo.

“No es sólo mi propia fuerza lo que me permite superarlas, sino la confianza que tengo en el Señor”, dice Yuuya Kitahara, un presbítero, hermano menor de Yuriya. “El acercarnos al Señor nos ayuda a evitar las tentaciones y a vencerlas”.

Ésa es una lección de gran valor. “Si no hacemos las cosas que nos permiten estar más cerca del Espíritu, probablemente acabaríamos como muchos otros jóvenes que no son miembros de la Iglesia: fumando, viendo pornografía y cosas aún peores”, dice Yuriya.

Es una lección que se enseña repetidas veces en el Libro de Mormón. Sin el Espíritu del Señor, los nefitas se volvieron “débiles como sus hermanos los lamanitas” (Helamán 4:24; véase también Mosíah 1:13; Mormón 2:26).

“Cuando siento el Espíritu, siento que las tentaciones simplemente se alejan”, dice Hikaru. “Esa fortaleza proviene del Espíritu”.

Yuuya dice que el orar por la mañana y por la noche le ayuda a tener el Espíritu. Yuriya se siente más cerca del Espíritu Santo al estudiar las Escrituras todos los días; y Yuuki, el hermano gemelo de Yuuya, menciona las actividades para la juventud y el seminario. Junko dice que el asistir a la Iglesia y las noches de hogar no sólo le han ayudado a sentir el Espíritu, sino que también le han enseñado la manera de vencer las tentaciones.

Cada uno de ellos afirma que la asistencia al templo ha sido una influencia muy positiva en su vida. “Siento un poder especial cuando voy al templo del Señor”, dice Sho; y agrega que al ir al templo con regularidad puede resistir mejor las tentaciones.

Durante los últimos años, Sho y Hikaru han tratado de asistir al templo cada jueves para realizar bautismos por los muertos. Keiko y Junko, y Yuriya y sus hermanos tratan de asistir cada viernes.

“La asistencia al templo me fortalece”, dice Keiko.

Para la fortaleza de la juventud

Y después, durante la conversación, alguien menciona el folleto Para la fortaleza de la juventud, y la mitad de ellos saca la versión de ese folleto en tamaño cartera.

“Esto se ha escrito para nosotros”, dice Yuuya. “Es fácil de entender y de seguir; el poner en práctica los principios que se enseñan en este folleto me protege de las tentaciones”.

Los demás asienten. La mayoría de ellos lo lee con regularidad. “En la clase de Mujeres Jóvenes lo leemos casi cada semana”, dice Junko.

Hikaru dice que le ayuda a vencer las tentaciones. “Los líderes de la Iglesia”, dice, “nos recomiendan que, al enfrentarnos a una tentación, debemos pensar en un pasaje de las Escrituras, pero a veces es difícil llevar las Escrituras con uno mismo, de modo que puedo llevar esta tarjeta conmigo todo el tiempo y es de gran ayuda”.

A muchos jóvenes, el folleto les ha servido para aprender la forma de aplicar el Evangelio en su forma de vivir y en las decisiones que toman.

“El Evangelio no sólo se trata de saber qué es lo correcto, sino de hacer lo correcto”, dice Yuuki. “Cuando leí Para la fortaleza de la juventud, aprendí qué es lo que debo hacer; te dice cómo aplicar el Evangelio a tu vida”.

“Antes de que se publicara el folleto, nuestros líderes nos hablaban sobre las normas de la Iglesia, pero no podemos recordarlo todo”, dice Sho. “Para la fortaleza de la juventud es muy fácil de entender; nos ayuda a comprender cómo aplicar las Escrituras a nosotros mismos, y puedo llevarlo conmigo”.

“No me gusta mucho leer”, dice Keiko, “pero el folleto es fácil. Cuando me concentro en sus palabras, siento que realmente es lo correcto; creo que Dios lo preparó para nuestros días”.

El folleto fue preparado para nuestros días, así como lo fue la juventud de esta generación.

“A menudo se les ha dicho, y yo lo repito aquí: ustedes son linaje escogido” dijo el élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de los Doce Apóstoles. “Han sido puestos por el Señor para llevar Su Iglesia y Su reino al siglo veintiuno. Han sido elegidos por el Señor para venir a esta tierra cuando la maldad y la iniquidad sean muy potentes. Pero ustedes están preparados para afrontar lo que sea” (Véase “El crecer dentro del sacerdocio”, Liahona, enero de 2000, pág. 48).

¿Qué se requiere a fin de estar preparados para afrontar lo que sea? Estar dispuestos a permanecer cerca del Espíritu y seguir el consejo del Señor.

QUÉ HACER CUANDO EL QUE NOS TIENTA ES UN AMIGO

Las personas que escojan como amigos suyos tendrán una gran influencia en ustedes. “Si escoges malas amistades, tendrás muchas tentaciones”, dice Sho Watanabe.

La primera vez que te resistes a ceder puede ser la más difícil, pero generalmente es más sencillo después de eso. “Los cigarrillos no son buenos para ti”, le dijo Junko a su amiga después de que ésta le ofreció uno. “Mi amiga no dejó de fumar, pero desde entonces sí dejó de ofrecérmelos”.

El ponerte firme no siempre da resultado. A veces tienes que alejarte de la situación. “Cuando mis amigos comienzan a hablar sobre cosas malas, intento cambiar el tema de la conversación”, dice Yuuki Kitahara; “si no lo hacen, me retiro”.

En muchos de los casos puedes tomar las riendas de la situación de manera amable. Una vez, la amiga de Keiko Saijo estaba escuchando música con sus audífonos puestos. “Me ofreció escuchar, pero la música hizo que me sintiera mal en mi interior. Le dije: ‘Es buena música pero no para mí’, y le devolví los audífonos”.

TU EJEMPLO PUEDE AYUDAR A LOS DEMÁS

“Que Dios los bendiga, mis queridos jóvenes amigos; ustedes son la mejor generación que hayamos tenido; conocen el Evangelio mejor; son más fieles en sus deberes; son más fuertes para enfrentarse a las tentaciones que aparecen en su camino. Vivan de acuerdo con sus normas; pidan en oración la guía y la protección del Señor. Él nunca los dejará solos; los consolará, los sostendrá, los bendecirá y los magnificará y hará que la recompensa para ustedes sea grata y hermosa y descubrirán que su ejemplo traerá a otros que sacarán valor de la fortaleza de ustedes”.

Presidente Gordon B. Hinckley, “Un estandarte a las naciones y una luz al mundo”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 84.