“Si damos nuestro corazón a Dios, si amamos al Señor Jesucristo, si hacemos lo mejor que podamos por vivir el Evangelio, entonces mañana, y todos los otros días, llegarán a ser, al final, algo maravilloso, aunque no siempre lo reconozcamos. ¿Por qué? ¡Porque nuestro Padre Celestial quiere que así sea! Él quiere bendecirnos. ¡Una vida gratificante, abundante y eterna es el objeto mismo de Su plan misericordioso para Sus hijos!”.
Élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, “Jehová hará mañana maravillas entre vosotros”, Liahona, mayo de 2016, pág. 127.