Diez razones por las que amo el Libro de Mormón

Por David Fullmer

El autor vive en Utah, EE. UU.

Como un segundo testigo de Jesucristo, en este extraordinario libro se enseñan conceptos y doctrinas que no se encuentran en ningún otro lado.

Me encanta el Libro de Mormón. En general, me encanta el poder que tiene para hacer que quienes lo leen se acerquen “más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”. Tal vez por eso el profeta José Smith se refirió a él como “la piedra clave de nuestra religión” y como “el más correcto de todos los libros sobre la tierra”¹.

Pero también me encanta por razones específicas. Las siguientes son diez de las muchas razones:

El Libro de Mormón…

Se escribió en un periodo de la historia para el beneficio de los lectores de otra época: la nuestra. Véase Mormón 8:16; 34–35.
Describe con claridad los métodos que Lucifer usa para difundir el caos en los últimos días. Véase 2 Nefi 28:3–29.
Declara que la debilidad humana es una oportunidad para llegar a ser fuertes, si cumplimos con el requisito de venir a Cristo con humildad. Véase Éter 12:27.
Define la caridad como el amor puro de Cristo y como un don divino que podemos obtener si seguimos ciertos pasos específicos. Véase Moroni 7:43–48.
Aclara la necesidad de la oposición en todas las cosas. Véase 2 Nefi 2:11–13.
Describe claramente bajo qué circunstancias la misericordia satisface las exigencias de la justicia. Véase Alma 34:11–30.
Registra que a dos grupos de personas se les dieron instrucciones específicas de leer las palabras de Isaías; y uno de esos grupos somos nosotros. Véanse 2 Nefi 25:4–8; Mormón 8:23.
Es un segundo testigo, junto con la Biblia, de la relación de Dios con la humanidad, como lo anuncia una profecía del Antiguo Testamento. Véanse Ezequiel 37:15–20; 2 Nefi 28:29; 29:3–8.
Contiene la promesa de que, si lo leemos y oramos al respecto con un corazón sincero, teniendo fe en Cristo, el Señor nos revelará que es Su palabra. Véase Moroni 10:4–5.
Enseña que, mediante Su sufrimiento, el Salvador sintió total empatía por nuestras pruebas y adquirió la capacidad de socorrernos cuando las afrontamos. Véase Alma 7:11–13.

Sobre todo, me encanta el Libro de Mormón por su testimonio claro de que Jesús es el Cristo. Me encanta por su promesa de que el Señor, al final, redimirá a toda la casa de Israel, en tanto que hagan convenios sagrados con Él y los cumplan. El Libro de Mormón es un milagro moderno; un don de amor hacia nosotros de parte de Dios mismo.