“Vitral”,Liahona, febrero de 2019
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El vitral del centro de visitantes de Roma
El vitral del centro de visitantes del Templo de Roma, Italia, no solo es hermoso, sino que también es un poderoso testimonio.
La reluciente belleza de los vitrales ilumina los templos en todo el mundo. El diseño y las imágenes ornamentados de esas obras maestras tienen algo que puede tocar el corazón y edificar el testimonio de una manera única.
Tan impresionante como los ventanales mismos es la cantidad de tiempo, trabajo y paciencia que conlleva crear aun hasta el diseño más sencillo. Debido a que no hay dos cristales que sean iguales, los artistas tienen que escoger detenidamente con qué vidrio trabajarán. Todo el cristal se corta con cuidado y se ajusta a una forma específica. Se pintan detalles en el vidrio y se sellan con calor. Las piezas luego se colocan con cuidado en la posición correcta y se cubren con una delgada tira de plomo. Se unen utilizando una aleación a base de estaño y plomo que se derrite con poco calor y se solidifica rápido. Después, a menudo la obra se cementa para proteger el cristal que está dentro del plomo y para impermeabilizar el ventanal.
Con ese complejo proceso en mente, imagine el trabajo que conlleva crear un vitral enorme que ilustra el ministerio terrenal de Cristo, porque eso es exactamente lo que Tom y Gayle Holdman, de Provo, Utah, EE. UU., y un equipo de artistas, diseñadores y modelos lograron milagrosamente en menos de un año. El producto terminado se exhibe en el centro de visitantes del Templo de Roma, Italia, y es absolutamente imponente.
El inicio del proyecto
Al principio, había planes de montar un panel de videos en el centro de visitantes del Templo de Roma, pero esa idea se descartó, lo cual creó la oportunidad de que se colocara allí el vitral. Se bosquejó una escena para el ventanal; luego trajeron actores con disfraces para que posaran, lo que les permitió a los artistas crear arte conceptual para el vitral.
“Nos sentíamos más y más inspirados a aplicar cierto diseño conceptual”, dice el hermano Holdman. “Terminamos haciendo un boceto complejo de toda la obra para poder captar la emoción de los actores”. Después de que se creó el bosquejo final, Tom pudo comenzar a trabajar con el cristal.
El vitral representa al Salvador y a Sus doce apóstoles durante Su ministerio terrenal. Se colocó estratégicamente en el medio del centro de visitantes para que fuera lo primero que estos vieran al ingresar al edificio. Luego, cuando los visitantes pasan al otro lado del ventanal, pueden ver las estatuas de mármol del Christus y los primeros Doce Apóstoles.
Parábola tras parábola
Una de las muchas bellezas de este vitral es que no representa solo una escena del ministerio terrenal del Señor. En lo que a primera vista parece ser una sola escena, Jesucristo y los Doce Apóstoles se encuentran en medio de personajes y símbolos que representan acontecimientos y personas del ministerio terrenal del Señor, así como cada una de las parábolas que Él enseñó. Los Holdman están entusiasmados con la idea de que los visitantes vean la obra y encuentren y señalen sus relatos favoritos sobre Cristo.
La representación de la mujer junto al pozo es especialmente intrincada; ella representa más relatos que solo la mujer junto al pozo: está extendiendo su mano al Salvador como lo hizo la mujer que padecía de flujo de sangre, y las piedras que están junto a ella simbolizan a la mujer acusada de cometer adulterio que llevaron para ser apedreada.
“La mujer junto al pozo es una de mis partes preferidas de este vitral porque ella representa a muchas mujeres diferentes del Nuevo Testamento”, comenta la hermana Holdman. “Cada una de esas mujeres tenía una necesidad exterior diferente, pero básicamente lo único que necesitaban todas era ser sanadas. Sus historias y su fe en verdad son un testimonio para mí —y espero que lo sea para muchos visitantes— del poder sanador del Salvador”.
Una radiante herramienta misional
Una de las mayores esperanzas de los Holdman es que su vitral sea una herramienta misional útil en el centro de visitantes. “Toda esta obra se creó para ser un testimonio visual de Cristo”, explica la hermana Holdman. La obra de arte contiene símbolos y elementos del nacimiento, la crucifixión, la expiación y la resurrección de Cristo, así como muchos otros símbolos de Él.
“Incluimos imágenes que existen en otras religiones cristianas como la cruz y la corona de espinas para que posiblemente creen una chispa de reconocimiento y permitan que los investigadores y los misioneros se basen en creencias comunes”, dice el hermano Holdman. “Todo este ventanal demuestra que lo que es importante para ellos lo es para nosotros; demuestra que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia cristiana. Espero que esto ayude a la gente a entender eso plenamente”.
La etapa final
Después de trabajar incansablemente para terminar este milagroso proyecto en menos de un año, el hermano y la hermana Holdman se sienten humildes y llenos de gozo al ver cómo esta hermosa obra de arte toma forma. “La obra de arte realmente permite ver cómo todos los relatos del ministerio de Cristo se superponen y se entrelazan, y también se relacionan con nosotros hoy en día”, señala la hermana Holdman. “No somos muy diferentes a quienes vivieron en la época de Cristo ya que lo necesitamos a Él y Sus enseñanzas tal como ellos”.
“Creamos y diseñamos esta obra específicamente para que todas las líneas del cristal señalen al corazón del Salvador en el centro de la misma”, explica el hermano Holdman. “Desde las edificaciones hasta la altura de las personas, todo en esta obra de arte señala hacia Él”.