Retratos de fe
Abner García y Midalys Soto
Arecibo, Puerto Rico
Después de que el huracán María devastara Puerto Rico en septiembre de 2017, Abner y Midalys se trasladaron a Florida, EE. UU. Al poco tiempo recibieron la impresión en el templo de regresar a Puerto Rico y abrir una peluquería.
Raúl Sandoval, fotógrafo
Midalys
Fue difícil después de que el huracán María azotó Puerto Rico. Aun cuando teníamos almacenados algo de agua y alimentos, no teníamos electricidad ni agua corriente.
Usábamos el agua de la lluvia para lavar la ropa y para bañarnos. Cuando llovía, tomaba a nuestros hijos, corríamos afuera y les decía: “Rápido, ¡a lavarse!”.
Lo más difícil fue que no teníamos manera de comunicarnos con nuestra familia, amigos u otras personas. Afortunadamente, un vecino tenía un generador y lo compartió con nosotros para que pudiéramos llamar a nuestra familia. Cuando llamamos a nuestra familia en Florida, nos dijeron que fuéramos a quedarnos con ellos.
Llegamos a Florida dos semanas después del huracán. Yo estudiaba enfermería en ese entonces y podría continuar allí mis estudios, pero como el hermano de Abner solo tenía un auto, nos era difícil movilizarnos y que Abner hallara trabajo. Queríamos trabajar y encontrar la manera de quedarnos.
Tuve la idea de que yo me quedaría en Florida mientras Abner regresaba a Puerto Rico a trabajar, pero cuando le conté mi plan a una amiga, me dijo: “No, ustedes son una familia. Deben permanecer juntos”.
Yo oré para quedarnos en Florida, pero Abner oró para saber cuál era el camino correcto que el Señor deseaba para nosotros. Fuimos al templo para recibir guía en cuanto a lo que debíamos hacer y allí el Espíritu me hizo sentir muy fuerte que debíamos regresar a Puerto Rico. Fue difícil, pero eso fue lo que hicimos. Seguí estudiando y decidimos abrir una peluquería, ya que Abner es peluquero.
Abner
Encontré un pequeño local que podríamos alquilar para la peluquería, pero cuando el dueño me dijo el costo del alquiler, era más de lo que podíamos pagar. Le pregunté si podría bajar el costo y más tarde me llamó y me dijo: “Quiero saber a quién le estoy alquilando. Traiga a su esposa para que pueda conocerla”.
Midalys
Oramos para que él pudiera ver que somos buenas personas. Después de reunirnos con él, dijo: “Dios los está ayudando. He tenido este local por mucho tiempo y muchas personas han pedido alquilarlo, pero nunca me sentía bien al respecto. Siento firmemente que ustedes son buenas personas”.
Bajó el alquiler durante tres años, lo cual me sorprendió. Dijo las mismas palabras que mi esposo y yo habíamos pedido en oración.
Abner
Ahora estamos mucho más estables y llenos de paz. Estamos ganando dinero y somos bendecidos.
Midalys
Algunas personas solían tratar mal a Abner por ser miembro de la Iglesia. También decían: “No deberías tener un negocio junto con tu esposa”. Pero yo digo: “¡Claro que podemos hacerlo juntos!”. En verdad, ha sido una gran oportunidad para los dos. Él me ayuda con la casa y los niños, y yo lo ayudo con la administración del negocio.
Dios nos ama y nos guía. Regresar a Puerto Rico fue lo correcto para nuestra familia. Este era el plan perfecto que nuestro Padre Celestial tenía para nosotros.