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¿Cómo podemos ser como Edward Partridge?
19 – 25 abril
Edward Partridge fue el primer obispo de la Iglesia de Jesucristo restaurada. Al poseer un firme testimonio, estuvo dispuesto a sacrificar todo lo que tenía y a soportar adversidad tras adversidad, pues sabía que la Iglesia era verdadera.
¿Cómo era él?
El Señor dijo: “[el] corazón [de Edward] es puro delante de mí, porque es semejante a Natanael de la antigüedad, en quien no hay engaño” (Doctrina y Convenios 41:11). Aquello significa que Edward no tenía deseo alguno de engañar ni de mentir a los demás; sus intenciones eran puras. ¿Por qué es importante que los líderes de la Iglesia tengan esa cualidad?
¿Qué sacrificios hizo?
Cuando Edward se unió a la Iglesia, la familia de su padre lo rechazó. Como obispo, se encargó de los bienes que los santos consagraron. Además, sacrificó sus propios bienes (véase Doctrina y Convenios 41:9) y sobrellevó la pobreza extrema con su familia. Debido a su religión, se le cubrió con alquitrán [brea] y plumas, se le persiguió y se le echó a la cárcel. Aunque algunos líderes de la Iglesia se volvieron disidentes, él se mantuvo fiel. Sirvió al Señor con toda el alma hasta su muerte, a la edad de 46 años (véase Doctrina y Convenios 124:19).
“Desde que he apartado el corazón de los bienes de este mundo; desde que lo he apartado de las vanidades y entretenimientos temporales y de los sentidos; y desde que he estado dispuesto a amar y a servir a Dios con todo el corazón, y a que Su Santo Espíritu me guíe, mi mente se ha ensanchado continuamente, recibiendo las cosas de Dios hasta que se han presentado ante mí glorias indescriptibles”1.
Análisis
¿Por qué pudo Edward Partridge sobrellevar tantas adversidades? ¿De qué modo su ejemplo nos ayuda al servir al Señor?