Ven, sígueme
¿De qué modo nos recoge Dios?
12 – 18 abril
El Salvador nos ha mandado: “Sed uno” y ha dicho: “… si no sois uno, no sois míos” (Doctrina y Convenios 38:27). Una forma en la que podemos llegar a ser uno es mediante el recogimiento.
El presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, ha enseñado: “Nuestro Padre Celestial está ansioso por congregar y bendecir a toda Su familia”1. Aquí se presentan tres maneras en que podemos recoger y llegar a ser uno en la fe.
1. El recogimiento en un lugar
En los primeros días de la Restauración, Dios mandó a Sus santos que “[fueran] recogidos en un solo lugar […], a fin de preparar su corazón, y que se preparen en todas las cosas” (Doctrina y Convenios 29:8).
Los primeros Santos de los Últimos Días se congregaron en muchos lugares, tales como Ohio, Misuri, Illinois, Utah e Inglaterra. El congregarse ayudó a fortalecer a los miembros y a edificar la Iglesia.
2. El recogimiento donde se encuentren
Con el tiempo, los líderes de la Iglesia empezaron a instar a los miembros a congregarse y edificar la Iglesia en su tierra natal. Los miembros pueden participar en el recogimiento del Israel esparcido independientemente de dónde se congreguen. El Señor declaró: “… tengo reservada una gran obra, pues Israel será salvo” (Doctrina y Convenios 38:33).
3. El recogimiento a ambos lados del velo
Dios nos ha llamado a “efectuar el recogimiento de [Sus] escogidos” (Doctrina y Convenios 29:7). Eso abarca a las personas que congregamos mediante la obra misional, así como a las que congregamos del otro lado del velo. El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado: “Cuando reunimos nuestras historias familiares y vamos al templo por nuestros antepasados, Dios cumple muchas […] bendiciones prometidas de manera simultánea a ambos lados del velo”2.
Análisis
¿Qué bendiciones ha recibido al efectuar la labor del recogimiento con otros santos? ¿De qué manera se le ha bendecido al ayudar a Dios a recoger a Sus hijos?