Para los padres
Enseñar la manera de vencer por medio de Jesucristo
Estimados padres:
El ejemplar de este mes incluye importantes temas como Jesucristo y Su expiación, superar los afanes del mundo y cómo ministrar cuando ustedes o un amigo suyo tengan una discapacidad. Utilicen los artículos y las imágenes que aparecen a continuación para entablar conversaciones con su familia y ayudarles a entender estos y otros aspectos del Evangelio restaurado de Jesucristo.
Conversaciones sobre el Evangelio
Centrarse en Cristo
Durante la Pascua de Resurrección podemos centrarnos más en el Salvador y en Su sacrificio expiatorio por nosotros. Utilice “Principios básicos del Evangelio” en la página 6 y el artículo del élder Jeffrey R. Holland en la página 8 para enseñar a sus hijos acerca de lo que Jesucristo ha hecho por usted y por ellos. Juntos pueden elaborar una lista de las maneras en que el ejemplo, las enseñanzas, la vida, la muerte, la Expiación y la Resurrección de Cristo los bendicen a usted y a su familia en la actualidad. Enriquezca su análisis con el artículo de la página 22 acerca de las evidentes diferencias entre el Salvador y Satanás.
Piense en cosas que su familia podría hacer a la manera de Cristo en esta Pascua de Resurrección.
Superar los afanes del mundo
La voluntad del Señor debería importarnos más que los afanes del mundo. Lea el artículo del élder Hans T. Boom, en la página 18, y analicen las siguientes cuestiones en familia: ¿Qué afanes del mundo se interponen en su camino? ¿Cómo pueden centrarse más en la voluntad del Señor? ¿Han tenido alguna experiencia parecida a la del élder Boom? ¿Qué aprendieron?
Discapacidades y ministración
Lea los artículos de las páginas 30 y 32. Determine los conceptos clave que considere que más se aplican a sus hijos. Si alguien de su familia tiene una discapacidad, céntrense en lo bueno que esa persona puede hacer. Si ministran a alguien que tiene una discapacidad, analicen cómo estos principios pueden cambiar la manera en la que pueden ayudar a esa persona.
Apoyo para Ven, sígueme
Lea en la página 25 un breve relato de la vida de Jane Manning James, una fiel mujer de los primeros días de la Restauración.
Busque en la página 26 material de apoyo para el estudio semanal de su familia de Ven, sígueme.
Momentos alegres de estudio familiar
Unidos como si fuésemos uno
En Doctrina y Convenios 38:27, el Salvador dice: “Yo os digo: Sed uno; y si no sois uno, no sois míos”. Se nos insta a ser uno para que “escap[emos] del poder del enemigo” (Doctrina y Convenios 38:31).
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Pónganse juntos en el centro de la sala.
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Elijan a una persona que pase por en medio del grupo.
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Repitan el ejercicio, pero esta vez como grupo júntense más, entrelazando brazos y manos si es posible.
Análisis: ¿De qué manera estamos mejor protegidos de las influencias externas si nos mantenemos más fuertes y unidos? ¿Cómo nos protege una mayor unidad?
La revelación personal
El Señor nos dará revelación para nuestra vida. “Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento” (Doctrina y Convenios 42:61).
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Siéntense en un círculo como familia. Tomen turnos para responder a la pregunta “¿De qué maneras puedo buscar revelación personal?”.
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Den ejemplos de las Escrituras.
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¿Cómo lo escuchamos a Él?
Análisis: ¿Qué pasos podemos dar como familia para ayudarnos mutuamente a recibir y reconocer la revelación personal?
Actividad opcional: Lean juntos el discurso del presidente Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, págs. 93–96.