Mensaje del Área
La responsabilidad de los padres de enseñar el Evangelio en el hogar
A los padres les corresponde la principal responsabilidad de enseñar el Evangelio a sus hijos.
El Señor ha revelado por medio de Sus profetas que enseñar el Evangelio a los hijos es un mandamiento sagrado de los padres. Ya sea que nuestra familia esté compuesta por un padre y una madre o solo uno de ellos, debemos asumir esta responsabilidad con sumo cuidado porque impacta en la generación presente como en las futuras.
¿Cómo podemos cumplir con esta responsabilidad?
La oración
El Señor, en Su sabiduría, nos brinda la guía para que podamos enseñar en nuestro hogar. Necesitamos empezar con la oración. En Doctrina y Convenios 68:28, dice: “Y también enseñarán a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Señor”. Por medio de la oración familiar, nuestros hijos irán aprendiendo a dirigirse a nuestro Padre Celestial. Comprenderán que el Señor siempre escucha las oraciones y las responde en el debido momento.
Estudio de las Escrituras
Es una gran bendición contar ahora con el programa Ven, sígueme. Es una excelente guía para estudiar y escudriñar las Escrituras, tanto de forma individual como en familia. Hay ideas sobre cómo enseñar a los niños. Aprovechemos este recurso.
Tenemos el Libro de Mormón. El presidente Nelson expresó: “…les prometo que si cada día estudian el Libro de Mormón con espíritu de oración, cada día tomarán mejores decisiones. Les prometo que cuando mediten en lo que estudien, se abrirán las ventanas de los cielos y recibirán respuestas a sus preguntas y dirección para su vida. Les prometo que si cada día se sumergen en el Libro de Mormón, estarán vacunados contra los males de esta época, incluso la plaga esclavizante de la pornografía y otras adicciones que entumecen la mente”1.
Vivir el Evangelio cada día
El hogar es el lugar donde todos aprendemos. Los padres e hijos por igual debemos esforzarnos por vivir los principios del Evangelio diariamente. No es un tema de fin de semana nada más.
El élder M. Russell Ballard enseñó: “Cuando el Evangelio se enseña y se practica en el hogar, el amor por nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo se intensifica; cuando se leen y analizan las Escrituras, cuando se ofrecen juntos oraciones de mañana y de noche, y cuando la conducta diaria es un ejemplo de la reverencia y de la obediencia hacia Dios, los principios verdaderos de la vida eterna quedan grabados en el alma y el corazón de jóvenes y adultos por igual”2.
Centro de aprendizaje
El hogar es el mejor lugar para aprender. Además de los temas espirituales, podemos enseñar y aprender destrezas prácticas que nos serán útiles toda la vida, como la administración de los recursos económicos, el buen hábito de hacer ejercicio y mantener nuestros cuerpos sanos, aprender el uso de la tecnología para los estudios, el trabajo y para las reuniones de la Iglesia. Es en el hogar donde aprendemos a trabajar.
Finalizo con mi testimonio de la realidad de las bendiciones que se reciben cuando los padres cumplimos con esta función divina. Tengo hermosos recuerdos de mi niñez, sentados en una pequeña salita del apartamento, leyendo el Libro de Mormón como familia, muy temprano por la mañana. Todavía siento en mi corazón esos cálidos momentos donde el Espíritu Santo testificaba que estábamos haciendo lo correcto. El amor y la armonía crecían a medida que seguíamos adelante perseverando en el estudio de las Escrituras.
Comprometámonos como padres para hacer de nuestros hogares una casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de Dios.
Nota: Para ver el artículo completo, diríjase a Centroamerica.laiglesiadejesucristo.org.