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Al trabajar en la obra de historia familiar se alivian nuestros pesares
La pandemia del Covid-19 afectó a mi familia y encontré refugio en la historia familiar; al trabajar diariamente en esto, mi mente se despejaba y hallaba el consuelo que necesitaba.
Soy médico general y lo más bonito de mi profesión es poder servir a las demás personas y ayudarles en sus dificultades de salud. Siempre nos preparamos para poder ayudar a los demás, pero cuando nos toca ayudar a un familiar se hace más difícil. La Pandemia de Covid-19 afectó a mi familia, perdí a mi madre y hermano con una diferencia de cinco días. Esto fue muy difícil para mí; sin embargo, el tener presente el hermoso Plan de Salvación me llena de consuelo.
Al transcurrir los días me sentía tan agotada, después de pasar por la enfermedad y muerte de mis familiares y la enfermedad de mi hija. Oré al Señor para que me ayudara y encontré refugio en la historia familiar, trabajando en mi árbol genealógico e indexando. Trabajaba interminablemente frente a la computadora, y al hacerlo diariamente mi mente se despejaba y hallaba el consuelo que necesitaba.
Regresé a trabajar al hospital y presenté síntomas de Covid-19, y al hacerme exámenes confirme que tenía el virus, presentándolo en su forma complicada con una neumonía, llegando a usar oxígeno. A pesar de esto, continúe trabajando en historia familiar y eso me ayudó a poder salir adelante y a tener un sinnúmero de bendiciones personales y familiares.
Les invito a gozar de las bendiciones de trabajar en historia familiar y así poder bendecir a nuestros antepasados que están esperando nuestra ayuda al otro lado del velo, y sentiremos un gozo inmenso y ello nos hará olvidar nuestros pesares.