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Campaña de Donación de sangre
Durante el mes de mayo en la estaca Avellaneda, Buenos Aires, Argentina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se realizó una colecta de sangre junto al Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
La colecta finalizó con 34 donantes y contó con la presencia de Cristina Franzgrote, jefa zonal del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires; Natalia Barreto, subjefa de Hemoterapia del Hospital Presidente Perón; así como personal de salud del Hospital Interzonal de Agudos “Presidente Perón” y del Hospital Materno Infantil Ana Goitia. Por parte de las autoridades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estuvieron presentes Javier Martínez, presidente de la estaca Avellaneda, y Pamela Ariza, Directora de Comunicación de estaca.
“Este tipo de campañas ayudan mucho porque es difícil que los donantes se acerquen a los hospitales; entonces, de esta forma, nosotros motivamos a los donantes y vamos generando una cultura de donación voluntaria”, comentó Natalia Barreto.
“Esto nos ayuda muchísimo para incentivar a las personas a donar y reponer los bancos de sangre, para que las personas que necesitan una transfusión no tengan que correr el riesgo de conseguir los donantes entre sus cercanos. Si la gente se acerca a donar cada cierto tiempo, ya estaremos erradicando ese riesgo y el sistema funcionaría mucho mejor; ese es el ideal”, expresó Cristina Franzgrote, jefa zonal del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires.
Las autoridades sanitarias quedaron en contacto con las autoridades de la Iglesia para realizar otra campaña de donación de sangre y una charla informativa previa para despejar dudas y contestar preguntas.
Sé que, al llevar a cabo estas iniciativas, cumplimos con el segundo gran mandamiento que nuestro Salvador nos encomendó en Mateo 22:39: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Además, como enseñó el élder Gary E. Stevenson del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Siempre que mostramos amor cristiano por nuestro prójimo, predicamos el Evangelio, aunque no digamos una sola palabra”1.
Este tipo de servicio es muy interesante, porque no podemos ver a las personas a las cuales estamos ayudando a salvar su vida. El rey Benjamín, en Mosíah 2:17, enseñó claramente que: “Cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios”.
Tal vez a algunas personas les cause temor el donar sangre, sin embargo, el élder Dallin H. Oaks nos recordó: “Nuestro Salvador nos enseña a seguirlo al hacer los sacrificios necesarios para perder nuestra vida en el servicio desinteresado a los demás”2.
Testifico que cualquier tipo de servicio desinteresado, nos ayuda a ser más como Cristo y a ser felices al seguir Sus palabras:
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).