Voces de los Santos
Una construcción de fe
Jesucristo es el ancla y ejemplo sublime en mi vida.
Mi abuelo solía decirme que no estaba sola en esta tierra, sino que el Padre Celestial y Sus ángeles me cuidaban y que esperaban mucho de mí. Me he sentido bendecida por ser parte de la primera rama de mi país. Todos fuimos partícipes de su construcción tanto en la edificación como en la fe al Evangelio, lo cual nos ayudó a enfrentar los desafíos y dificultades con mayor valentía.
Las promesas y consejos de los profetas han conducido mi vida
El 9 de abril de 1990, en su visita a Nicaragua, el élder Russell M. Nelson, quien en ese tiempo servía en el Cuórum de los Doce Apóstoles, nos invitó a guardar los mandamientos y nos prometió que sí lo hacíamos encontraríamos alegría y felicidad. He logrado sentir la compañía de mi Padre Celestial y he podido tener gozo en cada uno de mis desafíos porque no me he sentido sola.
Desde que me bauticé hasta hoy en día, he visto cómo el evangelio de Jesucristo y Su Iglesia restaurada han crecido en Nicaragua. Se han formado nuevos barrios, estacas, misiones y pronto un templo. Sé que las promesas se cumplen por la obediencia y fidelidad a los mandamientos y convenios que hacemos con el Salvador y nuestro Padre Celestial.
Con el auxilio de Miurel Rebeca Del Toro